LA CRUZADA CORDIMARIANA

Post como respuesta a un anónimo que calumniosamente nos acusa -en otro blog, al que no se puede acceder pues no acepta comentarios ni pone un correo electrónico- de dizque estar entre los que "no creen en Fátima" por nuestro amor a la verdad y haber publicado una aclaración del puño y letra, y firma del P. Amorth, que bien sabe lo que ha dicho y lo que no. Esto generó la ira de esta persona quien acusa al P. Amorth de "contradictorio" sosteniendo -sin presentar la menor prueba concluyente*- que éste sí dijo lo que él mismo desmintió.  Cualquier persona que consulte nuestra etiqueta FÁTIMA (haciendo clic en ella podrá observar el gran número de posts que de ese tema hemos publicado) advertirá el poco juicio de quien hace semejantes conjeturas y nos señala -con sus absurdas clasificaciones- entre los que dizque desean "desvirtuar el mensaje porque ellos no creen en Fátima", sin siquiera ponerse a razonar que si publicamos -con las debidas reservas- la carta del P. Gruner fue porque inicialmente nos pareció posible su veracidad. Acusar al padre Gabriele Amorth de mentiroso y de desdecirse, además de temerario resulta altamente injurioso. Lo más risible es que ese lector publica sus absurdas y calumniosas acusaciones cuando estamos en plena campaña con nuestra CONVOCATORIA para que todos nuestros lectores se sumen a las peticiones que la dulcísima Señora de Fátima nos ha hecho, las que -junto con su mensaje- mantienen su total vigencia. Además, no se requiere ser profeta ni hay necesidad de buscar reales o supuestas declaraciones para ver los peligros que se ciernen sobre la Iglesia con motivo del próximo Sínodo de octubre.

Sin duda, de todo hay en la viña del Señor.

* Las "pruebas" son que dicen que otro dijo que sí dijo lo que dicen que dijo, aunque él haya dicho -con su letra y firma- que no dijo lo que otros dicen que sí dijo. Y aún si existiese la carta que "algunos" dicen que existe pero nadie presenta (tan fácil que resultaría esto), sería la interpretación de un tercero y quedaría la duda de que fuese correcta esa interpretación ante la negación del P. Amorth de haberlo dicho. ¿No entenderán estos señores que la supuesta declaración no es decisiva y en nada afecta al mensaje de Nuestra Señora? En realidad, se ahogan en un vaso con agua buscando tratar de imponer -a toda costa- que sea verdad lo que les gustaría que lo fuera. Pero no olvidemos que, como dijo Cristo, "la verdad nos hará libres", no lo que subjetivamente deseamos. Y hasta ahora, lo único objetivo y real que consta que se ha presentado públicamente es el texto firmado por el P. Amorth.