domingo, 6 de noviembre de 2011

LOS ÚLTIMOS TIEMPOS

Su número -de la Bestia- es de un hombre: 666
Por Benjamín Martín Sánchez

¿Qué entendemos por los últimos tiempos? De estos tiempos nos habla muchas veces la Sagrada Escritura. Estos tiempos, que empezaron con la primera venida de Jesucristo, llegarán un día a su plenitud. Están caracterizados por la “falta de fe” y bien pudiéramos llamar “tiempos de incredulidad”. Al final de los mismos tendrán lugar el juicio de naciones, o sea, un gran castigo sobre el mundo, el cual anuncian con frecuencia los profetas por vivir los hombres alejados de Dios y a espaldas del Evangelio.

Los últimos tiempos no hay que confundirlos con el fin del mundo, pues durante ellos tendrá lugar la apostasía o pérdida de la fe, y vendrá el castigo sobre las naciones y quedarán supervivientes, se convertirá el pueblo judío, y de los supervivientes de judíos y gentiles, se formará un pueblo santo sobre la tierra y se cumplirá la profecía de un solo rebaño bajo un solo Pastor, apareciendo la Iglesia de Cristo en todo su esplendor y triunfo.

ALGUNOS TEXTOS BÍBLICOS SOBRE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS

- 1 Timoteo 4,1-2: “El Espíritu claramente dice que en los últimos tiempos apostatarán algunos de la fe, dando oídos al espíritu del error y a las enseñanzas de los demonios, embaucadores, hipócritas, de cauterizada conciencia”.

- 2 Timoteo 3,1-5: 4,1-5: “Has de saber que en los últimos días sobrevendrán tiempos difíciles, porque habrá hombres egoístas, avaros, altivos, orgullosos, maldicientes, rebeldes a los padres, ingratos, desnaturalizados, desleales, calumniadores, disolutos, inhumanos, enemigos de todo lo bueno, traidores, protervos, hinchados, amadores de los placeres más que de Dios, que con una apariencia de piedad, están en realidad lejos de ella…
- “Pues vendrá un tiempo en que no sufrirán la sana doctrina, antes, deseosos de novedades, se amontonarán maestros conforme a las pasiones, y apartarán los oídos de la verdad para volverlos a las fábulas…”.

- 2 Ped. 2,1-2; 3,3-4 y 7: “Habrá falsos doctores, que introducirán sectas perniciosas, llegando hasta negar al Señor, que los rescató, y atraerán a sí una pronta perdición. Muchos los seguirán en sus liviandades y por causa de ellos será blasfemado el camino de la verdad… Los cielos y la tierra actuales están reservados por la palabra de Dios para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los impíos…”.

- 1 San Juan 4,3: “Todo espíritu que no confiese a Jesús, ése no es de Dios, es del anticristo, de quien habéis oído y que al presente está ya en el mundo”. Muchos se han hecho anticristos, por lo cual conocemos que ésta es la última hora” (1 Jn. 2, 18).

Los anticristos de que habla San Juan empezaron ya en su tiempo a ser el espíritu del anticristo, que luego actuará plenamente en éste y que ahora está en algunos precursores.

Muchos están cayendo en la actualidad en el error, pero son los que antes no se han adherido sinceramente a la verdad de la fe. Los anticristos que se levantan contra todo lo que se llama Dios, ya han existido y existen en la actualidad en el mundo. De hecho vemos que han caído naciones bajo la dictadura marxista-comunista y por sus dirigentes se proclaman enemigas abiertas de Dios y persiguen a la Iglesia de Cristo. (Nota de CATOLICIDAD: Los regímenes marxistas han sido una expresión, pero no la única. El mundo occidental ha caído también en un paganismo liberal en sus costumbres y cuyo principal dios es la trinidad del dinero, del  hedonismo y del poder a costa de todo y por encima de todos).

