Saramago, escribió el crítico Claudio Toscani, era “un hombre y un intelectual sin ninguna admisión metafísica, clavado hasta el último momento en su obstinada confianza en el materialismo histórico, alias el marxismo”.
Toscani agregó que Saramago se autocolocó "de la parte de la cizaña en el campo de grano evangélico" y señaló que "un populista extremista como él, que se hacía cargo del porqué de los males del mundo, habría debido antes que nada aplicar el problema a todas las estructuras humanas erróneas, desde las histórico-políticas a las socioeconómicas, en vez de saltar al detestado plano metafísico y culpar, de manera demasiado cómoda y carente de cualquier otra consideración, a un Dios en el que nunca creyó debido a su omnipotencia, a su omnisciencia, a su omnipresencia".
En 1998, el diario de la Santa Sede sostuvo que “su fe veterocomunista puesta duramente a la prueba por el derrumbe de sus ídolos unido al derrumbe de los muros, cerró para Saramago los horizontes de la esperanza, de la justicia distributiva, y es así que ahora tenemos la muerta estación del nihilismo, de la protesta inútil, que alcanza también lo sagrado y lo religioso”.
Saramago fue enfrentado severamente por la Iglesia Católica portuguesa por su “El Evangelio según Jesucristo” donde se mofaba del Redentor y lo presentaba como amante de María Magdalena. En alguna ocasión agregó a sus blasfemias que "Dios no es de confiar". No discutimos su fama como buen escritor, pero de nada sirve una buena pluma cuando es para una causa mezquina.
El viernes murió en las Canarias, donde vivía. Pidamos por su alma.
TAMBIÉN MURIÓ CARLOS MONSIVÁIS
Nota de último momento: Hoy murió en la ciudad de México el escritor mexicano izquierdista Carlos Monsiváis, víctima de un mal pulmonar. Se distinguió por promover la cultura de la muerte con sus escritos a favor del aborto. Asimismo siempre fue favorable al movimiento gay y los matrimonios homosexuales. Oremos, también, por su alma.
Fuente: Agencias y CATOLICIDAD. Ver comentarios:
Excelente concepto:
ResponderEliminar"No discutimos su fama como buen escritor, pero de nada sirve una buena pluma cuando es para una causa mezquina".
En efecto, así es.
Que Dios se haya apiadado de sus almas. Estarán en nuestras oraciones.
ResponderEliminarPater noster...
grande Saramago
ResponderEliminarNo grande sino grandísimo...blasfemo.
ResponderEliminarAhí se ve la absurda cerrazón de la Iglesia Católica de nuestros días.
ResponderEliminarCon la muerte de los grandes referentes intelectuales y conciencias lúcidas de la última época, vemos el contraste de este pensamiento con la ceguera mental de la iglesia atrapada en dogmas que no le dejan abrirse al pensamiento y el descubrimiento auténtico del mundo.
Qué coincidencia que ambos escritores no estuvieran de acuerdo con los modos irracionales de la fe católica. Afortunadamente cada vez se abren más mentes, tanto que ya no es tabú ni en el país, ni en la universidad, el apoyo de Monsiváis a los gays; o la crítica a la mitológica visión de dios de la jerarquía católica.
Me da una pena tremenda encontrarme este tipo de notas que prácticamente celebran la muerte de estos dos personajes. Pero qué se puede esperar, cuando la ignorancia es tan astuta hoy en día en el internet.
Sr. Martín Velasco:
ResponderEliminarEn primer lugar, nadie celebra la muerte de ambos escritores. No es cristiano alegrarse por ninguna muerte. Al contrario, pedimos que se ore por ellos por su bien. La Iglesia condena el error pero ama al que yerra.
En segundo lugar, La Fe y el descubrimiento del mundo no están en contradicción. Ambas partes del hombre -fe y razón- ven un mismo objeto. Una parte ilumina a la otra y viceversa. La contradicción la inventan sólo algunos.
No estamos juzgando ni la calidad literaria ni la preparación de ellos. Ni siquiera nos corresponde juzgarlos como personas, pues eso lo hace sólo Dios. Aquí la perspectiva es otra: no caer en la manipulación propagandística que hace un dogma TODO el pensamiento de los intelectuales de izquierda contrarios al catolicismo, sólo por seguir esa tendencia. Estamos analizando sólo lo que tuvo de malo su pensamiento (y por ello diferimos de él), pero para quien se deja manipular por los medios de información esto resulta casi una blasfemia. Se dicen: ¿Cómo criticar y poner en duda cualquier aspecto que estos "genios" decretaron como verdad inmutable?
