sábado, 5 de agosto de 2017

¿LOS PECADOS CONTRA LA PUREZA SON INSUPERABLES?


Aunque algunos necios digan que es absolutamente imposible resistir las tentaciones de la carne, se engañan, y no dicen verdad; si bien es cierto que ninguno puede ser continente y casto si Dios no lo concede, en cambio si se le invoca y se le pide su ayuda es realmente posible. Y tan es así que el Apóstol san Pablo contradice lo que afirman esos necios, y es de fe católica, que Dios es fiel, y no permitirá que ninguno sea tentado más de lo que pueda tolerar asistido de su divina gracia (Cor. X, 13). La oración constante, la frecuencia de los sacramentos, tener siempre en consideración que estamos bajo la presencia de Dios y la huida de las ocasiones de pecado, son esenciales en esta batalla. El Espíritu Santo dice: Acuérdate de los novísimos (los novísimos son cuatro: muerte, juicio, infierno y cielo) y jamás pecarás (Eccles. VII, 14); y en consecuencia, con la ayuda de Dios, la tentación, por viva que sea, siempre puede resistirse.

De tres causas, dice san Buenaventura, suele proceder que las tentaciones contra la pureza (pensamientos, deseos, miradas y acciones) suban mucho de punto, de tal modo que lleguen a parecer -aparentemente- insuperables:

La primera es, si nuestro pensamiento no se aparta, ni la imaginación advierte de la idea torpe que se le representa. Si la representación indigna va y viene una y otra vez, remueve las pasiones que a manera de un fuego, encienden la sangre, y aumentan la tentación de un modo que parece no ser posible el resistirla. El remedio, es, pues, desviar prontamente la imaginación a otra cosa, aunque sea natural o indiferente; al alejar la mente de la tentación se verá por experiencia que calma su fiereza, al no pensar y regordearse en ella. Pero mientras la imaginación no cesa, la tentación camina siempre en aumento.

La segunda causa de la vehemencia de estas tentaciones suele provenir de un sutil y pernicioso engaño que el demonio persuade a gente timorata, que nunca se ha manchado con lo abominable de esos vicios, que el deleite es sumo y grandemente apetecible; y que una vez experimentado, saciará para siempre. Esta tentación se funda en un horrible engaño del demonio, claramente falso; porque, como la experiencia lo demuestra, el pecado lejos de saciar, enciende un furor horrible, que exige nuevas culpas, y más y más, y que hace a la lujuria, en cualquiera de sus formas, insaciable y la convierte en un vicio del que difícilmente se sale; y por otra parte los deleites abyectos, dado que son vivos e intensos, ¡pero son tan infames! ¡tan momentáneos! ¡tan asquerosos! llenan al alma de tan negros remordimientos, que no deben de probarse jamás.

La tercera causa de crecer tanto las tentaciones de esta especie, es porque muchas almas no están bien resueltas a despreciarlas y quitarlas, y arrojar lejos a Satanás, y así se pierden. Fíanse en que es cosa leve lo que hacen, y engáñanse, y así vienen a perecer miserablemente. El remedio es una resolución firme, firmísima, de morir antes que pecar, y a consecuencia de ella, evitar todas las ocasiones (y peligros) por pequeñas e inofensivas que aparentemente nos parezcan, pues el demonio buscará persuadirnos de que no constituyen peligro.

No nos dejemos cerrar el cielo por nuestros pecados o por amoldar nuestra mente a la sociedad en la que vivimos con su secularismo y materialismo. Los pecados contra la pureza son los que más almas llevan al infierno, nos advierte la Virgen en Fátima. No incurramos en ellos. Y si se tiene la desgracia de vivir atrapado en vicios contra la virtud de la Castidad, tengamos claro que siempre es posible salir de ellos con la ayuda de Dios, la oración*, la frecuencia de los sacramentos y la huida de las ocasiones de pecado, teniendo siempre presente que Dios nos ve en todo lugar y momento.

 ¡Con determinación demos la batalla! La vida es una lucha viril contra nosotros mismos y contra nuestras malas inclinaciones. El genuino hombre domina y controla sus pasiones como el jinete a la bestia. Y si ocasionalmente llega a ser tumbado, se levanta y monta de nuevo con mayor determinación, pues la castidad es una cualidad para verdaderos hombres.



*NOTA: El Rosario y la devoción a las tres avemarías diarias (como se explican AQUÍ) son de gran utilidad.
Ver también (haz clic): ¿ADICTO A LA PORNOGRAFÍA? 12 PASOS PARA LIBERARSE

7 comentarios:

  1. Interesante e indispensable para vivir en Gracia de Dios

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  2. LES DIRE COMO HICE YO PARA SUPERARLO CON RESULTADO INFALIBLE: SIMPLEMENTE LE PEDI A JESUS QUE, SI MIS IMPULSOS NATURALES, ME IBAN A MANDAR AL INFIERNO, QUE ME LOS QUITASE....LE DIJE MUCHAS GRACIAS POR EL LIBRE ALBEDRIO PERO COMO NO LO PUEDO MANEJAR TE LO DEVUELVO.....HAZ DE MI LO QUE TU QUIERES Y NO LO QUE A MI ME PARECE PORQUE MI OBJETIVO ES NO IRME AL INFIERNO....SI ES NECESARIO, SEÑOR, HAZME UNA "CASTRACION ESPIRITUAL" SIN QUIROFANO. MUCHAS GRACIAS, TE AMO Y TE BENDIGO......¿Y SABEN QUE? ...FUNCIONO DE INNMEDIATO !!!! HACE AÑOS QUE VIVO EN CASTIDAD SIN NOTARLO Y SOY REALMENTE FELIZ !!
    FUNCIONA, !! PIDANLE LO MISMO A JESUS , CON SUS PALABRAS..!! Y EL LOS LIBRARA DE ACOSO DEL DEMONIO ASMODEO..!! COMPARTAN PARA QUE OTROS LO SEPAN.
    DIOS LOS BENDIGA A TODOS USTEDES !!
    PDD: MIS MAYUSCULAS NO SON GRITOS, ESO ES UNA BOBADA QUE INVENTO YAHOO EN LOS 90 SIN NINGUN ASIDERO EN LA RAE.....MIS MAYUSCULAS SON SOLO PARA FACILITAR LECTURA A PERSONAS CON PANTALLAS CHICAS O PROBLEMAS VISUALES

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  3. A un lector: La doctrina y los consejos tienen validez siempre, ayer, hoy y mañana. Independientemente de la acción de los modernistas.

