martes, 29 de agosto de 2017

CONDENACIÓN A CUALQUIERA QUE INTENTE CAMBIAR LA DOCTRINA DE CRISTO. NADIE TIENE AUTORIDAD PARA ELLO.

Buscan agradar a los hombres y no a Dios quienes tal intento hacen. Tal es el caso de los modernistas que cambian y pervierten la doctrina o autorizan prácticas sacrílegas como la comunión de los amancebados.

4 comentarios:

  1. Me queda clarisimo. Solo me pregunto porque se ha deformado la enseñanza que Cristo y sus Apóstoles nos dejaron para nuestra salvación y la del mundo.

    "Parece que nuestros jerarcas están más empeñados en agradar a los jerarcas de otras Religiones que están basadas en herejías que en preservar nuestra Santa Religión de herencia de Cristo".

    Sin tomar en cuenta Su Santo Evangelio donde expresamente nos dijo que no debía cambiarse nada de el
    ¿O acaso piensan que Cristo se equivoco. Y le están corrigiendo?.
    Como los Protestantes que renegaron de el haciendo su propia Biblia deformada a su gusto.

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  2. DOGMA: NADIE QUE NO ESTÉ DENTRO DE LA IGLESIA CATÓLICA, NO SÓLO LOS PAGANOS, SINO TAMBIÉN JUDÍOS O HEREJES Y CISMÁTICOS, PUEDE HACERSE PARTÍCIPE DE LA VIDA ETERNA, SINO QUE IRÁ AL FUEGO ETERNO QUE ESTÁ APAREJADO PARA EL DIABLO Y SUS ÁNGELES, A NO SER QUE ANTES DE SU MUERTE SE UNIERE CON ELLA

    Papa San Gregorio Magno, citado en Summo iugiter studio, 590-604: “La santa Iglesia universal enseña que no es posible adorar verdaderamente a Dios excepto en ella, y asevera que todos los que están fuera de ella no serán salvos”. The Papal Encyclicals, vol. 1 (1740‐1878), p. 230.

    Papa Inocencio III, Eius exemplo, 18 de diciembre de 1208: “De corazón creemos y con la boca confesamos una sola Iglesia, no de herejes, sino la santa, romana, católica y apostólica, fuera de la cual creemos nadie se salva”. Denzinger 423.

    Papa Inocencio III, Cuarto Concilio de Letrán, constitución 1, 1215, ex cathedra: “Y una sola es la Iglesia universal de los fieles, fuera de la cual absolutamente nadie se salva, y en ella el mismo sacerdote es sacrificio, Jesucristo”. Decrees of the Ecumenical Councils [Decretos de los Concilios Ecuménicos], Sheed & Ward and Georgetown University Press, 1990, vol. 1, p. 230; Denzinger 430.

    Papa Bonifacio VIII, Unam sanctam, 18 de noviembre de 1302, ex cathedra: “Por apremio de la fe, estamos obligados a creer y mantener que hay una sola y santa Iglesia católica y la misma Apostólica, y nosotros firmemente la creemos y simplemente la confesamos, y fuera de ella no hay salvación ni remisión de los pecados. (…) Ahora bien, someterse al Romano Pontífice, lo declaramos, lo decimos, definimos y pronunciamos como de toda necesidad de salvación para toda criatura humana”. Denzinger, The Sources of Catholic Dogma [El Magisterio de la Iglesia], B. Herder Book. Co., Thirtieth Edition, 1957, 468‐469.

    Papa Clemente V, Concilio de Vienne, decreto # 30, 1311-1312, ex cathedra: “Puesto que hay tanto para regulares y seglares, para superiores y súbditos, para exentos y no exentos, una Iglesia universal, fuera de la cual no hay salvación, puesto que para todos ellos hay un solo Señor, una fe, un bautismo…”. Decrees of the Ecumenical Councils, vol. 1, p. 386.

