martes, 20 de enero de 2015

EL PAPA FRANCISCO Y LOS LEPÓRIDOS

  • Puntualizaciones sobre una entrevista del Papa
  • Francisco es el mayor de cinco hermanos
  • Ha encomiado a las familias numerosas



Es fundamental distinguir que una cosa es el MAGISTERIO DE LA IGLESIA y otra muy distinta una declaración coloquial e informal dada en una entrevista por el papa Francisco, misma que no pertenece al Magisterio. Lo primero (el Magisterio) refleja la doctrina de la Iglesia, lo segundo (la entrevista) es una mera opinión personal -contestada sobre la marcha- que puede ser imprecisa y limitada. Naturalmente la Prensa -como ya es una constante- manipulará y presentará el asunto a su modo y conveniencia.

El hecho es que REALMENTE no hubo tal dizque "exhortación" general a los católicos a no reproducirse "como conejos", como señalan los diarios. Lo que hubo fue una mera respuesta improvisada a una pregunta de la Prensa. El mismo tono coloquial -muy personal y argentino de Francisco- que ha sido considerado justamente como inadecuado por personas de familias numerosas a las que les molestó el término "conejos", resulta opuesto al que se emplea en el Magisterio oficial de la Iglesia donde con todo cuidado y precisión se enseña la doctrina católica sobre fe y moral. La frase "tener hijos como conejos" ha sido históricamente usada de forma a veces muy despectiva hacia matrimonios católicos que han optado por la vida de manera RESPONSABLE y CONSCIENTE, pues saben que en el matrimonio existe un deber de fecundidad y que el fin primario de este sacramento es la procreación y educación de los hijos. La generosidad al cumplir este deber siempre ha sido encomiada por la Iglesia Católica, de ahí que la coloquial expresión de Francisco -que no se trata de ninguna "exhortación" a todos los católicos, como publicaron los medios ni de ninguna declaración magisterial- diciendo que para ser buenos católicos no es necesario reproducirnos como conejos, resulta realmente confusa, imprecisa e infortunada, aunque se refiera solamente a que en ocasiones es lícito y conveniente el uso de métodos naturales. El Papa actual es muy aficionado a improvisar, y así le va, pues de inmediato sus imprecisas o ambiguas expresiones dadas en entrevistas son manipuladas o tergiversadas por la prensa anticatólica, que es la dominante. Y lo grave es que una inmensa cantidad de católicos no acuden a las fuentes del Magisterio de la Iglesia sino que lo permutan por esas entrevistas imprecisas -y manipuladas en los medios- para contrariar la doctrina de la Iglesia. Esto deberían hacérselo ver al Pontífice sus colaboradores cercanos.


EL PAPA HA ENCOMIADO A LAS FAMILIAS NUMEROSAS

No es verdad que en su opinión personal el papa Francisco condene las familias numerosas. Por el contrario, ha dicho anteriormente que "la familia numerosa es una célula más rica, más vital, y el Estado debe tener todo el interés en invertir en ella” (28 de diciembre de 2014, encuentro en el Aula Pablo VI con la Asociación Nacional de Familias Numerosas de Italia con ocasión de su 10° aniversario). Y tan no las condena ni las considera efecto de actitudes de lepóridos (conejos) que el mismo papa Francisco es el mayor de cinco hermanos (tres varones y dos mujeres). Quienes creen que considera "conejil" toda familia numerosa, estarían falsamente suponiendo que así considera a la propia el mismo papa, lo que resulta totalmente absurdo e ilógico.


NUNCA DIJO QUE DEBAN SER SÓLO TRES HIJOS

Conviene precisar que tampoco es verdad que haya dicho que el número de hijos deba ser sólo de tres, como maliciosamente pregonaron muchos medios informativos. Lo que indicó es que tres hijos es el mínimo que "los expertos dicen que es importante para mantener la población". Asimismo, recordó que sólo los métodos naturales pueden ser empleados por los católicos (pues los artificiales están condenados por la Iglesia ). A lo que conviene puntualizar, que esto -como lo enseña el MAGISTERIO DE LA IGLESIA- es así únicamente cuando existen SERIAS razones para ello, no en cualquier caso como egoístamente se acostumbra muchas veces.

