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martes, 21 de enero de 2025

CINCO GRANDES ENEMIGOS DE LA FE


INTRODUCCIÓN: LA VERDAD, LA HEREJÍA Y EL COMBATE ESPIRITUAL

La Verdad, por su misma naturaleza divina, es eterna, indivisible y absoluta. Es el reflejo perfecto de Dios mismo, quien se reveló como Camino, Verdad y Vida (Jn 14,6). En la Iglesia Católica, la Verdad no es una construcción humana ni está sujeta a cambios de opinión: se custodia y se proclama en su plenitud, garantizada por la promesa de Cristo:

 “Las puertas del infierno no prevalecerán contra ella” (Mt 16,18).

A lo largo de la historia, esta Verdad ha enfrentado ataques persistentes en forma de errores organizados, que conocemos como herejías. San Agustín define la herejía como:

 “La perversión de la doctrina cristiana por alguien que se dice cristiano, al rechazar verdades reveladas y enseñar ideas opuestas” (De Haeresibus, 88).

El término herejía proviene del griego hairesis, que significa “elección”. Es un acto de voluntad que selecciona partes de la doctrina cristiana, magnifica unas y rechaza otras, causando un desequilibrio fatal para la unidad de la fe. Estas desviaciones no solo dañan a las almas individuales, sino que impactan profundamente en la cultura y la civilización.

A continuación, examinaremos cinco grandes enemigos de la fe: el arrianismo, el islam, el albigensianismo, la Reforma protestante y el secularismo moderno. Cada uno será analizado desde su error esencial, su oposición a la verdad católica y sus consecuencias históricas, apoyándonos en las enseñanzas de los Santos y Doctores de la Iglesia.

I. EL ARRIANISMO: LA NEGACIÓN DE LA DIVINIDAD DE CRISTO

El arrianismo, promovido por Arrio en el siglo IV, negó que Cristo fuera consustancial al Padre, afirmando que era una criatura subordinada a Él. Este error atacó el núcleo del Credo cristiano: la Trinidad.

 “Si el Hijo no es verdaderamente Dios, entonces no puede deificar al hombre; si no es consustancial al Padre, no hay verdadera salvación” (San Atanasio, De Incarnatione Verbi Dei, 54).

El Concilio de Nicea (325) proclamó la consustancialidad del Hijo con el Padre (homoousios), afirmando que Cristo es “Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero”. Santo Tomás de Aquino explicó:

 “La redención del género humano depende de la divinidad de Cristo, pues solo Dios podía ofrecer un sacrificio infinito por nuestros pecados” (Summa Theologiae, III, q.1, a.2).

El arrianismo persistió por siglos, dividiendo pueblos y debilitando la unidad cristiana. Aunque fue derrotado doctrinalmente, su influencia resurgió en sectas modernas que rechazan la Trinidad, como los testigos de Jehová.

II. EL ISLAM: UNA HEREJÍA MONOTEÍSTA

El islam, surgido en el siglo VII, adoptó elementos del cristianismo y el judaísmo, pero rechazó la Trinidad, la Encarnación y la Redención. Considerado por Hilaire Belloc como una herejía cristiana, el islam reduce a Cristo a un simple profeta y niega su divinidad.

 “Ellos llaman a Cristo un profeta, pero le niegan su divinidad. Esto es peor que los arrianos, pues al menos ellos admitían su carácter excepcional” (San Juan Damasceno, De Haeresibus, 101).

Al negar la Trinidad, el islam rechaza la comunión de amor en Dios mismo. San Agustín enseña:

 “Quien niega la Trinidad niega el amor, pues la Trinidad es la comunión perfecta de amor entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo” (De Trinitate, VIII, 10, 14).

El islam conquistó vastas regiones cristianas, y su rechazo a la gracia divina lo convierte en un desafío espiritual y cultural continuo para la fe católica.

III. EL ALBIGENSIANISMO: EL DESPRECIO DE LO MATERIAL

El albigensianismo o catarismo, extendido en el siglo XII, sostenía un dualismo que consideraba al mundo material como creación del mal. Esta herejía atacó la bondad de la creación, negando los sacramentos, especialmente la Eucaristía y el matrimonio.