    Papa Benedicto XII, Benedictus Deus, 1336, ex cathedra: “Definimos además que, según la común ordenación de Dios, las almas de los que salen del mundo con pecado mortal actual, inmediatamente después de su muerte bajan al infierno donde son atormentados con penas infernales...” (Denzinger 531).

    Papa Clemente VI, Super quibusdam, 20 de septiembre de 1351: “En segundo lugar, preguntamos si creéis tú y los armenios que te obedecen que ningún hombre viador podrá finalmente salvarse fuera de la fe de la misma Iglesia y de la obediencia de los Romanos Pontífices”. Denzinger 570b.

    Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, sesión 8, 22 de noviembre de 1439, ex cathedra: “Todo el que quiera salvarse, ante todo es menester que mantenga la fe católica; y el que no la guardare íntegra e inviolada, sin duda perecerá para siempre”. Decrees of the Ecumenical Councils, vol. 1, pp. 550‐553; Denzinger 39‐40.

    Papa Eugenio IV, Concilio de DOGMA: NADIE QUE NO ESTÉ DENTRO DE LA IGLESIA CATÓLICA, NO SÓLO LOS PAGANOS, SINO TAMBIÉN JUDÍOS O HEREJES Y CISMÁTICOS, PUEDE HACERSE PARTÍCIPE DE LA VIDA ETERNA, SINO QUE IRÁ AL FUEGO ETERNO QUE ESTÁ APAREJADO PARA EL DIABLO Y SUS ÁNGELES, A NO SER QUE ANTES DE SU MUERTE SE UNIERE CON ELLA

    Papa San Gregorio Magno, citado en Summo iugiter studio, 590-604: “La santa Iglesia universal enseña que no es posible adorar verdaderamente a Dios excepto en ella, y asevera que todos los que están fuera de ella no serán salvos”. The Papal Encyclicals, vol. 1 (1740‐1878), p. 230.

    Papa Inocencio III, Eius exemplo, 18 de diciembre de 1208: “De corazón creemos y con la boca confesamos una sola Iglesia, no de herejes, sino la santa, romana, católica y apostólica, fuera de la cual creemos nadie se salva”. Denzinger 423.

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    1. Papa Inocencio III, Cuarto Concilio de Letrán, constitución 1, 1215, ex cathedra: “Y una sola es la Iglesia universal de los fieles, fuera de la cual absolutamente nadie se salva, y en ella el mismo sacerdote es sacrificio, Jesucristo”. Decrees of the Ecumenical Councils [Decretos de los Concilios Ecuménicos], Sheed & Ward and Georgetown University Press, 1990, vol. 1, p. 230; Denzinger 430.

      Papa Bonifacio VIII, Unam sanctam, 18 de noviembre de 1302, ex cathedra: “Por apremio de la fe, estamos obligados a creer y mantener que hay una sola y santa Iglesia católica y la misma Apostólica, y nosotros firmemente la creemos y simplemente la confesamos, y fuera de ella no hay salvación ni remisión de los pecados. (…) Ahora bien, someterse al Romano Pontífice, lo declaramos, lo decimos, definimos y pronunciamos como de toda necesidad de salvación para toda criatura humana”. Denzinger, The Sources of Catholic Dogma [El Magisterio de la Iglesia], B. Herder Book. Co., Thirtieth Edition, 1957, 468‐469.

      Papa Clemente V, Concilio de Vienne, decreto # 30, 1311-1312, ex cathedra: “Puesto que hay tanto para regulares y seglares, para superiores y súbditos, para exentos y no exentos, una Iglesia universal, fuera de la cual no hay salvación, puesto que para todos ellos hay un solo Señor, una fe, un bautismo…”. Decrees of the Ecumenical Councils, vol. 1, p. 386.

      Papa Benedicto XII, Benedictus Deus, 1336, ex cathedra: “Definimos además que, según la común ordenación de Dios, las almas de los que salen del mundo con pecado mortal actual, inmediatamente después de su muerte bajan al infierno donde son atormentados con penas infernales...” (Denzinger 531).

