martes, 29 de septiembre de 2009

CASTIGOS DE DIOS



"No digas. He pecado y
¿qué mal me ha sucedido?"
(Eccli. 5,4)


Todo pecado es una injuria a Dios nuestro Creador y Señor, porque es una desobediencia a sus mandamientos, y eso exige un castigo.

Hay pecados privados y pecados públicos. Los privados son los que se cometen individualmente y los públicos cuando los cometen los pueblos, sociedades o naciones.

Los primeros son castigados por Dios en esta vida, y en la otra con el Infierno o el Purgatorio según la gravedad; los segundos son castigados sólo en esta vida, porque en la otra ya no existen pueblos o naciones.

Son pecados públicos entre otros muchos, los siguientes:
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1) No reconocer el Reinado Social de Jesucristo, olvidando que “si no amamos el Reinado Social de Cristo, caeremos en el Reinado Social del diablo” (Aparisi y Guijaro).
2) Las leyes contrarias a Dios, como el adulterio, el aborto, la eutanasia, el matrimonio civil, los atropellos a la propiedad privada, el nepotismo y favoritismo en los cargos públicos.
3) Las burlas de Dios, de la Virgen y de los Santos en los mass media (televisión, radio, prensa).
4) Los videos pornográficos, playas nudistas, modas indecentes.
5) La corrupción de los niños y jóvenes en las escuelas con la “información e instrucción sexual”.
6) El pecado impuro contra la naturaleza (homosexualidad) castigado por Dios en el Antiguo Testamento con la muerte, y que es uno de los cuatro pecados que claman venganza a Dios.
7) Las injusticias sociales y los escándalos económicos, que trastornan la sociedad y arruinan las naciones al servir los intereses extranjeros antes que los de la Patria.
8) El ecumenismo, que pone en pie de igualdad a Jesucristo y a su Iglesia con los demás dioses y religiones falsos, y el uso de los Templos, que son casa de oración, para conciertos y reuniones políticas o para cultos acatólicos y paganos.
9) Los homicidios –como los asesinatos terroristas-, que son otro de los cuatro pecados que claman venganza a Dios.

Un pueblo que comete tales pecados y sus Autoridades que lo consienten o lo amparan atraen los castigos de Dios. En efecto, la Sagrada Escritura abunda en ejemplos que “se han escrito para escarmiento nuestro, que hemos alcanzado las postrimerías de los siglos” (I Cor. 10,11), así: calamidades, desgracias, enfermedades nuevas y desconocidas, terremotos, guerras, hambres, sequías, inundaciones, incendios, etc.

En nuestro tiempo no faltan las lecciones.

Martinica es una isla francesa del archipiélago de las Antillas. Su capital es Saint Pierre. El Viernes Santo de 1906 gran parte de la ciudad, que tenía 25.000 habitantes, blasfemó de Dios de un modo horrendo. En una plaza pública, como burla de la muerte redentora de Jesucristo, se crucificó a un cerdo y se le enterró solemnemente. Se quería ver si al tercer día resucitaba por Pascua. En aquel momento empezó a humear el monte Pelé, que desde 1851 estaba quieto, y catorce días después empezó una erupción como nunca se había visto. La ciudad fue completamente destruida y sepultada por el fuego y la lava.

El SIDA es el castigo enviado por Dios por el pecado nefando homosexual, y por el cual destruyó las ciudades de Sodoma y Gomorra. El SIDA tuvo su origen en el pecado ”contra natura” y ahora se está convirtiendo en una epidemia mundial, pero los hombres no quieren guardar la castidad.

Coré, Datán, Abirón y 250 israelitas fueron tragados por la tierra por haberse amotinado contra Moisés (Núm. 16). Hacía 120 años que en Messina de Sicilia no había ningún terremoto. El 24 de diciembre de 1908 un diario marxista se permitió publicar la siguiente blasfemia: “NIÑO JESÚS, ENVIANOS DE NUEVO, SI ES QUE PUEDES, UN TERREMOTO”. Al cabo de cuatro días hubo el espantoso terremoto en que murieron en pocos minutos un tercio de los habitantes; el incendio que siguió destruyó toda la ciudad. Entre los escombros se hallaron fragmentos del periódico blasfemo.

