Su Excelencia, Mons. Athanasius Schneider -muy conocido de nuestros lectores por los diversos posts que de él hemos publicado, por lo que no requiere presentación- viajó a México con motivo del Segundo Congreso Summorum Pontificum y ofició el Santo Sacrificio de la Misa con el rito tradicional en la antigua Basílica de Guadalupe (en la capital mexicana), donde antaño estaba la prodigiosa imagen de la Santísima Virgen de Guadalupe estampada en el ayate de Juan Diego.
El hecho fue realmente histórico, porque hacía medio siglo que no se decía ahí esta Misa que fue codificada por S.S. San Pío V en el año de 1570. Codificar significa que este Pontífice no inventó un rito sino que estableció la estructura de la Misa respetando la Tradición ininterrumpida de Cristo, de los apóstoles, de los Santos Padres, de los primeros siglos del cristianismo y de los Pontífices anteriores. Al tener sus orígenes en los mismos apóstoles también es conocida como Misa apostólica o Misa tridentina por ser esa labor de codificación resultado de un ordenamiento del Concilio dogmático de Trento.
Catolicidad tuvo el gusto y el honor de hablar con Su Excelencia a quien pedimos un mensaje para todos nuestros lectores. El video que viene a continuación consigna este hermoso mensaje que nos envía exhortándonos a conservar íntegra nuestra fe -con toda pureza- y ser fieles a Jesucristo y a su Verdad eterna. A continuación pueden escuchar sus alentadoras palabras:
El siguiente video muestra la procesión de entrada:
Aquí podrán escuchar un fragmento de la homilía de Su Excelencia predicando lo que ya poco se escucha en los sermones actuales: la importancia y trascendencia de enarbolar y reconocer el Reinado social de Cristo, del que mucho hemos comentado también nosotros. Actualmente es una verdad muy ocultada, pues los modernistas reniegan de él, ya que contradice su falso ecumenismo.
Finalmente un collage de fotografías del evento:
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Cuanta falta nos hace que los obispos y sacerdotes nos prediquen de esta forma, pero se han desviado ya no dicen nada, por esta causa la Iglesia y la sociedad esta tan descompuesta. Nos faltan religiosos que nos recuerden como
ResponderEliminardeben ser las cosas de Dios.
lo que puedo compartir es que nuestro Señor Jesucristo habla por medio de Monseñor, oremos para que sea escuchado la voz de nuestros queridos pastores en la ovejas del pueblo de Dios.
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