Terminamos con la idea inicial: Debemos distinguir entre el Magisterio de la Iglesia y las declaraciones improvisadas y coloquiales dadas en una entrevista de prensa, las que siendo opiniones personales no tienen valor magisterial ni gozan de la infalibilidad de las eseñanzas ex cathedra de un Pontífice, pues -dada su improvisación- puede haber en ellas desde errores hasta meras imprecisiones o ambigüedades que generen confusión, como ha sido éste el caso.

Finalmente, sabiendo que nos leen en el mismo Vaticano (no menos de treinta y tantos internautas), exhortamos a los colaboradores cercanos al papa Francisco a que hagan de su conocimiento el desconcierto que generan las respuestas improvisadas, en entrevistas coloquiales, confusas e imprecisas, y que provocan mal entendidos en los católicos sencillos. Mismas que además son aprovechadas maliciosamente por la prensa anticatólica y que requieren explicaciones y precisiones, como las aquí señaladas en este escrito, que llegan -lamentablemente- sólo a una minoría cuando el daño propagado por los grandes medios ya está hecho de manera generalizada. El propio Francisco lo pide, pues ha dicho sobre la Curia: "Lo que sí he encontrado es ayuda y gente leal. Por ejemplo, a mi me gusta cuando una persona me dice: 'Yo no estoy de acuerdo', y esto lo he encontrado. 'Yo esto no lo veo, no estoy de acuerdo, yo se lo digo y luego haga lo que quiera': alguien que te dice eso es un verdadero colaborador, y eso lo he encontrado. Pero esos que te dicen: «Ay, qué bonito, qué bonito, qué bonito», y luego dicen lo contrario en otra parte, todavía no me he dado cuenta. Quizás hay alguno" (conversación con los periodistas que le acompañaban en el avión que le llevaba de vuelta a Roma después de haber participado en la JMJ de Río de Janeiro). Hacemos esta exhortación también con base en las propias palabras del papa Francisco: "Cuando el ternero tiene hambre, va con la vaca, va a su madre, a beber la leche; pero la vaca no se lo da rápidamente: parece que se lo quiera tener para ella. ¿Y que hace el ternerillo? empuja con su hocico las mamas de la vaca para que salga la leche. ¡Es una bella imagen! Y os pido por favor, de importunar a los pastores, molestar a los pastores, A TODOS NOSOTROS pastores, para que nosotros os demos la leche de la gracia, de la doctrina y de la guía". (Papa Francisco 12-V-14. Ver video AQUÍ)

En tiempos de extrema confusión como el nuestro, en el cual domina la sed de novedades, debemos recordar la exhortación del Apóstol San Pablo: “manteneos firmes y conservad las tradiciones que habéis aprendido” (2 Tes. 2, 14). Pidamos a Nuestra Señora la gracia de tener una constante fidelidad a la Iglesia, Una, Santa, Católica, Apostólica y Romana, la única verdadera Iglesia de Nuestro Señor Jesucristo.


19 comentarios:

  1. Yo, como sierva y humildemente, le pediría a nuestro papa Francisco: No más entrevistas ocasionales en aviones. No tantas homilías improvisadas en Santa Marta. Que su predicación la haga dentro de marcos más formales para un Vicario de Cristo, de modo que su palabra sea más meditada, menos improvisada, y por ende con más peso. Creo que se evitaría, y nos evitaría, muchos dolores de cabeza.

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  2. 21 de enero de 2015. El papa Francisco enalteció este miércoles a las familias numerosas, en una suerte de respuesta a la controversia que suscitó por haber criticado hace dos días a los católicos que procrean “como conejos”.

    “Siento alegría de ver tantas familias numerosas que acogen a tantos niños que son dones de Dios. Todo hijo es una bendición. Decir que tener tantos niños es la causa de la pobreza me parece una opinión simplista”, afirmó el papa durante la audiencia general en la Sala Pablo VI.

    Con esas palabras, el pontífice argentino daba una explicación a los sectores y movimiento católicos conservadores que promueven a la familia numerosa.