Cuando se habla del Anticristo, algunos disputan si ha de entenderse del Anticristo individual o colectivamente. A esto diremos que no es improbable la opinión de que todas las fuerzas del mal se encarnen (como ya dijeron en los primeros siglos algunos Santos Padres) en el Anticristo-persona en los últimos tiempos, y por tanto que éste sea un individuo, si bien el anticristo-idea va tomando cuerpo en nuestros días. (Nota de CATOLICIDAD: El Apocalipsis habla de un hombre cuyo nombre es 666; esto es: el número que forman el valor las letras del nombre de ese hombre de iniquidad. Así, el Anticristo será una persona pero estará precedido de precursores que serán individuos y colectivos que le prepararán el camino).
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-San Judas 1,17-21: “Pero vosotros, carísimos, acordaos de lo predicho por los apóstoles de Nuestro Señor Jesucristo. Ellos os decían que a lo último del tiempo habría mofadores que se irían tras sus impíos deseos. Estos son los que fomentan las discordias; hombres animales, sin espíritu. Pero vosotros, carísimos, edificándoos por vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para la vida eterna”.
LA GRAN APOSTASÍA

La apostasía. San Pablo dice que antes de “el día del Señor” vendrá la apostasía o gran defección religiosa, y se manifestará el hombre de iniquidad, el hijo de la perdición, que se opone y se alza contra todo lo que se dice Dios o es adorado, hasta sentarse en el templo de Dios y proclamarse "Dios" a sí mismo.

El “hombre de iniquidad” es el anticristo, a cuyo triunfo conducirá la apostasía, misterio de iniquidad que ya está obrando en el mundo en forma oculta de cizaña… Actualmente se nota la infiltración de la apostasía por todas partes, y a ello contribuye la actitud de muchos cristianos que van cediendo terreno en defensa de las verdades dogmáticas y se van acomodando a la manera de pensar del mundo racionalista, siguiendo teorías que matan la fe.

Los cuatro jinetes del Apocalipsis
Si la apostasía va en aumento es evidente que se debe a la crisis o cambio de mentalidad cristiana del hombre y de la sociedad actual, por vivir de espaldas al Evangelio. Y lo peor de todo es que los apóstatas en gran parte quedan dentro de la Iglesia y a modo de fermento infectan a otros (Gál.5,9).

Es impresionante este anuncio de Cristo sobre la defección de la fe, no obstante haber prometido su asistencia a la Iglesia hasta la consumación de los siglos: "mas cuando Él venga ¿encontrará fe en la tierra?"(Lc.18,8)… Por el exceso de maldad se enfriará la caridad de la gran mayoría (Mt. 24,10 ss).

OTROS TESTIMONIOS SOBRE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS

Estos testimonios no son bíblicos, pero son de los primeros siglos de la Iglesia y formulan anuncios escatológicos semejantes a los de los escritos apostólicos.

-La Didaché (Doctrina de los apóstoles), documento del siglo I, dice: “En los últimos días se multiplicarán los falsos profetas y corruptores y se convertirán en lobos de sus rebaños, y la caridad se convertirá en odio; tomando, pues, incremento la iniquidad, los hombres se tendrán odio mutuamente y se perseguirán y traicionarán, y entonces aparecerá el engañador del orbe diciéndose hijo de Dios y hará señales y prodigios; la tierra será entregada en sus manos y hará iniquidades tales como nunca se hicieron en los siglos.
Entonces lo que los hombres crearon será probado por el fuego y muchos se escandalizarán y perecerán; mas los que perseveren en su fe se salvarán de aquel maldito, y entonces aparecerán las señales de la verdad.

-San Agustín en su comentario al salmo 7 sobre los últimos tiempos dice que “habrá pocos con fe pura y sincera entre los cristianos”, añadiendo que “el Anticristo se sentará en el templo, esto es, en la Iglesia, como si el pueblo de Dios estuviese formado de una multitud de impíos….”.

-San Hipólito (mártir del siglo III) “De la consumación del mundo” reconoce que “la seducción llenará el mundo entero”, que la ciudad desierta de Isaías, cap. I, es la Iglesia; los pastores entonces se convertirán en lobos hasta que al fin todos crean en el Anticristo”. Y añade: “Los hombres entonces lucharán unos contra otros, los Prelados serán negligentes para con las ovejas, el pueblo se levantará contra los sacerdotes, los señores contra los siervos, estos inobedientes, burlada la ancianidad, despreciadas las Escrituras, abundará el estupro, el adulterio; surgirán falsos doctores de perniciosas costumbres, los Pastores se tornarán en lobos, los poderosos despreciarán a los pobres”.

Los textos citados de Santos Padres y otros muchos que omitimos, convienen en decir que se generalizará la apostasía, y ésta será más bien de costumbres que doctrinal, ya que los apóstoles nos hablan de la abundancia de las concupiscencias del corazón, y será producida por un naturalismo corrupto que será la causa de que la fe se entibie y no haya vida de piedad, sino hombres con exterioridades o apariencia de virtud y de hecho alejados de Dios. (Nota de CATOLICIDAD: La apostasía de la fe, supone el rechazo total de la fe por parte de quien siendo bautizado ya la tuvo, consideramos que por ello debe ser necesariamente doctrinal; que ello sea consecuencia de las concupiscencias del corazón, es lógico).