San Bernardo de Claraval denunció esta desviación:

 “Si todo lo material es malo, entonces la misma Encarnación del Hijo de Dios sería una abominación. Pero Dios no aborrece su creación, sino que la eleva mediante la gracia” (Sermón 65 sobre el Cantar de los Cantares).

Santo Tomás de Aquino añadió:

 “La materia es buena porque es creada por Dios, y mediante los sacramentos se convierte en vehículo de la gracia” (Summa Theologiae, III, q.62, a.1).

La Iglesia respondió a esta herejía con la Cruzada Albigense y la Inquisición, reafirmando la bondad de la creación y la importancia de los sacramentos.

IV. LA REFORMA PROTESTANTE: LA REBELIÓN CONTRA LA IGLESIA

La Reforma protestante, iniciada por Lutero en 1517, rechazó la autoridad del Papa, la Tradición y los sacramentos, proclamando la sola Scriptura y la justificación por la fe sola.

San Francisco de Sales respondió con claridad:

 “La fe sin obras está muerta, pues el amor es el alma de la fe. Separar la fe del amor es vaciarla de su esencia” (Controversias, Parte III).

El Concilio de Trento reafirmó que la salvación es un acto de cooperación entre la gracia de Dios y la respuesta libre del hombre. La Reforma fragmentó la cristiandad y allanó el camino para el secularismo y el individualismo modernos.

V. EL SECULARISMO MODERNO: EL ATAQUE A DIOS MISMO

El secularismo moderno no es solo una herejía, sino un rechazo total de Dios. El materialismo, el relativismo y el ateísmo buscan eliminar toda huella de lo divino en la sociedad.

El Papa León XIII advirtió:

 “Cuando la sociedad ignora a Dios, se desmorona, pues pierde el fundamento de la justicia y la moralidad” (Encíclica Immortale Dei).

San Pío X llamó al modernismo “la síntesis de todas las herejías”, pues destruye la base misma de la fe:

 “El modernismo no niega solo las verdades particulares, sino la posibilidad misma de la verdad revelada” (Encíclica Pascendi Dominici Gregis).

El secularismo ha llevado a una crisis moral y espiritual, pero la Iglesia, fiel a su misión divina, sigue proclamando la Verdad eterna.

CONCLUSIÓN

Los cinco grandes enemigos de la fe, aunque diferentes en sus formas, comparten un rechazo común a la verdad plena de Cristo y su Iglesia. Frente a estos desafíos, los católicos deben recordar la promesa de Nuestro Señor:

 “Las puertas del infierno no prevalecerán contra ella” (Mt 16,18).

La apologética basada en las enseñanzas de los Santos y Doctores de la Iglesia es una luz poderosa para defender la fe y restaurar el orden cristiano.

OMO

BIBLIOGRAFÍA

 • Santo Tomás de Aquino, Summa Theologiae.

 • San Agustín, De Haeresibus y De Trinitate.

 • San Bernardo de Claraval, Sermones sobre el Cantar de los Cantares.

 • San Atanasio, De Incarnatione Verbi Dei.

 • San Francisco de Sales, Controversias.

 • Papa León XIII, Encíclica Immortale Dei.

 • San Pío X, Encíclica Pascendi Dominici Gregis.

 • Hilaire Belloc, The Great Heresies.

viernes, 29 de noviembre de 2024

LA VERDAD ETERNA DE SAN IRENEO FRENTE A LOS ERRORES ACTUALES


El gnosticismo, aunque identificado como una herejía del pasado, nunca ha desaparecido del todo. Sus ideas han resurgido bajo nuevas formas, adaptándose a los tiempos, pero siempre con el mismo espíritu: el rechazo a la verdad revelada, el desprecio de la creación y el intento de sustituir la fe cristiana por un conocimiento supuestamente superior. Las enseñanzas de San Ireneo, tan relevantes en su tiempo, son igualmente poderosas para enfrentar los desafíos que plantea nuestra época.