    “Algunos creen, perdonen la expresión, que para ser buen católico tenemos que ser como conejos”, dijo Francisco a la prensa durante el vuelo de regreso de Sri Lanka y Filipinas, generando una ola de reacciones.

    Dos días después, el papa argentino explicó durante la audiencia en el Vaticano que la causa de la pobreza en el mundo “no es el elevado número de hijos”, sino “un sistema económico que ha hecho que la gente se deje guiar por el Dios dinero”.

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    1. Lo malo es que la Prensa, en su mayoría, no destacará esto o no se le dará la misma prioridad noticiosa. El daño no es totalmente reversible. Algo queda en muchos.

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  3. No soy especialista en hermenéutica. Pero no se necesita serlo para notar que el Papa se refería a que un católico no está obligado a tener más hijos de los que pueda criar dignamente, pues no pocos católicos tienen la falsa creencia de que el mandato "Creced y multiplicaos" es incondicional. Este mandato ha sido explicado en todos sus matices por la Iglesia.

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  4. Por favor que hable claro y no improvise. Está causando mucha confusión.

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  5. La prudencia es una virtud, la sabiduría un Don.
    El timón --pequeño instrumento del gran barco -- es causa de atención constante para el capitán, pues aun que es pequeño conduce el destino de todo el gran barco, porque si; este falla, perdería ruta y todo abordo se iría a la deriva.
    Sabiduría y prudencia, Don y virtud, del capitán deben ser compañía en permanencia.

    Parafraseando a Santiago Apóstol.

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  6. De acuerdo con el comentarista anónimo.
    En este caso Francisco enmendó un tanto lo de los conejos, pero ha hecho en otras ocasiones declaraciones que deja estupefactos hasta a los católicos poco conservadores.

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  7. Supongo que los lectores sabrán la razón. No he escondido jamás que soy madre de cinco maravillosos hijos. Siempre los he considerado mi “corona”, mis regalos de Dios, mis bendiciones. Los he lucido con orgullo, no porque los considere míos (que no lo son), sino porque siempre los he sentido como regalos de Dios, confiados a nosotros (los padres) para devolvérselos algún día.
    Hace tiempo que entendí que los hijos no son fruto de la decisión de los padres, sino de Dios. “Antes de que estuvieras en el vientre materno, yo ya te conocía”, así dice el Señor. Todos hemos estado en la mente de Dios desde la Eternidad, por eso, ningún niño es un error para Dios. Lo contrario de lo que se nos quiere convencer ahora por parte de esta egoísta sociedad. Puede que un nacimiento no se dé en las mejores circunstancias, pero “error”, jamás. “Dios siempre escribe recto con renglones torcidos”, se dice.
    Los cristianos defendemos la vida como resultado de la voluntad de Dios. Por eso, la defendemos cuando a los ojos del mundo es indefendible: en caso de violaciones, en caso de malformaciones, en caso de peligro para la madre durante el embarazo… Somos escándalo para el mundo, porque para nosotros, todo hijo es una bendición de Dios.
    De ahí mi estupor anoche cuando oí las desafortunadas palabras del Santo Padre: “Hay quienes creen que para ser buenos católicos debemos ser (perdónenme por la expresión) como conejos”.
    Santo Padre, ¿realmente era necesaria esa expresión? Usted sabía la carga significativa que tenía, de hecho, pidió perdón antes de usarla. Y yo me pregunto, ¿tener muchos hijos es actuar “como conejos”? Pensemos que el Santo Padre quiso decir (ya empiezo con interpretaciones) que los conejos no tienen voluntad para engendrar, que simplemente actúan según criterios de la Naturaleza. Muy bien, quizás quiso decir eso.
    Pero no deja de sorprenderme que se “animalizara” de tal forma el acto de concebir un hijo. Porque, el alma humana, tiene un valor infinito para Dios. Y toda alma humana es única, de valor incalculable. ¿Conejos? Santo Padre, no. El mundo piensa eso, el cristiano, no.
    El cristiano no debe hacer “hijos en serie”, continuó ayer en el avión.
    ¡Qué palabras tan duras! Una cosa hecha en serie es algo que carece de valor, porque no es única. Supone también una automatización, donde no interviene la voluntad, la creatividad, el ingenio humano; actuar como robots sin conciencia alguna de lo que se está haciendo. “Hijos en serie…”
    ¿Mis hijos están hechos en serie? ¿No son únicos para Dios? ¿Le resto valor al primero por el hecho de haber tenido más? ¿El quinto no es una bendición de Dios? ¿Es un número de serie?
    Este tipo de expresiones las he oído demasiadas veces en la ONU, cuando se defiende al aborto. Se empieza por cosificar (animalizar) al ser humano y se acaba defendiendo lo indefendible.
    Pero el Santo Padre siguió hablando… y comenta que regañó a una madre que estaba embarazada del octavo hijo, porque había sufrido siete cesáreas: “¿Qué quiere, dejar huérfanos a sus hijos? ¡Eso es tentar a Dios!”.
    Santo Padre, usted siempre ha dicho que el pastor tiene que oler a oveja. Tiene que estar cerca de ellas, conocerlas, sufrir con ellas. Si fuera así, jamás hubiera regañado a esta madre. Yo he sufrido cinco cesáreas. Y el mundo me ha crucificado. Mucho. Pero a mi marido, aún más.
    Para el mundo, como soy cristiana, perdí mi capacidad de decisión y actúo como una autómata. Me dejo embazar, así, sin más. Y a mis hijos, ¡qué le den!
    Santo Padre, ¡qué injusto! ¿También lo tengo que escuchar de usted? ¿Mi padre espiritual?
    Mi marido y yo somos muy conscientes de lo que nos jugamos. Mis hijos, también. Cada embarazo que sufrí a partir del tercero ha supuesto un enorme susto para nosotros. No soy un autómata incapaz de pensar. ¡Ojala lo fuera! El problema es que, para algunos matrimonios, Dios tiene voluntad propia. Por mucho que usted diga que conoce muchos métodos (¿de verdad?, ¿no naturales?) para evitar un embarazo, no son métodos infalibles y menos para algunas parejas.