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  4. He estado teniendo una especulación, ¿será este pecado la causa de todas las herejías?

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    1. No, la herejía es un pecado de la inteligencia, soberbia tal vez antes que esa otra, el grano que no muere no da frutos, se aplica a los que no quieren abandonar sus criterios humanos para adherirse a los de Cristo, usted puede dejar casa familia etc por Cristo pero si no se deja a sí mismo no da fruto, la liturgia lo expresa muy bien cuando habla de POBRES DE SÍ MISMOS.

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  5. http://porlafecatolica.blogspot.com.ar/2008/10/la-curiosidad.html

    2) LO QUE DICE UN SANTO SOBRE LA CURIOSIDAD (San Bernardo):
    La curiosidad hace que nos guste andar por muchas partes, y ya estemos sentados, o de pié, todo es mover los ojos de aquí para allá, y prestar oídos para todo lo que se dice. La persona que hace esto, demuestra con esta agitación una enfermedad del alma, y que le hace menos circunspecto, más descuidado de sí y de sus cosas, y más atento para las ajenas.
    Como esta alma se desconoce a sí misma, se sale de sí y comienza a usar de todos sus sentidos y facultades para mirar y curiosear lo que pasa en el mundo exterior.

    “Oye, tú, curioso, escucha a Salomón, escucha lo que te dice el Sabio: <>, como quien dice: vigila todos tus sentidos, custodia el mayor tesoro que es el amor y la gracia de Dios. ¿a dónde vas tú, curioso, cuando te apartas de ti? ¿a qué guarda te confías cuando te dejas abandonado? No debes mirar a todas partes, a la tierra debes mirar para aprender a conocerte; ella te pondrá ante los ojos que eres polvo y en polvo te has de convertir”

    San Bernardo dice que EL CURIOSO IMITA A DINA, A EVA Y AL PROPIO SATANÁS.

    DINA, por curiosa, salió por el campo, y ello fue causa que la raptaran y le robaran la virginidad.
    “¿Que necesidad tenías, Dina, de irte a mirar a las mujeres extranjeras?
    ¿qué te importaban a ti? ¿la curiosidad sola guió tus pasos?
    ¡quién iba a pensar que tu ociosidad curiosa, o tu ociosa curiosidad, iba a ser no vana, sino perniciosa, no sólo para ti y para tu familia, sino también para tus enemigos!”

    ¡También tú, EVA, estabas bien en el Paraíso, después te iban a llevar al cielo!
    Todos los frutos del paraíso eran para ti, menos los del árbol del bien y del mal.
    ¿por qué entonces te recreabas en mirar lo que no te era lícito comer?

    Si Eva dijera: ¿pero qué no puedo mirar a donde me plazca? Le respondería San Pablo: “todo me es lícito, pero no todo me es conveniente” El mirar no es necesariamente pecado, pero sí es ocasión de pecado.

    Eva, ¿por qué quisiste probar bocado de ese fruto prohibido, que además sabía muy mal?
    En parte por curiosidad, el árbol prohibido era el árbol de la ciencia del bien y del mal,
    ¡PERO EVA, NO DEBÍAS DE SABER MÁS DE LO QUE CONVENÍA SABER! Así, primero, la curiosidad atacó a Eva. Y Cuando la serpiente dijo: si comes, “de ninguna manera morirás”, se acrecentaron entonces los deseos de Eva, luego se excitó la gula, después la codicia con el “seréis como dioses”; y después terminó por desobedecer y comer del fruto prohibido.

    “¡MALDITA CURIOSIDAD, QUE TE HIZO PERECER A Ti, a Adán, y a tus descendientes!
    Por tu culpa, nacemos para morir, es más, antes de haber nacido, ya estamos muertos (pues somos concebidos sin gracia de Dios).”

    Y EL CURIOSO IMITA TAMBIÉN AL MISMO SATANÁS.
    “Eras imagen de Altísimo, colocado no en el paraíso terrenal, sino en las delicias del mismo paraíso de Dios, ¿qué más podías desear y apetecer?
    Estabas lleno de sabiduría, y eras perfecto en hermosura,
    ¡no busques cosas más altas que tú, ni ambiciones lo que está por encima de tus fuerzas!
    ¡quédate en ti mismo, no pretendas elevarte a mayores grandezas!
    PERO NO HACES CASO, Y DIRIGES curiosas miradas a quien es más alto que tú, y dices: “pondré mi trono allá arriba, y seré semejante al Altísimo”. ¿ADÓNDE TE LLEVÓ TU CURIOSIDAD, desgraciado? Te llevó a una gran presunción. Fue el comienzo de tu perdición y la de los tuyos. “SI EL ÁNGEL CAYÓ, FUE POR DEJARSE LLEVAR DE LA CURIOSIDAD, porque primero miró curiosamente, lo que después deseó ilícitamente y esperó conseguir presuntuosamente”.

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