miércoles, 29 de mayo de 2013

PADRE BERNARDO BERGÖEND: ¡POR DIOS Y POR LA PATRIA!


Forjador de jóvenes mexicanos que lucharon hasta el heroísmo
durante la persecución religiosa en México.

“Oh, las cosas que pudiera hacer por la renovación de México un buen contingente de jóvenes, fuertemente unidos, quienes animados por una fe profunda en la causa de Dios, de la patria, del alma del pueblo, trabajarían como uno solo por Dios, por la patria y por el pueblo, amando a Dios hasta el límite del martirio, la patria hasta los límites del heroísmo, y al pueblo hasta los límites del sacrificio”.
R.P. Bernardo Bergöend S.J.

El P. Bernardo Bergöend*, fue el fundador de la heroica Asociación Católica de la Juventud Mexicana (A.C.J.M.), la que defendió hasta con la vida la libertad religiosa en México. 

Este santo varón jesuita fue el inspirador de la Liga Nacional Defensora de la Libertad Religiosa y del Partido Católico Nacional. Hombre providencial que formó a miles de jóvenes en el ideal católico, mediante círculos en que se dividía su preparación en "Piedad, Estudio y Acción", y que lucharon en defensa de su Fe y de su país, dando todo "Por Dios y por la Patria", que fue el lema de la ACJM fundada por este sacerdote en 1913.

El 31 de julio de 1926 entró en vigor la "Ley de cultos", el Episcopado ordenó el cierre de iglesias porque el gobierno del "Presidente Plutarco Elías Calles" limitaba el número de sacerdotes mexicanos, intentaba crear una Iglesia (cismática) Mexicana e iniciaba una persecución religiosa que bañó de sangre a México.


Ese fue un momento estelar para la ACJM, los jóvenes formados en sus filas, unos se adhirieron a la Liga Nacional Defensora de la Libertad Religiosa, otros de plano se unieron al ejército cristero y algunos tuvieron la gloria de verter su sangre y hoy son santos o beatos y por tanto, modelos para la juventud. Entre ellos se encontraban personas de la talla del mártir Anacleto González Flores, Miguel Gómez Loza y tantos más.

Durante dieciséis años, de 1913 a 1929, la juventud que engrosó la ACJM dio muestras sublimes de una gran capacidad y entrega a los más altos ideales, “Por Dios y por la Patria”. El reto de una persecución religiosa por demás perversa, apoyada en una Constitución y en Leyes obstinadamente anticlericales, sirvió para ver de qué calidad y entereza estaba hecha aquella agrupación juvenil. ¡Era oro puro!. Acrisolado. Así que respondió con la acción, con el verbo y con la sangre..

Luego de los lamentables “Arreglos” entre la Jerarquía Eclesiástica y el Gobierno para terminar con el movimiento armado, la ACJM pasó a formar parte de la Acción Católica, totalmente dependiente de una dirección clerical. Entonces, los jóvenes católicos vieron limitada su acción cívica y social al reducido campo de las sacristías. 

Viendo desde la perspectiva del análisis metafísico de la Historia, es claro que Dios envió al padre Bergöend a México para que fuera reparador de males que había causado el "liberalismo" mexicano patrocinado por el gobierno yanqui. 

Murió el 7 de octubre de 1943. Al siguiente día, durante su entierro, otro gran sacerdote jesuita, el padre Julio Vertiz, dijo un poema de su inspiración sobre el P. Bergöend, dedicado a los acejotemeros: "a vosotros, los que fuisteis sus manos y sus pies, sus ojos y sus oídos, su voz y su verbo, mientras él era vuestro espíritu y vuestro corazón, a los hijos predilectos del corazón del padre Bergöend", es decir a los auténticos acejotemeros de la vieja guardia o de la nueva generación hasta 1940. Éste es el poema:

EL ADIÓS DEL JEFE

Poned un crespón fúnebre al pie del asta rota…
Que los clarines trémulos inicien un “adiós”:
La Guardia está de luto…su enseña ya no flota
la enseña que no supo de vientos de derrota
fue a desplegar sus ínclitos jirones ante Dios.

Márchosenos el jefe que resumió en sí mismo
la gesta fulgurante de aquella Juventud;
la gesta prodigiosa de trágico heroísmo
que desafiara en México al monstruo del abismo,
reposa para siempre… reposa en su ataúd

Era credo viviente del acejotaemero;
un credo de combate, magnifico y leal;
firme, gallardo, rápido y limpio como acero…
por eso lo despiden la salva del cristero
el canto de los mártires y el Himno Nacional

Redoblen los tambores con sones apagados.
Un íntimo sollozo desgarre al corazón.
Recíbanlo con júbilo los mártires cruzados…
y guarden reverentes, los campos desolados,
¡el eco moribundo del último león!