    sigue...

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    1. Precisamente, si la Iglesia permite los métodos naturales, es porque siempre se deja abierta la puerta a Dios. Y… sorpresa, sorpresa (porque Dios siempre sorprende), por alguna “extraña” razón, Dios manda hijos a quien posa su confianza en Él.
      Mi cuarto hijo y mi quinto no han sido programados. Tampoco son hijos en serie. Y menos han sido fruto de nuestro tentar a Dios. ¿O si? Escuchamos las enseñanzas de la Iglesia y a pesar de las ENORMES presiones que recibimos para usar métodos no naturales (incluso dentro de la misma Iglesia), a pesar del peligro para mi salud, pusimos nuestra confianza en Él. ¡Qué paso más terrible! ¡Qué duro!
      ¿Cómo se puede acusar a un matrimonio de querer dejar huérfanos a sus hijos? Yo misma he escuchado esa frase en boca de mucha gente. ¡Y duele! ¿Cómo puede acusar a esa madre tan duramente? ¡Yo no quiero dejar huérfanos a mis hijos! ¡Nadie lo quiere! Pero… creo en Dios. Creo en su voluntad. Y confío en Él. Incluso a costa de mi propia vida. No dijo el propio Jesús, “No hay nadie más feliz que quien da la vida por un amigo”. ¿Acaso no es eso transferible a los hijos?
      Cada día de mis últimos embarazos fue consciente de que podían ser los últimos. Mi marido, también. No me reste valor pensando que soy una autómata sometida a una religión sin fundamento. Si hubiera escuchado a esta madre, hubiera oído su lucha diaria por seguir confiando en Dios. En lo dura que es. En lo difícil que resulta. Sobre todo, en un mundo donde es tan fácil como acudir a una farmacia y solicitar un anticonceptivo.
      No necesitamos su regañina (ya nos la da el mundo), necesitamos su apoyo. Porque es una decisión difícil, diaria, que pesa.
      Y, ¿sabe? Mi cuarto hijo nació en Diciembre. El día del parto me había preparado. Había confesado, y fui a misa con mi marido. Cuando me llevaron en camilla hacia el paritorio, apareció un coro de niños. Habían acudido al Hospital para cantar villancicos a los pacientes. Me hicieron un pasillo y cantaron… ¡Si, cantaron! Luego, bajaron al paritorio y los médicos abrieron las puertas para que pudiese escucharlos. Mi hijo nació a las 12 (hora del Ángelus) bajo los cánticos “Ha nacido Enmanuel”. La enfermera (que no me conocía de nada), cuando lo cogió en brazos se emocionó me susurró al oído “en verdad, éste es un regalo de Dios”.
      Y, estoy de acuerdo con ella.
      Mi quinto hijo también es de Diciembre. Y ¿sabe? “Curiosamente” también recibió los cantos de los niños. Yo he sobrenaturalizado mis partos. María estuvo presente en ellos. Sentí la comunión de los Santos… Por favor, no le reste sobrenaturalidad a ellos. Ya lo hace el mundo.
      ¿María tentó a Dios? Si hubiese escuchado al mundo, Jesús no habría nacido. Pero depositó su confianza en Dios. Se fió. Fue generosa.
      Finalmente, un apunte. Mis hijos sabían del peligro que corría. Nunca se lo escondí. Rezaron por mí y por sus hermanitos. Y, este verano, cuando fuimos a Lourdes para dar gracias a María por el parto sin incidentes, ¿sabe lo que pidió mi hijo mayor? ¡Otro hermanito!
      Creo que un niño nos puede enseñar mucho. Mi hijo me enseñó generosidad. Y valor. Santo Padre, escuche a sus ovejas, por favor, porque nos sentimos perdidas. Qué quiere ir a por las que están fuera del redil, ¡fenomenal!, pero no se olvide de las que estamos dentro. Quizás, ahora más que nunca, estemos necesitadas de un buen pastor.