¿No es posible analizar y estar en desacuerdo con ellos en nada, sólo porque la propaganda masiva ya los canonizó dizque como "conciencias lúcidas" y "guías" de nuestra época? ¿No es eso actuar dogmáticamente? Es racional creer en el dogma revelado por venir de Dios, pero es absurdo que el hombre haga de su pensar algo dogmático cuando dice no reconocer los dogmas.
La verdadera ignorancia manipulada por los medios es la que se convierte en un pensamiento cerrado y acrítico de los íconos creados por los medios masivos de comunicación sólo por seguir una ideología de izquierdas que ataca la religión católica. No hay mayor intolerancia que la de quienes se creen tolerantes. ¡Eso es lo realmente penoso! Es tal -esa intolerancia- que cualquiera que difiere de su opinión se convierte, por ello mismo, en dizque ignorante. No hay la apertura que dicen pregonar ni están con un criterio crítico del pensamiento de los "íconos" que les vendieron los mass media.
Lamentamos que usted considere irracional la fe en las sabias y amorosas enseñanzas de Cristo. Si usted considera mitológica la creencia católica en Dios, es su problema personal, aquí en este blog hemos expuesto diversos temas que comprueban lo contrario (puede ver las pruebas de su existencia y de la divinidad de Cristo, entre muchos otros temas). Ojalá se tome el tiempo para leerlos en las etiquetas de APOLOGETICA o en la barra de la derecha.
Y por favor, usted que critica la cerrazón, tenga la apertura para aceptar una postura crítica sobre el pensamiento de quienes usted juzga como si su criterio fuese verdad revelada.
Nosotros tenemos la apertura de aceptar las verdaderas cualidades de quienes diferimos en aspectos fundamentales, pero no por ello los hacemos dioses.
La cerrazón viene al revés.
Un cordial abrazo.
Atentamente
CATOLICIDAD
Leyendo hoy la columna de Germán Dehesa que era buen amigo de Monsivaís, decía de él:
ResponderEliminar"Creo que Carlos jamás, pero jamás, habló en serio".
Y creo que tiene razón. Manejaba mucho la ironía y tenía hasta el buen humor de cuestionarse a sí mismo y a lo que decía. No deja de resultar chusco que ahora nos lo quieran presentar como el gran filósofo o guía con un pensamiento infalible, pero la propaganda masiva ya convenció de ello al comentarista de arriba (Martín). Ciertamente los escritos de Monsivaís son un referente de un pensamiento suyo y nada más. Monsivaís fue más cronista y crítico que filósofo o guía. De sus críticas a la realidad social podemos aceptar algunas y desechar otras. En efecto, no son dogmas de fe.
Además, contrariamente a lo que dice Martín Velasco, existían muchas diferencias entre el pensamiento de él y de Saramago. Simplemente, por marcar una, éste era ateo y Monsivaís no. Pero para atacar a la Iglesia se llega a homogeneizar hasta el agua y la tierra, cuando la conjunción de ambas produce solamente lodo.
Más análisis antes de juzgar tan a la ligera, estimado Martín.
Un saludo
Carlos Hernández (por cierto, tocayo de Monsivaís).
Totalmente de acuerdo con Carlos Hernández. Gracias por su intervención.
ResponderEliminarAtentamente
CATOLICIDAD
Por cierto, recomendamos a Martín la siguiente entrada:
ResponderEliminarhttp://catolicidad-catolicidad.blogspot.com/2009/07/razones-para-creer-la-ciencia-el-bing.html
Atentamente
ACLARACIÓN:
ResponderEliminarPor cierto, la bandera gay se colocó en el atúd de Carlos Monsiváis, pues por la forma de redacción de algún comentarista podría mal entenderse que se refería a Saramago.
CATOLICIDAD
Suprimimos ese mensaje arriba y lo colocamos aquí con la debida aclaración nuestra (entre paréntesis). Dice así:
ResponderEliminar------------------------------------------
Qué decir de Saramago cuando él se definía a sí mismo como "el último comunista de Europa"? Quien sigue renegando de Dios hasta en su lecho de muerte es el peor de los necios.
(Y sobre Monsiváis:)
De la bandera gay en su féretro, el que la colocó, el flautista Horacio Franco dijo:
"La bandera gay la puse yo. No es que haya querido sacarlo del clóset póstumamente, todo mundo lo sabía, pero él no lo había hecho público".
