sábado, 31 de diciembre de 2016

FELIZ AÑO NUEVO


Les deseamos este 2017 que con un acto de Fe puesto en Dios, en la Piedra Angular que ha despreciado la sociedad moderna, restauremos todo en Cristo. Que sin perdida de tiempo nos apliquemos a multiplicar los talentos que le granjean al siervo fiel un lugar en la gloria. Fieles al ideal de santidad al que somos llamados, sabiendo que donde abunda el pecado sobreabunda la gracia. Dios es fiel y sabemos que no seremos confundidos.

Que con un acto de Esperanza afianzados en la Tradición, todos nuestros anhelos se proyecten al futuro sin veleidades ni utopías confiados en las lecciones que nos ha dejado la historia y en el ejemplo, que como herencia espiritual, nos legaron nuestros mayores. A los problemas de hoy las soluciones de siempre: fidelidad, oración y sacrificio.

Que realicemos un acto de Caridad generoso, entusiasta y conquistador, porque la caridad nos urge a abandonar nuestras zonas de confort e ir a la conquista de las almas con celo apostólico; a la conquista del espacio público; a la conquista del Reino de los Cielos instaurando el reinado social de Cristo Rey.

Actos de Fe, Esperanza y Caridad que anhelamos sean confirmados por la esperanza en el triunfo del Corazón Inmaculado de la dulcísima Virgen María.

Porque 2017 es el año del centenario de Fátima: Feliz y santo año 2017.


ACCIÓN DE GRACIAS POR UN AÑO MÁS

Padre nuestro que estás en los cielos,
dueño de la Verdad, del tiempo y de la eternidad:
Tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro.
Al terminar el año 2016, en nombre propio y de los míos,
queremos darte gracias, por todo aquello que recibimos de Ti.

Gracias por la familia que nos diste, por la vida y el amor,
el aire y el sol, por la alegría y el dolor,
por todo cuanto fue posible y por lo que no pudo ser.

Gracias por acogernos en tu verdadera Iglesia.
Te ofrecemos todo cuanto hicimos este año que termina.
El trabajo que pudimos realizar,
las cosas que pasaron por nuestras manos,
y lo que con ellas pudimos construir de positivo.

También, Señor, hoy queremos pedirte perdón.
Perdón por nuestros pecados, por el mal que hemos causado,
por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado,
por las omisiones, por la palabra inútil y el amor desperdiciado.

Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal
hecho. Y perdón por vivir sin entusiasmo.
También por la oración, que poco a poco,
fuimos aplazando y que hasta ahora hacemos para agradecerte
todo lo que nos has dado.

Por todos nuestros olvidos, descuidos y silencios.
Nuevamente te pedimos perdón, Señor.

Iniciaremos un nuevo año y detenemos nuestra vida,
ante el nuevo calendario aún sin estrenar.
Te presentamos estos futuros 365 días, que sólo Tú sabes, quienes
llegaremos a vivirlos completos. Si no los terminamos...
ayúdanos a morir en Ti, en gracia santificante,
luego de haber acudido -sinceramente contritos-
al tribunal de la Confesión.

Hoy te pedimos para cada uno de nosotros:
la paz y la alegría, la fuerza y la prudencia, la caridad y la sabiduría,
el empeño para serte fieles y vivir siempre en tu Gracia,
pues sólo en Gracia se transita el camino seguro. Sólo el
necio esto no lo entiende, por lo que te pedimos
que nos quites cualquier venda que nos impida ver
nuestra estulticia.

Señor, ayúdanos a ser celosos
de tu gloria y la de tu Iglesia, y vivir sólo
por Ti, en Ti y para Ti.

Queremos vivir cada día con optimismo y bondad,
llevando a todas partes, un corazón lleno de
comprensión y paz que busque siempre la Verdad de tu Palabra.
Que nada nos arranque de ella, pues tu fe es nuestro mayor tesoro.

Cierra Tú nuestros oídos, a toda calumnia, a las falsas doctrinas
contra tu Palabra. Y nuestros labios, a palabras mentirosas,
egoístas, mordaces o hirientes. Abre, en cambio, nuestro ser a todo lo que es bueno.

Que nuestro espíritu, se llene sólo de bendiciones,
y las derrame a nuestro paso. Cólmanos de bondad y de alegría,
para que cuantos conviven con nosotros, o los que se acerquen,
encuentren en nuestras vida, un poquito de TI.

Gracias, Señor, por todo y perdona nuestras deudas
contigo. Guíanos a todos por la senda del camino
estrecho que nos permita un día entrar por la puerta angosta
y estar en tu regazo eterno para bendecirte
por los siglos de los siglos. Si para ello es necesario que utilices
tu mano derecha que nos sacuda, de antemano aceptamos
cualquier pena y dolor por difíciles que sean.

Danos un feliz 2017 y enséñanos a amarte viviendo
siempre en tu gracia, y seguirte con plena fidelidad.
Gracias, Señor, por todas las bendiciones del pasado año,
así como por las que derramarás el que inicia.

Inmaculado Corazón de María, encadena a tu Corazón
a toda la familia mía.

Amén.

1 comentario:

  1. Comencemos este año con la gracia de DIOS y con la protección la Santísima Virgen María nuestra Madre que tanto nos quiere pidamos su bendición en este 2017 que ademas se cumple un centenario de las apariciones de la Virgen en Fátima.

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