miércoles, 24 de septiembre de 2014

EL IMPEDIMENTO DE QUE COMULGUEN LOS DIVORCIADOS DIZQUE VUELTOS A CASAR "LO ESTABLECIÓ JESUCRISTO Y EL PAPA NO LO PUEDE CAMBIAR", DIJO FRANCISCO AL OBISPO DE CÓRDOBA

 Mons. Demetrio Fernández, obispo de Córdoba. Foto: JUAN MANUEL VACAS, Diario de Córdoba


DIARIO DE CÓRDOBA: - Ya que se habla del tema: ¿qué ocurre con miles de cordobeses separados? Algunos quisieran volver a la Iglesia plenamente.

MONSEÑOR DEMETRIO FERNÁNDEZ: - La Iglesia nos está diciendo continuamente que acojamos, que las personas no se sientan excluidas y siempre podemos ensanchar esas medidas de acogida. Ahora bien, al Papa mismo se lo preguntamos y él nos respondió que una persona casada por la Iglesia, que se haya divorciado y se haya vuelto a casar por lo civil, no puede acceder a los sacramentos. Dijo el Papa que "esto lo estableció Jesucristo y el Papa no lo puede cambiar". Digo esto porque a veces dice la gente que "va a cambiar todo" y hay cosas que no pueden cambiar. La Iglesia se debe a su Señor y su Señor sigue vivo. 

UN GRUPO DE CARDENALES ESCRIBIÓ UN LIBRO CONTRA EL PRETENDIDO SACRILEGIO

Un grupo de cinco cardenales escribieron un libro en el que, contra lo que desean los modernistas encabezados por el cardenal Kasper, demuestran que no se debe levantar la prohibición de comulgar a los católicos divorciados y vueltos a "casar" por lo civil, pues sería contra las enseñanzas de Jesucristo y de toda la doctrina y práctica -desde sus inicios- de la Iglesia Católica.

Los autores son los cardenales Raymond Leo Burke, prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica; Gerhard Müller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe; Walter Brandmüller, presidente emérito del Comité Pontificio de Ciencias Históricas; Carlo Caffarra, arzobispo de Bolonia; y Velasio De Polais, presidente emérito de la Prefectura para los Asuntos Económicos de la Santa Sede. La obra también presenta la aportación de cuatro teólogos: Robert Dodaro, John Rist, el jesuita Paul Mankowski y el arzobispo Cyril Vasil.

"Los autores están unidos en sostener que el Nuevo Testamento nos muestra que Cristo prohíbe sin ambigüedades el divorcio y sucesivas nuevas nupcias sobre la base del plan original de Dios sobre el matrimonio dispuesto en el Génesis", indica la introducción, adelantada por el diario italiano Il Corriere della Sera.

Titulado "Permanecer en la verdad de Cristo. Matrimonio y Comunión en la Iglesia Católica", el libro se publicará el 1 de octubre próximo.

Fuente de la entrevista: http://www.diariocordoba.com/noticias/cordobalocal/demetrio-fernandez-la-unidad-espana-es-bien-moral-antes-social-politico_908351.html

5 comentarios:

  1. A una lectora divorciada y en nueva unión civil que nos escribió:

    Estimada hermana, comprendemos perfectamente todo lo que nos dices. No siempre resultan las cosas como se esperaban. En todo matrimonio fracasado hay una parte de culpa de ambos en mayor o menor grado. Son excepcionales, verdaderamente, aquellos casos donde sólo uno es el responsable. Analiza ante Dios esto también. Cuando hay causas suficientes y la vida es un verdadero infierno, y no hay nada que se pueda hacer ya, la Iglesia permite la separación pero no una nueva unión civil. Y esto no es decisión suya sino que es doctrina recibida de Dios. Lo dice Cristo en el Evangelio. La Iglesia tiene que ser fiel a lo enseñado y mandado por Cristo. Y los fieles DEBEN serlo también. Otro asunto, diferente, es que algunos no quieran serlo.

    Las causas de nulidad no están al criterio de cada quien, sino que están establecidas en función misma de la validez o no del matrimonio. Es decir, que se declara que no existió -en tales casos- el sacramento. Es algo PREVIO al mismo que impidió su formalidad y validez. Luego, los comportamientos posteriores no hacen que se torne o pueda tornarse en nulo. No le busques por ahí, porque eso no puede ser. El sacramento existió o no existió, si no existió eso es lo que determina la declaración de que fue nulo. Si fue válido no hay causa POSTERIOR que lo pueda hacer nulo, como tu pretendes.