EL DESPRECIO DE LA CREACIÓN Y EL DUALISMO MODERNO

El gnosticismo antiguo despreciaba el mundo material, viéndolo como una prisión del alma. En nuestros días, encontramos un eco de esta mentalidad en varias corrientes ideológicas que separan radicalmente el cuerpo de la identidad personal. La desconexión entre la dimensión física y espiritual del ser humano lleva a una profunda crisis de identidad, donde el cuerpo ya no es visto como un don de Dios, sino como algo que puede ser moldeado a voluntad.

San Ireneo nos recuerda que el cuerpo y el alma forman una unidad inseparable y que la materia, lejos de ser despreciable, es parte del plan divino. La encarnación de Cristo confirma que el cuerpo humano tiene un valor infinito, pues Dios mismo asumió nuestra carne para redimirla. En un tiempo donde se relativizan las verdades más básicas sobre la naturaleza humana, Ireneo nos llama a redescubrir la dignidad y la santidad de la creación.

EL RELATIVISMO Y LA NEGACIÓN DE LA VERDAD OBJETIVA

Los gnósticos afirmaban poseer un conocimiento secreto y subjetivo que contradecía la fe apostólica. De manera similar, en la actualidad, se promueve un relativismo radical que niega la existencia de una verdad absoluta. Cada persona es invitada a construir su propia “verdad”, desconectada de cualquier fundamento objetivo. Esto lleva a una confusión espiritual y moral que fragmenta a las personas y a las comunidades.

Frente a esta mentalidad, San Ireneo afirma con claridad que la verdad no es un invento humano, sino una revelación divina transmitida por Cristo a sus apóstoles y conservada en la Iglesia. Esta verdad es universal, accesible para todos, y no depende de interpretaciones subjetivas. En un mundo sediento de certeza, la fe cristiana sigue ofreciendo una luz segura y firme.

EL ELITISMO ESPIRITUAL Y LA BÚSQUEDA DE “CONOCIMIENTOS OCULTOS”

El gnosticismo promovía una espiritualidad elitista, donde solo unos pocos “iluminados” podían acceder al conocimiento necesario para salvarse. Hoy, encontramos un fenómeno similar en la proliferación de nuevas espiritualidades, que mezclan conceptos vagos de autoayuda, energías cósmicas y experiencias individuales, desconectadas de la verdad de Cristo.

San Ireneo recuerda que la fe cristiana no es exclusiva ni reservada a unos pocos privilegiados. El Evangelio es una buena noticia para todos, accesible al más sencillo de los hombres y mujeres. No necesitamos buscar verdades ocultas, porque Cristo mismo es la Verdad revelada, y la Iglesia es el hogar donde esta verdad se comparte abiertamente.

LA FRAGMENTACIÓN DE LA FE Y EL INDIVIDUALISMO RELIGIOSO

El gnosticismo introducía divisiones, presentando múltiples interpretaciones de Dios, la salvación y la vida. De manera similar, en nuestra era se observa una proliferación de interpretaciones individuales de la fe cristiana, separadas de la autoridad de la Iglesia. Esto da lugar a una “fe a la carta”, donde cada uno elige lo que quiere creer, a menudo ignorando las enseñanzas que no se ajustan a sus preferencias personales.

Ireneo destaca que la Iglesia, guiada por el Espíritu Santo, es la columna de la verdad y el lugar donde la fe se conserva íntegra. No podemos separar a Cristo de su Iglesia, porque es en la comunidad eclesial donde recibimos los sacramentos y la enseñanza apostólica. En un tiempo de fragmentación, Ireneo nos llama a redescubrir la belleza de la unidad en la fe y a confiar en la guía de la Iglesia.

EL ATAQUE A LA UNIDAD DE LAS ESCRITURAS

Así como los gnósticos rechazaban el Antiguo Testamento, algunos movimientos actuales presentan una lectura fragmentada de las Escrituras, aislando ciertos pasajes o reinterpretándolos fuera del contexto de la tradición cristiana. Esto ha llevado a una distorsión de la fe bíblica y al uso de las Escrituras para justificar posturas ajenas al Evangelio.