EL "DÍA DE YAHVÉ" O JUICIO DE LAS NACIONES

El “día de Yahvé” o “día del Señor”, del cual habla con frecuencia la Escritura es el día del gran castigo de Dios, día de ira es aquel, día de angustia…, de devastación y tinieblas” (Sof. 1, 14).
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La manifestación de la ira de Dios es una expresión equivalente a sus castigos divinos. Él no obra como los hombres, porque tiene dominio de pasión (Nota de CATOLICIDAD: por ello el término "venganza" se refiere a su justicia y no es equivalente a la venganza humana que resulta producto de una pasión malsana), y si de hecho castiga es porque el individuo o la sociedad son culpables.

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El pecado nos separa de Dios, es incompatible con su santidad (Heb. 10,29-30). De aquí que “ira de Dios y su venganza”, o sea, sus  justos castigos son efectos del pecado.
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En el transcurso de los siglos ha habido grandes castigos y vemos que Dios los ha descargado sobre Sodoma, Babilonia, Nínive, Cafarnaum, Jerusalén, etc…, por la incredulidad de sus habitantes. ¿Y no son también grandes castigos las muchas catástrofes, las guerras europeas sufridas y las actuales y cuantas se han sucedido en la historia? Más al fin de los tiempos, cuando apenas haya fe en el mundo, se repetirán estos castigos, pero habrá uno con carácter social y universal, y éste será el juicio de las naciones.
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Como notaremos, en los textos siguientes, se nos habla de grandes castigos, de gentes innumerables que perecerán, pero después quedarán aún supervivientes, y por tanto no es el fin del mundo, y a raíz de este castigo tendrá lugar la conversión del pueblo judío, cesarán las guerras y vendrá una época de gran paz. Veamos algunos textos que lo comprueban:

-Miqueas 4,1 y 3: Al fin de los tiempos… Yahvé juzgará a muchos pueblos y ejercerá la justicia sobre las naciones poderosas y hasta las más lejanas, que de sus espadas harán azadas, y de sus lanzas hoces; no alzará la espada gente contra gente, ni se ejercitarán ya para la guerra… (Igualmente Isaías 2,2-4).

-Sofonías 1,14-17; 3,9: “Cerca está el día grande del Señor; próximo está y llega con suma velocidad… Día de ira es aquel, día de angustias y aflicción, día de devastación y tinieblas… Yo angustiaré a los hombres, de modo que andarán como ciegos, porque han pecado contra el Señor; su sangre será derramada como estiércol…; pues he decretado congregar a los pueblos y juntar a los reinos para derramar sobre ellos mi indignación…
Yo daré entonces a los pueblos (a los supervivientes) labios puros para que invoquen el nombre del Señor y le sirvan…

-(“El día del Señor que el profeta anuncia, será un juicio sobre todas las naciones que recibirán su castigo” (Nacar-Colunga), y nótese que después de este juicio quedarán supervivientes que invocan el nombre del Señor).

-Zacarías 13,8-9: “Y sucederá en toda la tierra dice el Señor, que dos partes de ella serán dispersadas y perecerán, y la tercera parte quedará en ella. Esta tercera parte la haré pasar por el fuego, y la purificaré como se purifica la plata y la acrisolaré como es acrisolado el oro. Ellos invocarán mi nombre, y Yo les seré propicio. Yo diré: “Pueblo mío eres tú; y él dirá: “Tú eres nuestro Dios y Señor”.

-Isaías 24,1-6; 66, 16.19 y 23: “He aquí que el Señor devastará la tierra y la dejará asolada, trasformará la superficie de ella y dispersará a sus habitantes… La tierra está profanada por sus habitantes, pues han traspasado las leyes y violado sus mandamientos… por eso la maldición devora la tierra, y QUEDARÁ SOLAMENTE UN CORTO NÚMERO”.
He aquí que Yahvé viene en medio del fuego…, para derramar su ira con furor y sus amenazas mediante llamas de fuego. Porque va Yahvé a ejercer el juicio con fuego y con la espada a toda carne, y serán muchos los que perecerán por la mano de Yahvé… y mandaré a los sobrevivientes a las naciones… y a las islas lejanas que no han oído nunca hablar de mí… y vendrán todos a postrarse delante de mí, dice el Señor”.