    Ciertamente es comprensible el daño que produce un matrimonio roto y la tentación de buscar una nueva pareja. Humanamente es muy entendible, pero cristianamente debemos estar dispuestos a sacrificar todo por Dios y AMARLO SOBRE TODAS LAS COSAS. Muchas mujeres católicas lo han hecho y Dios da las fuerzas para lograrlo, pues no impone imposibles en sus mandamientos. Claro, el hombre con sus propias fuerzas no lo puede todo, pero sí con la ayuda de Dios si realmente la busca sin engañarse a sí mismo.

    sigue abajo...

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    1. ...viene de arriba.

      Seguramente ya sabes la única respuesta que te podemos dar conforme a la doctrina católica. Tienes sólo dos opciones: No vivir con quien no es tu marido o vivir como si fueran hermanos si hubiese suficientes y serias razones para no vivir separados. Éstas las puede determinar, en cada caso, un buen sacerdote que sea fiel a la doctrina de la Iglesia.. De otra manera tu relación será un concubinato ante el Señor. Y no compares una clase de pecado con otra, pues todas son ofensas al Señor. El asunto está en si hay arrepentimiento de ellas y habiendo propósito de enmienda se lucha eficazmente por no volver a pecar. No porque consideres que otro pecado mortal sea más grande que el tuyo, eso te permite permanecer en tu falta ante Dios. Si otro pecó en algo mayor y se arrepintió ¡qué bueno! Ello no justifica que tu puedas vivir constantemente en pecado. Dios perdona los peores pecados, pero PARA CUALQUIER FALTA exige el prerrequisito de no seguirla cometiendo. Sí, a un asesino arrepentido Dios lo perdona si se confiesa bien y puede volver a comulgar si permanece en gracia y deja de delinquir. Quien vive en adulterio tiene la misma oportunidad también de arrepentirse y dejar de vivir en ese adulterio y si se confiesa también podrá comulgar. Pero no se puede seguir pecando mortalmente y no tener ni arrepentimiento ni cambio de vida y querer comulgar, pues su alma está en falta grave y manchada para poder recibir a Cristo sacramentado. LA REGLA ES LA MISMA PARA CUALQUIER PECADO, no te engañes minimizando el tuyo para permanecer en él. No compares tu falta suponiendo que por ser menor a otras, Dios tolerará que vivas y mueras en ella como si nada malo hubiese en ello. No juegues con la misericordia de Dios, haciéndola falsamente a tu conveniencia. Puedes hasta llegar a engañarte a ti misma buscando justificaciones, pero un día Dios que es toda misericordia mientras vivimos, será Juez que imparta perfecta justicia al final de nuestra vida y a Él no se le podrá engañar. No te autoengañes suponiendo que será tolerante, comprensivo y aprobará entonces tu pecado. No es verdad. Es mejor que estés consciente de ello ahora y no te digas sorprendida luego. Hoy puedes arrojarte a los brazos de Dios, hoy puedes modificar tu vida, hoy puedes arrepentirte y no seguir pecando. En este mundo puedes cambiar lo que está mal y acogerte a la infinita misericordia de Dios. Luego, después de esta vida ya no habrá esa opción. Lo grave es vivir en un constante estado de pecado y poniendo en riesgo tu suerte eterna. No hagas un Dios a tu medida ni quieras -tampoco- tómarsela a Él. Dios es perfecto, a la vez misericordioso y justo. La misericordia estará presente en esta vida, luego sólo estará presente su justicia perfecta.

      La vida es un suspiro y pasa rápido en comparación con la eternidad que nunca termina. La prueba es sólo unos años con la promesa de la felicidad eterna junto a Él. El mandamiento principal es amar a Dios sobre todas las cosas, ciertamente quien prefiere a una pareja por encima de lo que Dios dispone, no lo está amando sobre todo. Prefiere una relación indebida, un adulterio que a Dios mismo. Llamemos las cosas por su nombre y no nos engañemos nosotros mismos, eso nos permitirá tomar la decisión que debemos a pesar de lo mucho que nos cueste.

      Es mejor la VERDAD que engañar o autoengañarse. Decir la VERDAD es manifestar sinceramente la realidad, una falsa misericordia que lleva a engaños es un crimen que no podríamos cometer al contestarte. La verdadera caridad busca el bien eterno del prójimo y eso deseamos para ti. No hay mejor deseo y buena intención que todo esto para ti. Cristo dijo contra cualquier autoengaño o falsa piedad mentirosa: LA VERDAD OS HARÁ LIBRES.

      Con afecto y estimación, pedimos al Espíritu Santo para que te ilumine y tomes la resolución que debes tomar para tu bien.

      Un abrazo afectuoso en Cristo.
      Atte
      CATOLICIDAD

      P.D. Te recomendamos esta lectura: http://www.catolicidad.com/2009/06/rehacer-tu-vida.html

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    2. A la misma lectora que nos contestó a nuestra respuesta anterior.