A Jacinta le reveló la Virgen de Fátima que “LAS GUERRAS NO SON SINO CASTIGOS POR LOS PECADOS DEL MUNDO”. El mismo Jesucristo (Mt. 23.34-28. 8) anunció a los judíos una espantosa guerra por no creer en El como Mesías. En efecto, al año 70, Tito, hijo de Vespasiano, entró a sangre y fuego en Jerusalén, destruyó el templo y asesinó a más de un millón de judíos. Los que pudieron huir se dispersaron por todo el mundo.

Por haber prevaricado el pueblo judío yendo tras los dioses falsos, Dios lo castigó con una sequía espantosa que duró tres años y medio (III Rey. 17). No olvidemos que la Virgen de la Salette como castigo de los pecados del mundo anunció hace un siglo que “LAS ESTACIONES CAMBIARAN Y LA TIERRA NO PRODUCIRA MAS QUE MALOS FRUTOS”.

El Titanic era el transatlántico más grande del mundo, orgullo de la técnica y del poder económico. Ofrecía todos los placeres y comodidades: piscina, pista de patinaje, teatro, café, jardín, grandes salones...Fue presentado al mundo como el “busque indestructible”. Tenía en sus planchas innumerables blasfemias que los obreros habían escrito entre risotadas impías; una de ellas decía: "NI EL MISMO CRISTO PODRA HACERTE NAUFRAGAR". Un oficial católico escribía: “Estoy convencido de que este vapor no llegará a América a causa de las horribles blasfemias que lleva estampadas en toda su quilla”. Efectivamente, en su primer viaje, un iceberg, cuya punta apenas asomaba en el agua, lo partió en dos hundiéndolo para siempre. Entre escenas horribles se ahogaron 1500 pasajeros.

La Democracia liberal, con sus libertades de perdición, con su educación materialista, su moral permisiva, sus derechos humanos arbitrariamente aplicados, con su indefensión de los buenos y tolerancia con los malos, ha creado un hombre sin voluntad, incapaz de controlar sus instintos, que necesita la pastilla para controlarse en la carretera, la pastilla para dormir, la pastilla para superar las depresiones y los stress, la pastilla para planificar los nacimientos...,es decir, un HOMBRE-PASTILLA.

En las Letanías de los Santos pedimos a Dios nos libre de los rayos, tempestades, terremotos, pestes, hambre, guerras...,pero, ¿quién las reza hoy?

Cuando sobrevienen esas desgracias se apresuran los mass media a tranquilizarnos con “expertos que nos explican esos fenómenos”; pero sin mencionar las causas que han podido provocarlas, para no despertar en la gente “la superstición religiosa”..., y Dios continúa castigándonos sirviéndose de causas naturales o de la malicia de los hombres. Muchos se ríen de Dios, en quien no creen; pero Dios también se ríe de ellos, con la diferencia que, después de la muerte, Dios continuará riéndose y ellos no podrán reírse más.

Hay un castigo que Dios envía a los pueblos pecadores y consiste en entregarlos en manos de malos gobernantes. Así lo hizo en otro tiempo con el pueblo judío (Sal. 105 y IV Rey.9, 9-14). Es un castigo terrible porque los malos gobernantes tiranizan sus pueblos, los asfixian con impuestos siempre en aumento, los corrompen con vicios, les arrancan la Fe, destrozan sus familias, arruinan la Nación, destruyen las sanas costumbres, los aborregan con lavados de cerebro, les mienten con frecuencia, y los engañan con libertades que León XIII llamaba de perdición, convirtiéndolos en animales que sólo ansían, como los antiguos paganos de Roma, llenar bien sus estómagos, gozar del sexo, y divertirse sin freno.

