miércoles, 15 de octubre de 2014

TESIS PRO-HOMOSEXUALES DE LOS MODERNISTAS EN EL SÍNODO

“En nuestros días más que nunca, la fuerza de los malos es la cobardía y debilidad de los buenos, y todo el nervio del reino de Satán reside en la blandura de los cristianos”. San Pío X

“Los hijos de este siglo son, en sus negocios, más sagaces que los hijos de la luz” (Lc. XVI, 8)

Es un documento inaceptable, señaló
Mons. Gadecki
El Cardenal Péter Erdő escribió -a manera de resumen- una relación  denominada "Relatio post disceptationem" de las intervenciones durante la primera semana del Sínodo extraordinario para la familia. Sobra decir que en él se transcribe mayoritariamente las ideas, posturas e intervenciones de los modernistas al estilo de Kasper. Naturalmente este documento ha sido muy criticado. La propia Secretaría General del Sínodo, tras las fuertes reacciones y discusiones originadas por la publicación de la Relatio, y al hecho de que se le haya atribuido un valor que no corresponde a su naturaleza, reitera que dicho texto es sólo un documento de trabajo (¡"documento de trabajo" con sólo las tesis modernistas y lo publican en el sitio web del Vaticano!). Mons. Stanislaw Gadecki, arzobispo de Poznań y presidente de la Conferencia Episcopal de Polonia dice que es inaceptable y que contiene trazas de una ideología antimatrimonial.

En una entrevista concedida a Il Foglio, el cardenal Raymond Burke, Prefecto de la Signatura Apostólica, advierte que en el Sínodo «algunos sostienen la posibilidad de adoptar una praxis que se separa de la verdad de la fe», asegura que «algo no funciona bien si la información es manipulada de modo que se da realce solo a una tesis (la modernista)» y advierte que «un número consistente de obispos no acepta las ideas de "apertura", pero pocos lo saben». El cardenal espera un pronunciamiento papal «que solo podrá estar en continuidad con la enseñanza que la Iglesia ha dado durante toda su historia» .

Iremos presentando en rojo y cursivas algunos textos de la Relatio:

SOBRE LOS HOMOSEXUALES Y LA HOMOSEXUALIDAD:

"Las personas homosexuales tienen dones y cualidades para ofrecer a la comunidad cristiana".

Todo hombre tiene cualidades y dones en cuanto ser humano, eso no es ninguna novedad. El asunto aquí está si deba interpretarse que los tiene por ser homosexual, lo cual sería completamente falso. Los modernistas son ambiguos por naturaleza. Tan es así, que hasta una conocida activista homosexual, Miranda Salman, consideró esta frase como algo "exagerado" (Reforma 14-X-14, nacional, pág. 2). ¿Qué tienen de particulares y enriquecedores estos "dones y cualidades" que no existan en los demás seres humanos, según el clero modernista?

"Sin negar las problemáticas morales relacionadas con las uniones homosexuales, se toma en consideración que hay casos en que el apoyo mutuo, hasta el sacrificio, constituye un valioso soporte para la vida de las parejas".

Esto contradice directa y claramente la doctrina católica. ¿"Valioso soporte" el apoyo mutuo en una vida fundada en el pecado contra natura condenado explícitamente por la Palabra de Dios? Lejos, muy lejos ha llegado el modernismo en su heterodoxia doctrinal.

En el Antiguo Testamento, además del castigo de Sodoma (Génesis 19), debemos citar la ley dada por Dios a Israel: Lev. 18, 22 designa a la sodomía como una abominación, Lev 20, 13 castigada con la muerte. En el Nuevo Testamento, San Pablo condena explícitamente este vicio en varias epístolas (Romanos 1, 24-32, que se citan a continuación 1 Cor 6,10: "Ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los infames, ni los ladrones, [...] heredarán el reino de Dios", 1 Tim 1,10, dice la misma manera que "los asesinos, los fornicarios, los infames [...]".