Lo peor de ello, es que se haya colocado junto al lábaro patrio. ¡El trapo homosexual junto a la bandera mexicana! ¿Y ello no es sancionable legalmente? Claro que hay un reglamento.
Roberto Flores.
Concuerdo con que flaco favor le hacen a Monsiváis aquellos que quieren elevarlo al rango de gran filósofo y hasta -en un arranque de paroxismo- como "uno de los padres de la Patria", como lo calificó el perodista Jesús Ramírez Cuevas; pues es cierto que "Monsi" para todo hacía un constante uso de la ironía y ni siquiera a sí mismo se tomaba en serio.
ResponderEliminarEntre sus admiradores extremos se halla, por ejemplo, Guadalupe Loaeza que resulta curioso -y hasta honesto- que en su columna de hoy nos señala que cuando la presentaron con él, le dijo: "Me da mucha pena decirle que aunque ME ENCANTAN sus crónicas, NO LAS ENTIENDO". Él rió de buena gana ante esto. Quizá por muchos casos como éste el columnista David Martín del Campo ha dicho que "muchos de sus lectores confesaban en secreto, "no le entiendo nada". Y seguramente Monsiváis lo sabía muy bien y ello le causaba risa pues gozaba con las paradojas.
De ahí que sostengamos la tesis de que flaco favor le hacen en querer convertirlo en estatua de mármol o bronce, cuando ya México tiene muchas. El escritor se hubiera burlado de eso, seguramente.
Y si bien es muy respetable que personas, como Loaeza, digan que se sienten en la orfandad con su muerte, pues todos los afectos y amistades son algo de índole sacro, resulta realmente absurdo la exhultación que llega al paroxismo y desvirtúa la realidad y la condición humana del exhaltado. Toda muerte es lamentable, es cierto, pero ni México entero gime en la orfandad ni Monsiváis fue un padre de la Patria.
Si pudiera leer todo lo dicho, tras su muerte, seguramente, con su buen sentido humorístico, reiría de todo esto.
Ni él ni Saramago son los nuevos Sócrates o Aristóteles, como algunos los presentan. Pueden valorarse y discutirse sus textos. Crear ídolos de bronce indiscutibles resulta ya una anacronía más propia del siglo XIX que del XXI. No se trata de discutir aquí su calidad literaria, sino romper el mito de que ésta hace infalible e indiscutible un modo de pensar y de ver la vida.
De ahí que también resulta anacrónico que existan tantos y tantas manipulados y manipuladas por los medios masivos de comunicación que caen en la trampa. Cuantos que los alaban no conocen ni por el forro sus libros, pero eso sí los consideran muy "progresistas".
Perder el espíritu crítico y criticar a quien lo conserva, es lo que resulta realmente lamentable. Cualquiera puede diferir de Saramago o de Monsiváis sin que deba ser satanizado. Coincido con CATOLICIDAD en diferir de sus tesis a favor de la cultura de la muerte -el aborto- y de la apología de la homosexualidad, que sostenía el escritor mexicano y de rechazar la blasfemia como modo de realizar literatura de Saramago. Debió respetar las creencias ajenas, al menos. No hacerlo con el pretexto de que dizque todo se permite en la literartura, es manifestar su propia intolerancia al pensamiento ajeno en los aspectos más sagrados y sensibles.
Saramago nunca entonó un “mea culpa” por su apoyo al comunismo que se llevó por delante cien millones de vidas en el siglo pasado.
ResponderEliminarEl comunismo es el pensamiento más retardatario. Ése fue el pensamiento de Saramago con el consecuente odio a la Iglesia Católica.
"USTED NO TIENE IDEAS, SOLO OCURRENCIAS", LE DIJO OCTAVIO PAZ A MONSIVÁIS
ResponderEliminarLa única manera de honrarlo (a Monsiváis) de verdad, es aplicando a su obra, jamás a su persona, la severidad que él daba a la de sus contrarios. Es incuestionable que existe "el estilo Monsiváis", concesión graciosa con la que lo recompensó el Premio Nóbel de Literartura, Octavio Paz, luego que lo puso por los suelos en público al espetarle en la cara: "Usted no tiene ideas, solo ocurrencias..."
Que descanse en paz.
Tomado de la página editorial del diario Excélsior del 27 de junio de 2010. Autor:
Francisco Javier Acuña.