El próximo 12 de agosto de 2013 se cumplirán 100 años de la fundación de la Asociación Católica de la Juventud Mexicana (ACJM). México está eternamente agradecido a este león que dejó forjados muchos cachorros, de espíritu plenamente acejotemero, que conservan -los que aún viven- o han transmitido -los fallecidos- las enseñanzas úberrimas del P. Bernardo Bergöend con el fin de que se realicen sus anhelos: que la Nación Mexicana cumpla en el futuro, como en el pasado, sus magnos destinos providenciales.

México católico siempre le dirá: "¡Gracias, muchas gracias, querido padre Bergöend! Ahora, le suplicamos interceda ante Dios, desde la Patria Celestial, por esta Nación que tanto amó e hizo muy suya".

*Nota: Nació en Annecy, Alta Saboya, Francia en 1871 e ingresó a la Compañía de Jesús a los 18 años de edad. A los 20, en 1891, fue enviado a México, donde cursó estudios en San Luis Potosí. En 1900 fue enviado a estudiar teología a España. Luego pasó a San Luis, Misurí, en los EU, donde se ordenó sacerdote. De ahí regresó a México, donde permaneció hasta su muerte. Ocupó varios cargos en Puebla y en México, D.F., antes de que lo nombraran profesor de filosofía en el Instituto Jesuita de Guadalajara. Ahí, en 1907, empezó su labor social al organizar ejercicios espirituales para obreros con fines eminentemente religiosos, pero además con el propósito de su elevación social e intelectual, y gestar en ellos a futuros dirigentes católicos. Luego, su labor se extendería por diferentes partes de México, particularmente con la fundación de la ACJM en 1913.

Fuentes: "Bernardo Bergöend S.J." por Andrés Barquín y Ruiz, Edit. Jus y diversos sitios de internet.

4 comentarios:

  1. ¿Y nuestros jóvenes?, en general están más dedicados a hablar por celular, a abstraerse en la computadora, a visitar antros, a drogarse o a ahogarse en estudios para obtener maestría y doctorados, con el fin de ganar dinero y prestigio. Podemos decir con el Padre Bergöend: Hay que prepararlos para que tengan una idea exacta de la situación y de sus peligros, y para que desempeñen un papel salvador en el destino de la Patria.

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  2. Estos sí eran jesuitas fieles al espíritu de San Ignacio. Nada que ver con los jesuitas de la nueva ola, impregnados de modernismo y de "teologías" extrañas al catolicismo como la supuesta "teología de la liberación".

    Los felicito por honrar la memoria de heróes incruentos -hoy casi anónimos- sobre los que se ha echado la lápida del silencio.

    ¡México debe gratitud a personajes de esa talla y esos tamaños!

    ¡Por Dios y por la Patria!

    Francisco

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  3. Dios mío, México necesita sacerdotes de esta estirpe moral. Que surja renaciente ese rugido en los campos. Nuestra nación requiere de una juventud nueva, como la que despunta ya en Francia, ¡que se enamore del ideal católico! y lo lleve a todas partes.

    La juventud es generosa, sólo le hace falta que existan líderes como el P. Bergöend que canalicen sus altos ideales. Tristemente, la mayor parte de nuestro clero está dormido y se ha burocratizado o ha caído -en mayor o menor medida- en los errores "modernistas". Hacen falta verdaderos pastores, fieles a la fe y a la verdadera Iglesia, dispuestos a dar todo por su rebaño. ¡En tiempos de crisis y decadencia urge que surjan pastores así!

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  4. Marco Antonio Alvarado Ex presidente Diocesano de Guadalajara24 de noviembre de 2014, 15:34

    Hoy en día existen un pequeño puñado de esos vastagos que dejo sembrado el Padre Bergöend, pocas personas reconocen la gran aportación que tuvo su obra la gloriosa A.C.J.M. (ASOCIACION CATOLICA DE LA JUVENTUD MEXICANA), para nuestra querida patria y para nuestra religión, hay quienes se atreven a renegar de esa hermosa tradición como lo es la piedad el estudio y la acción, hoy en día la sociedad requiere urgentemente que de nuevo se haga escuchar la voz de los jovenes valerosos, ustedes muchachos son los portadores de las enseñanzas de nuestro querido padre fundador, no desperdicien su oportunidad y no se dejen llevar por las masas sin razon y sin sentido, que creen que poniendose una capucha y haciendo desmanes van a cambiar a México.
    México los esta esperando es ahora el momento de levantar a voz¡¡¡

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