      Papa Clemente VI, Super quibusdam, 20 de septiembre de 1351: “En segundo lugar, preguntamos si creéis tú y los armenios que te obedecen que ningún hombre viador podrá finalmente salvarse fuera de la fe de la misma Iglesia y de la obediencia de los Romanos Pontífices”. Denzinger 570b.

      Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia, sesión 8, 22 de noviembre de 1439, ex cathedra: “Todo el que quiera salvarse, ante todo es menester que mantenga la fe católica; y el que no la guardare íntegra e inviolada, sin duda perecerá para siempre”. Decrees of the Ecumenical Councils, vol. 1, pp. 550‐553; Denzinger 39‐40.

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      Papa Pío IX, Nostis et nobiscum, # 10, 8 de diciembre de 1849: “En particular hay que procurar que los mismos fieles tengan fijo en sus almas y profundamente grabado el dogma de nuestra santa Religión de que es necesaria la fe católica para obtener la eterna salvación. (Esta doctrina recibida de Cristo y enfatizada por los Padres y Concilios, está contenida también en las fórmulas de profesión de fe usadas por los católicos latinos, griegos y orientales)”. The Papal Encyclicals, vol. 1 (1740‐1878), p. 297 y nota 4.

      Papa Pío IX, Syllabus de errores modernos, 8 de diciembre de 1864, proposición 16: “Los hombres pueden encontrar en el culto de cualquier religión el camino de la salvación eterna y alcanzar la eterna salvación. – Condenada”. Denzinger 1716.

      Papa Pío IX, Concilio Vaticano I, sesión 2, Profesión de fe, 1870, ex cathedra: “Esta verdadera fe católica, fuera de la que nadie puede ser salvo, que ahora voluntariamente profeso y verdaderamente mantengo…”. Decrees of the Ecumenical Councils, vol. 2, p. 803.

      Papa Pío IX, Concilio Vaticano I, 1870, sesión 3, cap. 3, ex cathedra: “Ahora bien, deben creerse con fe divina y católica todas aquellas cosas que se contienen en la palabra de Dios escrita o tradicional, y son propuestas por la Iglesia para ser creídas como divinamente reveladas, ora por solemne juicio, ora por su ordinario y universal magisterio”. Denzinger 1792.

      Papa León XIII, Tametsi futura prospicientibus, # 7, 1 de noviembre de 1900: “Cristo es el ‘Camino’ del hombre; la Iglesia también es su ‘Camino’. (…) De aquí que todos los que quieran encontrar la salvación fuera de la Iglesia son descarriados y se esfuerzan en vano”. The Papal Encyclicals, vol. 2 (1878‐1903), p. 474.

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      Papa San Pío X, Iucunda sane, # 9, 12 de marzo de 1904: “Pero al mismo tiempo no podemos dejar recordar a todos, grandes y pequeños, como lo hizo el Papa San Gregorio, de la necesidad absoluta de recurrir a esta Iglesia para tener salvación eterna…”. The Papal Encyclicals, vol. 3 (1903‐1939), p. 22.

      Papa San Pío X, Editae saepe, # 29, 26 de mayo de 1910: “La Iglesia sola posee junto con su magisterio el poder de gobernar y santificar la sociedad humana. Por sus ministros y sirvientes (cada uno en su propia posición y cargo), ella confiere sobre la humanidad los medios apropiados y necesarios de salvación”. The Papal Encyclicals, vol. 3 (1903‐1939), pp. 121‐122.

      Papa Pío XI, Mortalium animos, # 11, 6 de enero de 1928: “Sólo la Iglesia católica es la que conserva el culto verdadero. Ella es la fuente de la verdad, la morada de la fe, el templo de Dios; quienquiera que en él no entre o de él salga, ha perdido la esperanza de vida y de salvación”. The Papal Encyclicals, vol. 3 (1903‐1939), p. 318.

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