-Isaías 13,9: “Ved, que va a llegar el día del Señor, día horroroso y lleno de indignación, y de ira, y de furor, para hacer de la tierra un desierto, y exterminar a los pecadores…”.

El juicio de las naciones llegará porque así está decretado. San Pedro nos dice que “así como un día desapareció el mundo destruido por las aguas del diluvio, así otro día los cielos y la tierra serán purificados con el fuego, y en ese día perecerán los impíos” (2 Ped. 3,5-7).

NOTA DE CATOLICIDAD: No sabemos ni el día ni la hora en los tiempos del Señor. Muchos han errado en sus predicciones de fechas en este campo, pero así como los nubarrones preceden a la tormenta, debemos abrir nuestros ojos ante los eventos -como la gran apostasía actual y esta crisis que vive la Iglesia, sin precedentes en sus gravísimas características y universalidad- que como señales parecen coincidir con lo que está profetizado. Estemos atentos a los signos de los tiempos siguiendo el consejo evangélico: "Así que velad vosotros, ya que no sabeís ni el día ni la hora" (Mt XXV, 13). Lo fundamental, al conocer estas profecías, es mantenernos siempre fieles al rebaño de Cristo en su verdadera Iglesia -la Católica-, conservando la fe y alejándonos de todo y de todos aquellos que pudieran mermarla, pidiendo a Dios nos sepamos apartar a tiempo de los pastores que "se convertirán en lobos", es decir, de aquellos "falsos doctores de perniciosas costumbres" y "deseosos de novedades"; o bien, de aquellos prelados que "serán negligentes" y descuidados con sus ovejas, para que -dado el caso- seamos parte de ese "corto número"; conformando, así, el fiel y pequeño rebaño de Cristo que se mantendrá firme en su fe.

En tanto, sólo queda seguir las peticiones de la Santísima Virgen en Fátima: oración por nosotros y los pecadores, penitencia, reparación y sacrificios. Muchas almas se condenan porque no hay quien ore por ellas, nos ha dicho ahí la dulcísima Madre de Dios. Recemos, también, mucho por los sacerdotes, pues un buen sacerdote multiplica el bien y la gracia por todos lados, en cambio un mal sacerdote hace mucho daño.

Finalmente, en estos temas no nos creamos profetas o intérpretes de Dios, porque no lo somos, sino  difundámoslos, con sencillez, como meros instrumentos suyos: "Vestíos de la caridad, que es el vínculo de la perfección". (Col. III, 14).

-Por cierto, creemos conveniente volver a publicar en los comentarios posteriores a este post, una respuesta que dimos recientemente, en otro escrito, a un amable lector-.


Del libro: LOS ÚLTIMOS TIEMPOS, de Benjamín Martín Sánchez, Profesor de Sagrada Escritura.
TEMA RELACIONADO (haz click): APOSTASÍA: EL HIJO DE LA PERDICIÓN INDIRECTAMENTE RELACIONADO (haz click): CARTA A UN AMIGO HIPERCRÍTICO 
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11 comentarios:

  1. Consideramos conveniente volver reproducir aquí la respuesta que dimos a un amable lector de este blog:

    Señalas que tratamos muy poco el tema del fin de los tiempos. En efecto, así es, por lo siguiente: Tal tema es muy delicado y resbaladizo pues implica la interpretación de profecías bíblicas y generalmente, también, el de profecías y revelaciones privadas.

    En cuanto a las primeras, no cualquier persona tiene los estudios y la capacidad de hacer interpretaciones, pues ello supone una preparación muy profunda y verdaderos conocimientos bíblicos. Además, las conclusiones serán siempre eso: interpretaciones privadas que fácilmente pueden ser inexactas o erróneas. En cuanto a las segundas, sólo se deben seguir las revelaciones privadas y apariciones aprobadas por la Iglesia, que además hay que tener presente NO son parte de la Revelación Divina sino que se trata de revelaciones -como su nombre lo indica- meramente privadas, que no constituyen un dogma de nuestra fe. Ahora bien, de éstas un aspecto es el texto y otro su interpretación. En esto último también entra la preparación de cada autor, y es un tema de meras probabilidades que sean atinadas o no dichas interpretaciones. Además, que no es difícil que muchos escritores se basen en revelaciones privadas discutibles y no aprobadas por la Iglesia.

    Lo único que tiene el católico seguro es la Revelación Divina (que se encuentra tanto en la Biblia como en la Tradición) explicada y enseñada por el propio magisterio infalible de la Iglesia. Ése es el núcleo de nuestra fe y de lo que podemos estar 100% ciertos.