San Ireneo insiste en que las Escrituras son un todo unificado, con Cristo como el centro. El Antiguo y el Nuevo Testamento no están en oposición, sino que juntos narran la historia de la salvación. Este mensaje es especialmente importante hoy, cuando tantos intentan manipular la Biblia para apoyar agendas contrarias al mensaje de Cristo.

LA PÉRDIDA DEL SENTIDO DE LA REDENCIÓN

El gnosticismo antiguo proponía una salvación que consistía en escapar del mundo material, ignorando la redención completa que Cristo ofrece. En nuestra época, esto se manifiesta en el rechazo a la cruz y al sufrimiento redentor, buscando una “salvación” superficial basada únicamente en el bienestar material o emocional.

San Ireneo nos enseña que la salvación no es un escape de la realidad, sino una transformación profunda de toda nuestra persona. Cristo, al morir y resucitar, no solo nos libera del pecado, sino que nos llama a vivir en comunión con Dios y con los demás. La verdadera salvación abarca cuerpo y alma, tiempo y eternidad, redimiendo cada aspecto de nuestra existencia.

CONCLUSIÓN: LA VIGENCIA DE SAN IRENEO

Los errores que enfrentó San Ireneo en su tiempo no han desaparecido; simplemente se han revestido con nuevos lenguajes y formas. Sin embargo, la respuesta que él nos ofrece sigue siendo válida:

 • Dios es el Creador bueno que ama a su creación y desea nuestra redención.

 • Cristo es la Verdad, y en Él encontramos la plenitud de la salvación.

 • La Iglesia es el hogar de la fe, donde se conserva y transmite la verdad de los apóstoles.

En un mundo confundido por el relativismo, el individualismo y el desprecio de lo divino, las palabras de San Ireneo son un llamado a regresar a la unidad, a la verdad y a la esperanza. La gloria de Dios sigue siendo el hombre viviente, y la vida del hombre consiste en la visión de Dios. Este es el camino que se nos ofrece, el camino que, si lo seguimos, nos llevará a la comunión eterna con el Creador.

OMO

BIBLIOGRAFÍA

 1. San Ireneo de Lyon, Contra las Herejías (Adversus Haereses). Traducción al español, ediciones críticas de patrística.

 2. Quasten, Johannes. Patrología. Volumen I: Los Padres Apostólicos y los Apologistas. Editorial Herder, 1982.

 3. Osborn, Eric. Ireneo de Lyon: Teología de la Recapitulación. Cambridge University Press, edición en español, 2001.

 4. Behr, John. San Ireneo y la Identidad del Cristianismo. Ediciones del Siglo XXI, traducción al español, 2013.

 5. Papandrea, James L. Transmitiendo la Fe: La Doctrina Católica en los Primeros Cristianos. Instituto Sophia, edición española, 2015.

 6. Pelikan, Jaroslav. La Tradición Cristiana: Historia del Desarrollo de la Doctrina, Vol. 1. Editorial Universitaria, 1971.

miércoles, 1 de mayo de 2024

APARTAOS DE LOS MODERNISTAS


“Os exhorto, hermanos, que observéis a los que están causando las disensiones y los escándalos, contrarios a la enseñanza que habéis aprendido, y que os apartéis de ellos; porque los tales no sirven a nuestro Señor Cristo, sino al propio vientre, y con palabras melosas y bendiciones embaucan los corazones de los sencillos”.

San Pablo, Rom. XVI, 17-18

lunes, 12 de febrero de 2024

INTOLERANCIA CON LA HEREJÍA


«No debería tolerarse curas o confesores que estén tildados de herejía; y a los convencidos en ella habríase de despojar en seguida de todas las rentas eclesiásticas; que MÁS VALE ESTAR LA GREY SIN PASTOR, QUE TENER POR PASTOR A UN LOBO. Los pastores, católicos ciertamente en la fe, pero que con su mucha ignorancia y mal ejemplo de públicos pecados pervierten al pueblo, parece deberían ser muy rigurosamente castigados, y privados de las rentas por sus obispos, o a lo menos separados de la cura de almas; porque la mala vida e ignorancia de éstos metió a Alemania la peste de las herejías».