En esos pueblos impera el egoísmo, la ambición, la violencia, el engaño, la estafa, el desorden, el vicio, la ley del más astuto y descarado, y se enseñorean desvergonzadamente en ellos los afeminados, los impúdicos y los impíos.

Es el castigo que ha caído sobre España y otros pueblos con la DEMOCRACIA LIBERAL, donde la mentira se hace verdad, lo feo artístico, lo grosero moral, el desorden impide la convivencia, el error se adueña de los espíritus, la injusticia ahoga la paz, el país se hunde en la hedionda corrupción, y un malestar invade toda la nación.

Quizá no haya peor castigo para un pueblo que la Democracia liberal, que es “EL GOBIERNO DE TODO LO PEOR, Y TODO LO PEOR HECHO GOBIERNO” (Stan Popescu).

Los pecados públicos exigen que se castiguen los pueblos como tales, y así como “sale el sol para buenos y malos, y llueve sobre justos e injustos” (Mt. 5,45), del mismo modo el castigo ha de ser general para todos...Después, en el Juicio Universal, habrá separación de buenos y malos con el premio y castigo correspondientes (Mt. 25,33).

Hace años que Dios, a través de su Madre Santísima, nos está avisando de inminentes castigos si no nos enmendamos. Recemos a Ella para que nos alcance un verdadero arrepentimiento de nuestros pecados y nos conserve en el santo temor de Dios, pues “A QUIEN TEME AL SEÑOR, LE IRA BIEN EN LO ULTIMO DE SU VIDA, Y EN EL DIA DE SU MUERTE SERA BENDITO” (Eccli. 1, 19).

Autor: Padre Pedro Muñoz

Publicado en revista IESUS CHRISTUS, nº 39
Visto en Videotecareducto
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8 comentarios:

  1. Estimado Padre: ¿Podemos intuir porqué Dios envió los castigos que Ud menciona y no recayeron en, por ejemplo:

    .Washington o la ONU que son las USINAS del pecado contra el Espíritu Santo?

    .en Yalta y sí en Dresde?

    .el Titánic y NO en la usina de las bombas de NAGASAKI E HIROSHIMA?

    .en Alemania y NO en la URSS?

    Me parece no muy ajustada su exégesis.Parece faltarle respuestas a ciertos hechos que son más graves que los pecados carnales de unos pobres ignorantes.

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  2. Estimado Ian Karolis:

    Hemos publicado este escrito tomado de otra publicación, pues nos parecieron interesantes las tesis del Padre Muñoz. Éste sacerdote no leerá sus preguntas y por lo mismo no podrá responderlas.

    Naturalmente que se tratan de opiniones particulares las interpretaciones de si determinado hecho es un castigo de Dios, aunque sí sabemos por la Sagrada Escritura que el Señor castiga el pecado de sociedades enteras cuado éste es muy significativo y generalizado como ocurrió con Sodoma y Gomorra o en el Diluvio.

    No todo castigo de Dios se manifiesta de manera espectacular como con el Titanic, el solo hecho de que Rusia haya tenido un régimen totalitario es más que suficiente. ¿Por qué en tal caso sí y en este otro no? En primera, porque los juicios de Dios son diferentes a los del hombre y nosotros intentamos juzgar con nuestro estrecho criterio humano lo que debería Dios hacer. Además, hay castigos que tal vez no llegamos a vislumbrar por no ser espectaculares. Del mismo modo, muchas gracias y beneficios divinos no los percibimos en la cotidianidad.

    Muchas sociedades tienen el pararrayos de almas que fungen como detenedoras de la justicia divina. La Escritura nos enseña que Dios pedía que hubiese al menos un determinado número de justos para impedir el castigo. Actualmente ¿Dónde y cuándo? ¿Cuántas almas y cuáles son? Sólo Dios lo sabe. De ahí que no podamos imponer nuestro criterio falible humano a un Dios que es toda Bondad y toda justicia a la vez, que todo lo sabe y que juzga con perfección infinita todo. Además, hay castigos o beneficios que Dios otorga y por no ser espectacularmente visibles no los alcanzamos a apreciar como ya hemos dicho.