    Lo demás, son especulaciones e interpretaciones de autores fundamentadas en profecías privadas o textos bíblico de futuros hechos a interpretar, y ahí es donde está la dificultad, pues nadie es infalible en ello.

    Ciertamente hay autores muy sabios y preparados que analizan, por ejemplo, el Apocalipsis y es muy interesante leerlos, pero siempre con cautela y sabiendo que esas interpretaciones son eso y no algo cierto y seguro. La profecía bíblica apocalíptica es Palabra de Dios, pero la interpretación de cada autor no.

    El riesgo en este terreno estriba en que muchos se apasionan demasiado en estos temas y no los juzgan en la dimensión que hemos señalado y con la debida cautela, e incluso, muchas ocasiones, les parecen más interesantes e importantes que el mismo magisterio infalible de la Iglesia. Así, constantemente leen y propagan temas apocalípticos y/o de revelaciones privadas y las interpretaciones que ciertos autores hacen de ellas, unas más y otras menos calificadas, pero finalmente todas falibles.

    Conocemos personas que ponen por encima de la Revelación Divina y del Magisterio de la Iglesia alguna revelación privada, lo que ya estaría mal pero que es más grave aún cuando esa revelación no está siquiera autorizada por la Iglesia, y hasta en ocasiones es evidente que es falsa por su desacuerdo con la doctrina católica. Resulta evidente que si una SUPUESTA aparición contradice la fe revelada por Dios, ciertamente esa aparición o es falsa o es demoniaca, pues el demonio se disfraza de ángel de luz, de la Virgen y hasta de Cristo mismo, como explicaba el Padre Pío.

    sigue abajo...

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  2. viene de arriba...

    Por todo esto, CATOLICIDAD cuida mucho de estos temas y sólo publica lo que no tiene ningún riesgo contra la fe y está aprobado por la Iglesia. Advertimos del riesgo de seguir estas interpretaciones a pie juntillas como si fuesen dogmas de fe, sin serlo. Hay quienes llegan hasta un grave fanatismo.

    En estos temas no hay que ser demasiados crédulos de todo lo que nos digan. Y hay que analizarlo con cuidado y conociendo bien el magisterio de la Iglesia y teniendo presente que las interpretaciones de cada autor son eso: interpretaciones falibles.

    No olvidemos, por poner un solo ejemplo, que unas falsas apariciones que parecían piadosas en un principio, acabaron diciendo errores gravísimos contra la fe e hicieron un cisma en toda una población en Michoacán. Todos sus habitantes se fanatizaron y acabó esto en un desastre espiritual y en un desgarramiento cismático.

    CATOLICIDAD tiene por objetivo difundir el magisterio de la Iglesia, presentar diversos documentos, escritos, estudios, artículos, noticias y comentarios que permitan a sus lectores cultivar y defender su fe católica. Si creemos que podríamos estar en tiempos pre-apocalípticos, pero no por ello difundiremos las diversas interpretaciones que hacen autores falibles, y si llegaramos a presentar alguna opinión, indicaríamos que es sólo eso y los alcances y límites que ello supone.

    En resumen, no somos contrarios a que se estudien a autores serios que realizan estudios e interpretan temas como el Apocalipsis, estamos en contra que se tomen sus conclusiones como si fuesen dogmas de fe o se difundan como tales. Lo mismo ha de decirse de las profecías privadas y más de aquellas que no estén aprobadas por la Iglesia. Otro aspecto más: establecer fechas de cumplimiento es muy difícil y delicado.

    Sin más, de momento, te enviamos un cordial saludo en Cristo, Nuestro Señor.
    Atte
    CATOLICIDAD

    P.D. Si tenemos lo fundamental: el magisterio infalible de la Iglesia, tengamos como accesorio y con el debido cuidado las interpretaciones privadas de autores.

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  3. Muy buen post, solo debemos aclarar que la Gran Apostasía no es cualquier apostasía, como la de Lutero, todos los que le siguieron y un millón más.

    El Cardenal Mario Luigi Ciappi, que era teólogo personal de Juan Pablo II, reveló que:

    En el Tercer Secreto de Fátima se predice, entre otras cosas, que la Gran Apostasía en la Iglesía comenzará "por lo alto".