San Ignacio de Loyola, Carta a San Pedro Canisio. 13 de Agosto de 1554

sábado, 2 de septiembre de 2023

NO DEBEN TOLERARSE CURAS O CONFESORES HEREJES: SAN IGNACIO


«No debería tolerarse curas o confesores que estén tildados de herejía; y a los convencidos en ella habríase de despojar en seguida de todas las rentas eclesiásticas; que más vale estar la grey sin pastor que tener por pastor a un lobo. Los pastores, católicos ciertamente en la fe, pero que con su mucha ignorancia y mal ejemplo de públicos pecados pervierten al pueblo, parece deberían ser muy rigurosamente castigados, y privados de las rentas por sus obispos, o a lo menos separados de la cura de almas; porque la mala vida e ignorancia de éstos metió a Alemania la peste de las herejías».

San Ignacio de Loyola, Carta a San Pedro Canisio. 13 de Agosto de 1554

miércoles, 15 de febrero de 2023

LOS LOBOS DISFRAZADOS DE PASTORES


 «No deberían tolerarse curas o confesores que estén tildados de herejía; y a los convencidos en ella habríase de despojar en seguida de todas las rentas eclesiásticas; que MÁS VALE ESTAR LA GREY SIN PASTOR, QUE TENER POR PASTOR A UN LOBO. Los pastores, católicos ciertamente en la fe, pero que con su mucha ignorancia y mal ejemplo de públicos pecados pervierten al pueblo, parece deberían ser muy rigurosamente castigados, y privados de las rentas por sus obispos, o a lo menos separados de la cura de almas; porque la mala vida e ignorancia de éstos metió a Alemania la peste de las herejías».

San Ignacio de Loyola, Carta a San Pedro Canisio. 13 de Agosto de 1554.


sábado, 27 de agosto de 2022

NO HAY OTRO EVANGELIO


Gálatas 1, 6. Me maravillo de que tan pronto, abandonando al que os llamó a la gracia de Cristo, os paséis a otro evangelio.

7. No es que haya otro; lo que hay es que algunos os turban y pretenden pervertir el Evangelio de Cristo.

8. Pero aunque nosotros o un ángel del cielo os anunciase otro evangelio distinto del que os hemos anunciado, sea anatema.

9. Os lo hemos dicho antes, y ahora de nuevo os lo digo: Si alguno os predica otro evangelio distinto del que habéis recibido, sea anatema.

10. ¿Busco yo ahora el favor de los hombres o el de Dios? ¿Acaso busco agradar a los hombres? Si aún buscase agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo.


jueves, 25 de agosto de 2022

SOBRE LA HEREJÍA


«El colmo de la deslealtad a Dios es la herejía. Es el pecado de los pecados, la cosa más abominable que haya a los ojos de Dios en este mundo maligno. ¡Pero qué poco comprendemos su odiosidad excesiva!… 

«La miramos, y estamos tranquilos. La tocamos y no nos estremecemos. Nos mezclamos con ella, y no tenemos miedo. La vemos tocar cosas sagradas, y no tenemos sentido de sacrilegio… 

«Por no ser severa, nuestra caridad deja de ser veraz, y por no ser veraz deja de convencer… Donde no hay odio de la herejía, no hay santidad.»

(Padre F. Faber, The Precious Blood, 1868)

jueves, 23 de junio de 2022

CONSEJOS E INDICACIONES PARA CONSERVAR LA FE


“Van a llegar infelices tiempos de rebelión y de disensiones en la Iglesia. Oh, hijos míos, —lo dijo con lágrimas en los ojos— ¡no os dejéis seducir por ninguna innovación! Uníos y manteneos firmes. Permaneced en la misma vía, en los mismos caminos que nuestros piadosos mayores, conservad y mantened lo que nos fue enseñado. Es así que resistiréis a los ataques, a los huracanes, a las tempestades que se elevarán con tanta violencia”.

San Nicolás de Flüe.

Nicolás de Flüe, o Bruder Klaus (hermano Klaus), como es conocido en su patria, nació en Sachseln, en el cantón suizo de Obwalden, en 1417 y falleció en 1487, siendo canonizado por S.S. Pío XII en mayo de 1947. 