    De cualquier manera, el opinar sobre si determinado hecho es o no castigo de Dios, naturalmente es un tema abierto y opinable, pues no se trata de dogma ni de fe.

    Del mismo modo que publicamos el escrito del Padre Muñoz, con mucho gusto hacemos pública su opinión también.

    “In dubiis libertas, in necesariis unitas, in omnia charitas”, "En la duda libertad, en lo necesario unidad, en todo caridad". San Agustín.

    Le recomendamos leer el siguiente escrito:

    http://catolicidad-catolicidad.blogspot.com/2009/08/acerca-de-la-libertad-de-opinion-en-la.html.

    Gracias por el comentario. Un abrazo en Cristo.
    CATOLICIDAD

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  3. LA JUSTICIA DIVINA EXISTE.. Y ELLA NO FALLA NUNCA.. es solo ver a travez de la historia.. lo que ha pasado con los blafemos.. con los que todo lo destruyen, todo lo contaminan. todo lo cambian segun sus deseos...
    CON EL TEMA DE LA LIBERTAD... QUE SE HA CONVERTIDO EN LIBERTINAJE... VEREMOS.. LAS CONSECUENCIAS.. dia a dia.. en diarios, TV. las consecuencias... el mundo esta en un KAOS.. producido por el mismo.. es la consecuencia de sus actos.. y ademas.. LA JUSTICIA DIVINA PRESENTE...se ha perdido la humildad, la decencia.. la honra, la moral, hemos vuelto a la epoca de sodoma y gomorra.. ese es el mundo de hoy.. por tanto... preparense para ver con sus propios ojos... la RESPUESTA DEL DIVINO .. ya lo dijo la virgen Maria en sus mensajes... su advertencia fue conocida en el mundo todo.. si nadie escucha, si nadie ve.. como querer un mundo mejor??????

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  4. Estimado:

    En el texto sobre el "castigo divino" yo no veo por ningún lado al Dios amoroso que se entregó por nuestros pecados. Por el contrario, sus ideas sobre un dios que se enoja y castiga a los hombres no son en nada diferentes a las religiones paganas en las que Apolo castiga con la peste a los atenienses por violar los tabues. A veces proyectamos sobre Dios imagenes: el ladrón cree que todos son de su condición. En este sentido, me parece que se está proyectando sobre Dios la imagen de un Rey caprichoso y voluble, semejante a los antiguos tiranos.

    No es mi deseo ser irrespetuoso con usted, pero francamente me parece que esa imagen de Dios como cruel y castigador no es una imagen cristiana de Dios sino la imagen de un dios no muy diferente de los dioses paganos. Le repito, no deseo ser irrespetuoso, pero creo que esa imagen solo consigue alejarnos del verdadero Dios vivo que como nos dice Juan: "es amor".

    Con siceridad, espero sepa tener paciencia y caridad con este comentario de alguien poco formado en teología pero quien esta convencido del amor infinito de Jesús.

    Juan

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  5. Estimado Juan:

    Dios no es ni caprichoso ni voluble sino todo lo contrario. Dios es amor, naturalmente. Cristo muriendo en la cruz por todo el género humano lo prueba. ¿Hay mayor amor que el de Quien entrega su vida por los demás? Naturalmente que no. Evidentemente que todas las cualidades de Dios son infinitas. Tanto el amor como su justicia.

    Si la misericordia suya es perfecta, su justicia también la es. No hay contradicción entre ambas sino un perfecto equilibrio. No hay tal volubilidad pues Dios no cambia. Siempre es infinitamente misericordioso e infinitamente justo a la vez. En Dios no hay caprichos sino perfección en todas las virtudes.