      Mónica C. Ars

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    2. Como una nueva Santa Catalina de Siena, -que por cierto fue la hija número veinticuatro de sus padres-, gran santa que gracias a su valiente actuación, llamó hasta el mismo papa al cumplimiento de sus obligaciones para restaurar la Iglesia de su tiempo, Mónica de una manera respetuosa y filial, hace un llamado a Francisco a confirmar en la fe y en la moral sobre la procreación en la familia, a las madres, a los matrimonios católicos. Haciendo hincapié en la grandeza de la vida que únicamente viene de la voluntad de Dios y que por incomprensibles y adversas que sean las circunstancias, cada ser humano es un acto de la sabiduría y del amor divinos.
      Muchas felicidades por la firmeza en la fe, por la confianza en Dios,por no dejarse confundir y hacer ese llamado al Papa, que tristemente tal vez llamara conejos a los papás de Santa Catalina, la cual nunca hubiera nacido si hubieran pensado en que “tres hijos está bien”.
      Pidamos a Dios que abunden matrimonios generosos y valientes ante tantos ataques contra las familias numerosas.

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  8. Respuesta improvisada o tono coloquial el ya decir "como conejos" no sólo ofende a quienes tienen familias numerosas sino a todo católico, el Papa por muy improvisadas que sean sus entrevistas y respuestas debe de tener como base y fundamento en sus respuestas el Magisterio de la Iglesia y el respeto hacia la persona humana, dejando a un lado su forma coloquial de hablar y ponerse en su lugar de Vicario de Cristo; no me imagino a Jesús cuando los fariseos y escribas de "improviso" lo ponían a prueba dando una respuesta coloquial, era firme, directo, conocía las intenciones y corazones de quienes lo cuestionaban, si Francisco tuviera esa Luz en su pensamiento y corazón, sabría muy bien el teje y maneje de los medios de comunicación y de cuántas maneras se busca el escándalo con lo que dice. Que tenga más cuidado en sus respuestas improvisadas o no, y antes de responder que el Espíritu Santo lo ilumine para hablar con Caridad, con la Verdad, y sobre todo busque la salvación de las almas.