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  4. Al comentarista anterior:

    Ciertamente no será como otras apostasías sino más grave y muy, muy extendida en la Iglesia y el mundo. La apostasía general, sin duda abarcará a altos mandos de la Iglesia, para poder ser general, pero ¿nos podrías decir en que parte del tercer secreto se dice lo que señalas?
    Gracias anticipadas.

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  5. Al anonimo que pregunta ¿nos podrías decir en que parte del tercer secreto se dice lo que señalas?

    Seguro que se refiere a la parte del tercer secreto de fatima que nunca se revelo , esta claro que el secreto de fatima , concretamente el tercer esta cortado , editado y quien diga lo contrario no ha leido el secreto completo porque esta inconexo , eso solo puede ser porque le faltan palabras que tenia que tener y las han quitado ( masoneria ya infiltrada )

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  6. Y por otra parte , si os fijais bien en el texto vereis como dice que dos partes seran removidas y solo quedara una.

    Con simples matematicas podemos saber que alrededor de 4700 millones de personas moririan y eso solo puede ser por la 3ª guerra mundial que aparece en profecias de santos sin interpretacion alguna

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  7. Efectivamente, se refiere a la parte del secreto que no se reveló.

    Pero en base a lo revelado por el Cardenal Ciappi y a afirmaciones de Sor Lucia, que dijo:

    "El (Tercer Secreto)está en el Evangelio y el Apocalipsis, ¡léanlo!"

    Así como la afirmación al Padre Agustín Fuentes el 26 de diciembre de 1957:

    "La Santísima Virgen María me ha hecho comprender que estamos en los últimos tiempos del mundo"

    Ambas declaraciones, entre otras, las hizo de ese modo, ya que tenía prohibido revelar ella misma la tercera parte del Secreto o Tercer Secreto.

    Solo tenía que escribirlo y hacerlo llegar al Santo Padre, para hacerse revelar, a mas tardar en 1960, cuando ya fuera mejor comprendido.

    Juan XXIII en vez de rebelarlo expresó:

    "Yo no quiero ser profeta de calamidades", desobedeciendo un mandato del cielo.

    Saquemos conclusiones.

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  8. "Jesús nos dijo en el Evangelio que el premio es destinado no a quien empieza bien, ni a quien continúa en el camino del bien por algún tiempo, pero a quien persevera hasta el fin.

    "Por tanto, quien empezó, procure perseverar siempre mejor. Quien está prosiguiendo, procure llegar hasta el fin. Y quien, desgraciadamente, no ha siquiera empezado, póngase en el camino correcto.

    "Yo sé que es una tarea bastante difícil. Todavía, con el ejemplo de los santos, con la ayuda de la Virgen Santísima; pero la gracia de Dios, que está siempre pronta a quien la procura, nunca nos desamparará.
    Por eso, revistámonos de constancia, de paciencia y de perseverancia. Y entonces se confirmará en nosotros las palabras de Jesús: “¡Quien persevere hasta el fin, ése se salvará!”".

    Padre Pío de Pietrelcina

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  9. Leed ÍNTEGRO el capítulo XXIV de San Mateo.

    "Así también ustedes, CUANDO VEAN TODAS ESTAS COSAS, sepan que Él está cerca, a las puertas".
    Mateo 24, 33

    "Mas en el orden al día y la hora, nadie lo sabe, ni aún los ángeles del cielo, sino sólo mi Padre".
    Mateo 24, 36

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  10. A un lector que nos pide nuestro correo:

    Es: catolicidad@hotmail.com.
    Con mucho gusto leeremos y veremos el material que nos envía para darle la opinión que nos solicita. Se la enviaremos como respuesta a su mail. Gracias por escribir. Un abrazo en Cristo.

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  11. CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 28 febrero 2007 (ZENIT.org).- El cardenal Giacomo Biffi ha presentado a Benedicto XVI y a la Curia Romana «la advertencia profética de Vladimir S. Soloviev» sobre el anticristo.

    El predicador de los ejercicios espirituales hizo referencia al filósofo y poeta ruso, que vivió entre 1853 y 1900, para explicar que el anticristo, en realidad, consiste en reducir al cristianismo a una ideología, en vez de ser un encuentro personal con Cristo salvador.

    Citando la obra de Soloviev, «Tres diálogos» (1899), el arzobispo emérito de Bolonia recordó que «el anticristo se presenta como pacifista, ecologista y ecumenista».

    «Convocará un Concilio ecuménico y buscará el consenso de todas las confesiones cristianas, concediendo algo a cada uno. Las masas le seguirán, a excepción de pequeños grupos», dijo.

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