Norma y Gordon, una historia de amor |
sábado, 5 de noviembre de 2011
¿HASTA QUE LA MUERTE LOS SEPARÓ? NO, NI SIQUIERA ELLA PUDO SEPARARLOS...
"Así, pues, ya no son dos, sino una sola carne. Por tanto
lo que Dios unió no lo separe el hombre" (Mt 19,4-6).
TENÍAN LA CONVICCIÓN QUE EL MATRIMONIO ERA PARA SIEMPRE
Un matrimonio muy bien avenido, casados durante 72 años, fue el integrado por Norma y Gordon Yeager, de 90 y 94 años respectivamente. Siempre estaban juntos y se amaban de manera ejemplar. Lamentablemente, a fines de octubre (2011) ambos sufrieron un accidente automovilístico y fueron hospitalizados a las afueras de Marshalltown, Iowa. Se les dio una habitación compartida en terapia intensiva, donde se tomaron de la mano en camas adyacentes. Cada uno estaba más preocupado por la salud de su compañero que de la propia.
De pronto, a las 3:38 pm, la respiración de Gordon se detuvo. A pesar de que ya no estaba vivo, el monitor de su corazón siguió registrando un ritmo. El hijo, que estaba presente, se sorprendió y volteó a ver a la enfermera, ésta le dijo que el monitor emitía una señal porque estaban "tomados de la mano".
Norma murió a las 4:38 pm, exactamente una hora más tarde. Entonces sí, ambos monitores apagaron sus señales.
Fueron sepultados en un ataúd especial, para que sus cuerpos siguieran juntos con las manos siempre entrelazadas.
Durante una entrevista con una estación de noticias, Dennis -el hijo- diría una bellísima metáfora sobre la conmovedora realidad de los hechos: "El corazón le latía a través del de ella...podría decirse que partieron juntos tomados de la mano".
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En efecto, la VERDAD fue que estaban juntos tomados de la mano, cuando cada quien partió. Ella lo alcanzó un hora después. La METÁFORA está en decir que el corazón le latía a través del de ella.
ResponderEliminarBellísima historia. Viva L'amour
Es muy correcto lo que señalas.
ResponderEliminarSin embargo, una sola hora de diferencia comparada con toda una vida -72 años- y una eternidad, prácticamente es insignificante. Por ello el título señala, sin entrar en estrictas medidas, que ni la muerte pudo separarlos.
Lo fundamental aquí es el mensaje de un amor estrechamente ligado al vínculo de indisolubilidad -convicción profunda en ellos- de su bello matrimonio y la amorosa manera que murieron, más preocupados por su respectivo cónyuge que por ellos mismos.
Como bien expresas: ¡Viva L'amour!
Gracias por tu comentario.
Un abrazo en Cristo
Atte
CATOLICIDAD
Muy bonita historia. Un ejemplo a seguir.
ResponderEliminarLos felicito por su blog, créanme que es ya un sitio referente para muchos círculos católicos.
Sigan adelante, yo los leo diariamente.
Bendiciones.
José
P.D. Aquí encuentro mucha información que en otros sitios no hallo.
ResponderEliminarSeñores de catolicidad (y señoras):
ResponderEliminarMuchas gracias por comaprtir historias como esta. Son un claro ejemplo de que el amor fiel y duradero "hasta que la muerte los separe", aun es posible. Es un aliciente para los jóvenes, que de todas aprtes escuchan que lo que se "estila" es la promiscuidad y la falta de compromiso.
muchas gracias, los leo a diario, son un "lugar" obligado cada día.
Dios los bendiga
Mil gracias por estos comentarios tan motivantes de nuestros lectores-amigos.
ResponderEliminarEn verdad nos animan mucho a seguir con nuestra labor a favor del reinado social de Cristo.
Cuenten que están en nuestras oraciones y rogamos las suyas para que Dios nos permita seguir con esta trinchera en defensa y difusión de nuestra fe católica.
Mil gracias, en verdad.
Un abrazo en Cristo
Atte
CATOLICIDAD
WOWWW! QUE HISTORIA...
ResponderEliminarMa Esther