miércoles, 10 de septiembre de 2025

PROPONEN REFORMAR LA REFORMA LITÚRGICA DE ACUERDO CON LA VERDADERA TRADICIÓN CATÓLICA



La revolución litúrgica de Pablo VI “implantó el protestantismo en el corazón de la Iglesia”
Por Edwin Botero Correa

8 septiembre, 2025. El cardenal Gerhard Ludwig Müller, ex prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, ha iniciado un profundo debate sobre la necesidad de reformar aspectos fundamentales de la Misa según el rito de Pablo VI, conocida como Novus Ordo, señalando paralelismos históricos con las propuestas litúrgicas de Martín Lutero que han generado considerable discusión en círculos teológicos.

La estructura actual del Novus Ordo, implementada después del Concilio Vaticano II, otorga al celebrante cierta flexibilidad en varios momentos de la celebración, una característica que, según diversos expertos litúrgicos, puede dar lugar a interpretaciones y prácticas no siempre acordes con la tradición católica. Esta libertad litúrgica, aunque pensada para facilitar la participación de los fieles, ha sido objeto de preocupación por parte de teólogos respetuosos de la Sagrada Tradición y fieles a ella, no sin razones de peso de su parte.

Entre las modificaciones propuestas destaca el retorno a la celebración ad orientem, donde tanto el sacerdote como la congregación miran hacia el este litúrgico durante las partes más sagradas de la Misa, especialmente desde el ofertorio. Esta orientación común en la oración representa, según los expertos, una expresión física de la unidad de la Iglesia en su adoración a Dios.

Un punto crucial de la reforma sugerida es la restauración del Canon Romano como única Plegaria Eucarística permitida en el rito romano. El término «canon», que significa «regla» o «norma», subraya la importancia de mantener una forma establecida y venerable de oración eucarística, evitando la multiplicidad de opciones que caracteriza al rito actual.

La manera de recibir la Sagrada Comunión también es objeto de atención. Se propone volver a la práctica secular de recibirla de rodillas y en la boca, un gesto que enfatiza la reverencia y adoración debidas al Santísimo Sacramento. Esta forma de recepción expresa más claramente la fe en la Presencia Real de Cristo en la Eucaristía.

Las oraciones del ofertorio han sido identificadas como un área particularmente problemática. Las actuales, inspiradas en bendiciones del ritual judío del Sabbat y con elementos del Talmud, no expresarían adecuadamente el carácter sacrificial de la Misa, reduciendo su significado al de una simple comida conmemorativa. Esta modificación histórica refleja, según los críticos, una influencia directa del pensamiento de Martín Lutero, quien se opuso firmemente a la concepción católica de la Misa como sacrificio.

La preservación del Latín, al menos en el Canon Romano, se presenta como otro elemento esencial para mantener la continuidad con la tradición litúrgica de la Iglesia. El uso de la lengua latina, además de su valor histórico y universal, sirve como vínculo tangible con la herencia bimilenaria de la Iglesia católica.

Estas propuestas de reforma se enmarcan en un contexto más amplio de reflexión sobre la liturgia postconciliar y su relación con la tradición católica. Estas modificaciones fortalecerían la identidad católica y corregirían las desviaciones introducidas durante la reforma litúrgica de Pablo VI.

La discusión sobre estos cambios propuestos continúa generando debate entre liturgistas, teólogos y fieles, reflejando una tensión entre tradición y renovación en la vida litúrgica de la Iglesia católica. El diálogo sobre estas cuestiones fundamentales sigue siendo una parte vital de la reflexión teológica y eclesial sobre la mejor manera de celebrar los sagrados misterios.

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Ver también: La reforma litúrgica de Pablo VI introdujo la visión de Lutero -Schneider


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