    El problema es que algunos quisieran que no fuese inmensamente justo y sólo fuese un Dios "bonachón" que no ve ni oye la maldad del hombre. Niegan su justicia y crean ese Dios "bonachón" a su gusto y a su egoísta conveniencia.

    Dios nos ha dado un libre albedrío que empleamos para bien o para mal. Incluso no da mil oportunidades de arrepentimiento cuando obramos mal. Más aun: ha creado el sacramento de la Confesión para perdonarnos una y otra vez. Ahí nos exige el arrepentimiento y el propósito de enmienda, y a través de tan grande sacramento nos da también las fuerzas para mejorar nuestra vida y evitar las tentaciones.

    Nadie se condena sin culpa personal. Sin embargo, nuestros pecados y nuestros crímenes son a veces tan graves -aunque nos queramos disculpar y no verlos- que si persistimos en ellos y queremos morir en nuestro pecado, mereceremos la condenación eterna. Dios no quiere nuestra condenación y ha puesto mil medios para evitarla. ¿Qué más prueba que la muerte de su Hijo en la Cruz?. Sin embargo, si nuestra maldad es pertinaz, su Justicia también se impone. Su Justicia es perfecta e infinita como todas sus cualidades. Su Justicia actúa tanto en los individuos como en las sociedades y no somos nosotros -con nuestra ínfima inteligencia- capaz de medirla y entenderla ahora, aunque todo será perfectamente claro y comprensible el día del juicio universal, para que brille y se manifieste tanto como su infinito amor. Quedará perfectamente clara la ingratitud de quien por propia culpa y merecimiento se condena.

    Cuántas veces al leer ciertas noticias no nos quedamos consternados de hasta donde llega la maldada humana, y sin embargo Dios perdona los más graves pecados. Pero para ello hay un prerrequisito: arrepentimiento y propósito de enmienda. Si no lo hay, tarde o temprano nos toparemos con una de las cualidades de Dios que queremos ignorar y que es también infinita como su amor: su justicia.

    No hay pues ni volubilidad ni crueldad, sino un perfecto equilibrio entre sus cualidades: Amor y Justicia.

    La Biblia nos refiere cómo será el juicio final y que Cristo llamará benditos a quiénes se salva y malditos a quiénes merecieron su condenación eterna. Asimismo, se refiere a castigos sociales como el diluvio o Sodoma y Gomorra. Es la Palabra de Dios.

    El problema es que muchos olvidan o niegan que entre las perfecciones de Dios está también la justicia.

    Te recomendamos este escrito: http://catolicidad-catolicidad.blogspot.com/2009/05/el-juicio-de-este-mundo.html y también hacer click en la etiqueta "INFIERNO" -de este blog- que te llevará a varios escritos donde este tema podrá quedarte más claro.

    Mil gracias por tu comentario. Un fuerte abrazo en ese Cristo misericordioso en el que atinadamente crees, pero no olvides que también es infinitamente justo, como en todas sus cualidades.

    Atentamente
    CATOLICIDAD.

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  6. creo que todo está bien, siempre creo que debe haber un buen ejemplo de los mayores

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  7. Padre muy buena información, pero quería preguntarle algo puesto que algunas personas me han confundido un poco.. soy joven y muchas personas me dicen cosas que no me agradan, mi duda es que en el antiguo testamento Dios manda las plagas a Egipto para que se liberé el pueblo de Dios, es un castigo o no, o simplemente una prueba :/ Le agradecería mucho si me contestara de antemano gracias!

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    1. El autor del escrito no leerá tu pregunta, pero puedes leer este sitio donde explica que fueron infligidas a los egipcios para vencer la obstinación del Faraón y obligarlo a dejar que los israelitas salieran de Egipto:

      http://ec.aciprensa.com/wiki/Plagas_de_Egipto

      Un abrazo en Cristo
      CATOLICIDAD

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