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  9. Dios me perdone, pero... si el papa Francisco quiere realmente ser y parecer humilde, y dejar ese mensaje, ¿por qué no deja de sobresalir? Acá, lo más importante no es ni el cómo, ni lo qué dijo, sino porqué lo dijo de esa forma. ¿Qué quiere conseguir expresándose de la forma en que lo hace, tener más seguidores, mostrarse más cerca del pueblo (Nadie como Jesús que se acercó a los pecadores y pasó años con ellos, pero siempre fue "cuidado" y medido en sus palabras, nunca ofendió con lo que decía aunque para muchos la verdad era ofensiva)?

    Yo creo que lo hace para "ganarse a las personas", pero las formas no son las correctas para una persona que representa a todos los católicos, a quienes la humildad debe ser una de las características fundamentales: está bien si fueran entre amigos, ¡pero no para el Papa!

    También se desubicó cuando dijo que las monjas no tienen que tener cara de solteronas: ese comentario está de más en cualquier persona, la comparación es malísima, y más en el Vicario de Cristo. Conozco muchos "solterones" felices, no van por la vida con cara de amargados (a veces los casados van así por la vida) y son mejores católicos que muchas personas que dicen serlo.

    El Papa Francisco tendría que pensar muchas veces antes de decir las cosas: ser directo no implica decir las cosas sin filtro, se debe tener tacto.

    Ruego al Espíritu Santo que sea Él quien hable a través del Papa, para evitar confusiones en los que no estamos muy formados en la Fe: gracias Catolicidad por ayudarme a estar más formada.

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  10. En su homilía del 23 de enero, Francisco acerca del Sacramento de la Penitencia dijo: "La confesión no es un juicio es un encuentro con Dios que perdona”, sin embargo el Magisterio de la Iglesia dice : “Si alguno dijere que la confesión de todos los pecados, no es un acto judicial…sea anatema”(Denzinger,919).
    ¿Por qué tantos errores, confusiones y ambigüedades?
    ¿Acaso esto no lo tendría que reparar como lo de los conejos?

    Un saludo en Cristo Dios.

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    1. Si Cristo dijo: "Quedan perdonados los pecados a aquellos a quienes los perdonareis; y quedan retenidos a los que se los retuviereis" (Jn XX, 23), perdonar o retener implica UN JUICIO, como lo denomina el Concilio de Trento en el canon 9 sobre el sacramento de la Penitencia al señalar que es un ACTO JUDICIAL.

      Ésa es la doctrina de siempre de la Iglesia Católica, señalar lo contrario es un error personal que contraviene el Magisterio de la Iglesia. Recuérdese que si el Papa no habla de manera infalible (reuniendo ciertas condiciones para que se dé esta prerrogativa del Vicario de Cristo) puede errar en lo personal.

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    2. El mismo papa Francisco ha pedido que sus colaboradores le digan cuando sea necesario: "No estoy de acuerdo, yo se lo digo", pero parece que sólo le dicen: "Ay qué bonito, qué bonito, qué bonito".

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  11. Buenas tardes, Catolicidad,

    Yo soy "Anónimo" del 24 de enero de 2015, 17:46.

    Seguí los comentarios de este post y quisiera hacerles una consulta o pedirles que si ya tienen un post, me indiquen cuál es, o s,i por favor, pudieran crear uno cuando tengan tiempo sobre la infalibilidad del Papa: ¿qué requisitos debe seguir para pensar que lo que dice en infalible? ¿Cómo darse cuenta, aunque cumpla los requisitos, que no va en contra de la verdad (aunque hay que fijarse que diga lo que dice la doctrina y el catecismo y la Biblia)? Tengo muchas dudas al respecto, pueden orientarme.

    Desde ya gracias.

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    1. Con mucho gusto pondremos un post sobre la infalibilidad. Esté usted pendiente.

      Un abrazo en Cristo.

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    2. Muchas gracias por su respuesta y su buena predisposición para crear un post al respecto.

      Estoy suscripta, con lo cual creo que me llegara a mi correo la nueva entrada; de todas formas, estaré atenta porque siempre los consulto: Uds. son como mi diario de todos (a veces casi) los días.

      Saludos.

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