      Estimada, hermana en Cristo:

      1) Que cumplas muy bien nueve mandamientos no te exonera de cumplir con el otro. Claro, es preferible a que quebrantes varios. Los mandamientos son diez y no nueve. Dios es celoso y no permite el quebranto de ninguno. Y menos de una manera permanente en la que no haya contrición ni cambio de vida.
      2) No puedes comparar la doctrina de la Iglesia con la actitud de los fariseos. Ellos colaban un mosquito y se tragaban un camello, como les dijo Cristo. Eran hipócritas pues se presentaban como los "puros" y no lo eran. No reconocieron a Cristo como al Mesías conociendo las profecías. Por el contrario buscaron y lograron su muerte. Ellos defendían los detalles y perdían el fondo y el significado de la Ley.
      Nada de esto se compara con tu caso, donde lo que se trata es de saber no los detalles sino el fondo de la doctrina de Cristo. Y Él señala explícitamente que cometes adulterio como estás viviendo. Y es permanente mientras tengas una relación conyugal habitual con quien no es tu esposo legítimo al estar conviviendo con él. No te estamos juzgando nosotros, sino tan sólo dándote a conocer cuál es la doctrina de Cristo y de su Iglesia. Muy lejos está de nosotros el juzgarte. Si te decimos cuál es la doctrina de Cristo y su Iglesia es sólo porque tú tuviste la amabilidad de consultarnos.
      3) Haces muy bien en seguir orando y realizando prácticas religiosas, Dios lo tomará en cuenta para hacerte ver un día tu error y que lo puedas reparar si aceptas su gracia. Eso dependerá de ti.
      4) El caso de los sacerdotes que piden dispensa y eventualmente llegan a casarse es diferente al tuyo. No los justificamos de ninguna manera. Decía el Padre Pío que todos estos casos se derivaban por la falta de oración y espiritualidad. Pero se les puede perdonar su voto de castidad para evitar males mayores. Recuerda que el voto de castidad perfecta de un sacerdote o una religiosa es de carácter DISCIPLINAR y no doctrinal. Lo disciplinar puede ser perdonado en casos particulares. En cambio la indisolubilidad del matrimonio no es disciplinar sino DOCTRINAL. Lo disciplinar lo establece la Iglesia y puede cambiarlo, lo doctrinal lo establece Dios y la Iglesia no puede contradecirlo, pues es depositaria de la doctrina solamente. No compares lo que sí está en manos de la Iglesia con lo que no lo está por ser doctrina de Cristo.
      5) Dices que no, pero es evidente que buscas autojustificarte, lo que es lo mismo que autoengañarte. Podrás intentar hacerlo pero a Dios no se le puede engañar. Y Él es misericordioso en esta vida en extremo. Luego de ella, sólo será el más justo de los jueces.

      Con afecto y estimación, pedimos al Espíritu Santo para que te ilumine y tomes la resolución que debes tomar para tu bien.

      Un abrazo afectuoso en Cristo. Deseamos lo mejor para ti y los tuyos. Disculpa si no te decimos lo que tú desearías oír, no se trata de alagar el oído de nuestros lectores-amigos, sino de hablar con la Verdad que nos hará a todos libres

      Cristo y su Sma. Madre te llenen de bendiciones.
      Atte
      CATOLICIDAD

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  2. Nuevamente gracias, en verdad me han sacado de algunas dudas, y alomejor no me he sabido expresar adecuadamente en lo que les quiero decir, pero creo que mas o menos nos hemos entendido.
    Aún no he tomado la decisión de separarme de mi esposo civil, pues la paz, amor y felicidad que experimentamos en nuestra familia, es algo que nunca antes habia vivido.
    Confio que este proximo Sínodo de los obistos, pueda traer respuestas y soluciones a las familias, en todos los aspectos.
    Y se que todavia me quedan muchas cosas por resolver en mi vida, y que Dios no me abandonará, que me mostrará el camino y prepará mi alma para lo que Él espera de mi, no me niego a seguirlo pero se que Él prepara los cominos. Mi cabeza es un torbellino, entre lo que quiero hacer, lo que debo hacer, lo que amo, y lo que me hace feliz. Pero bueno confio en que en algun momento, encontrare la clarida espiritual que aún no tengo.
    Gracias y ha sido un placer conversar con Ustedes-

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    1. Que el Espíritu Santo, que es el Espíritu de Verdad, te ilumine, querida hermana. El próximo Sínodo no tiene el poder de cambiar lo que es doctrinal y Cristo ya determinó.
      Un abrazo en Cristo, con afecto y estimación.
      CATOLICIDAD

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