El sentido común también es suficiente para ver que este vicio es contra la naturaleza, puesto que utiliza al contrario de su finalidad natural una función que Dios ha dado para la transmisión de la vida. Una desviación así de grave, en un asunto tan importante para el bien común (el futuro de la sociedad depende de ello), resulta evidente que es gravemente pecaminosa.

Un decreto del Santo Oficio del 24 de septiembre 1665 trata de la sodomía no para definir que es un pecado (lo que parece demasiado obvio), sino para indicar cómo este pecado se debe acusar en la confesión (la naturaleza de la culpa debe ser especificado de forma explícita, una acusación genérica no es suficiente para que la confesión sea íntegra) (DS 2044).

El Vaticano recordó que "los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados y que no pueden en ningún caso ser aprobados" (29 de diciembre de 1975, DS 4583), doctrina que se sigue transmitiendo hasta la catequesis actual.

Resulta absurdo que a un padre sinodal modernista le sea permitido elogiar el "apoyo mutuo" entre quienes realizan actos homosexuales que son intrínsecamente desordenados (pecaminosos) y contrarios a la ley natural. Los que en ninguna circunstancia pueden recibir aprobación alguna, pues constituyen en sí mismos un estructura de pecado.

Nadie es favorable a que se rechace a los homosexuales o sean discriminados por su condición; por el contrario, la Iglesia que es Madre y Maestra lleva a todo hombre el mensaje evangélico para su propia conversión, pero ello nada tiene que ver con las verdades que los modernistas callan -como que los homosexuales están llamados a una vida de castidad auxiliados por la ayuda de la oración y las gracias sacramentales- y las mentiras que el modernismo sostiene en este tema.

Pero la herejía modernista, infiltrándose, ha alcanzado puestos muy altos en la Iglesia Católica y sus corifeos "son seguramente enemigos de la Iglesia, y no se apartará de la verdadera doctrina quien dijera que ésta no ha tenido peores. Porque, en efecto, como ya se notó, ellos traman la ruina de la Iglesia, no desde fuera sino desde dentro; en nuestros días el peligro está casi en las entrañas mismas de la Iglesia y en sus mismas venas, y el daño producido por tales enemigos es tanto más inevitable cuanto más a fondo conocen a la Iglesia" (encíclica Pascendi Dominici Gregis de San Pío X). 


7 comentarios:

  1. El mal nunca tiene nada que perder en sí mismo, paradójicamente en su desahucio van las ganancias.
    Más allá de la desolación que causa en los fieles la situació actual, los hechos están previstos desde el principío, y contemplados dentro de los planes de la Divina Providencia. La palabra debe ser cumplida, y los que forman parte del ejército de Dios, nunca conocerán derrota.

    Saludos

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  2. Dice el articulo que: "Nadie es favorable a que se rechace a los homosexuales o sean discriminados por su condición"... Hombre, a mi, así a bote pronto, se me ocurre alguien que si rechaza al homosexual: el autor de un libro muy antiguo que se llama la Biblia.

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    1. Sí, su comentario, estimado amigo, es demasiado a bote pronto. Dios rechaza el pecado, no al pecador. Cristo murió por TODOS los pecadores y su mensaje también va dirigido a ellos buscando su conversión. El homosexual que tiene la fe, deja de practicar su nefando pecado, se arrepiente y confiesa, vive castamente y sigue la moral cumpliendo los mandamientos, se salva y entra al Reino de los Cielos.

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  3. ?hay algún precedente en la historia de la Iglesia que incluya tanta depravación blasfema en un documento?? En el caso de haber precedentes, cuales fueron las medidas y sanciones que se impusieron al redactor???

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  4. José: Mil gracias por esta información que ya hemos corroborado. Hoy hemos hecho un post (meme) con estos datos. Un abrazo en Cristo.

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  5. Confiéselo como nos lo narró y no tenga pena en acusar sus pecados. El sacerdote ha escuchado cosas más graves aún. El diablo que nos quita la pena al pecar -a pesar que Dios nos mira-, nos la devuelve para decir nuestros pecados. No caiga en su juego.

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