Fuentes: Guido Goerres, Le Bienheureux Nicolas de Flüe, traducido del alemán. In Les Petits Bollandistes, Vies des Saints, Bloud et Barral, Libraires-Éditeurs, París, 1882, t. IV, p. 91.

lunes, 25 de abril de 2022

LA ASTUCIA DE LOS HEREJES

 
Palabras de Su Santidad Pío VI, que denuncian la astucia de los herejes para encubrir sus herejías con ambigüedades y medias tintas. Hoy en día, los modernistas vuelven a emplear la misma diabólica táctica para implementar sus innovaciones y herejías.
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Papa Pío VI, condenación del Sínodo de Pistoya, de la bula Auctorem fidei, 28 de agosto de 1794:

 “[Los doctores antiguos] conocían la habilidad de los novadores en astuto arte de engañar, los cuales temiendo ofender los oídos católicos cuidaban ordinariamente ocultarlos con fraudulentos artificios de palabras, para que entre la variedad de sentidos con mayor suavidad se introduzca en los ánimos el error oculto, y suceda que, corrompida por una ligerísima adición o mudanza la verdad de la sentencia, pase sutilmente a causar la muerte la confesión que obraba la salud. Y a la verdad este modo solapado y falaz de discurrir, aunque en todo género de oración es vicioso, mucho menos debe tolerarse en un Sínodo, cuya especial alabanza es el observar, cuando enseña, tal claridad en el decir, que no deje peligro alguno de tropezar.

“Y por tanto, si en este género de cosas se llegase a cometer error, no se pueda defender con aquella engañosa excusa que suele darse, de que lo que tal vez por descuido se dijo en una parte con mayor dureza, se halla en otros lugares más claramente explicado y aun corregido; como si esta descarada licencia de afirmar y negar y contradecirse según su voluntad, que fue siempre la fraudulenta astucia de los novadores para sorprender con el error, no fuese más propia para descubrirle que para ocultarle:
“O como si especialmente a los indoctos que por casualidad viniesen a dar con esta o la otra parte del Sínodo, que a todos se presenta en lengua vulgar, les hubiesen de ocurrir siempre aquellos otros lugares dispersos que deberían mirarse, o aun vistos estos tuviese cualquiera la suficiente instrucción para conciliarlos por sí mismo, de suerte que, como aquellos falsamente y sin consideración dicen, puedan huir todo peligro de error. Artificio a la verdad perniciosísimo de introducir el error que con sabia penetración descubierto ya antes en las cartas de Nestorio, obispo de Constantinopla, le refutó con reprensión gravísima nuestro predecesor Celestino; en las cuales cartas, bajo un estudio atento, siguiéndole los pasos a aquel taimado, cogido y detenido, armado de su locuacidad, cuando envolviendo en tinieblas lo verdadero, y volviendo después a confundir uno, y otro, o confesaba lo que había negado, o pretendía negar lo que había confesado.

“Para rebatir estas astucias, renovadas con demasiada frecuencia en todas las edades, no se ha hallado otro camino más acomodado que EL EXPONER LAS SENTENCIAS, QUE EMBOZADAS CON LA AMBIGÜEDAD, ENCIERRAN UNA PELIGROSA Y SOSPECHOSA DIVERSIDAD DE SENTIDOS, NOTAR LA SINIESTRA INTELIGENCIA A QUE ESTÁ ANEXO EL ERROR QUE REPRUEBA LA SENTENCIA CATÓLICA”.

martes, 14 de septiembre de 2021

PROFUNDIZAR LA FE VERDADERA SIN CONTAMINACIÓN DE HEREJÍAS


"Siempre resultará provechoso esforzarse en profundizar el contenido de la antigua tradición, de la doctrina y la fe de la Iglesia católica, tal como el Señor nos la entregó, tal como la predicaron los apóstoles y la conservaron los santos Padres. En ella, efectivamente, está fundamentada la Iglesia, de manera que todo aquel que se aparta de esta fe deja de ser cristiano y ya no merece el nombre de tal". 

 San Atanasio, Epístola a Serapión.

viernes, 27 de agosto de 2021

NADIE TIENE PODER PARA CAMBIAR EL EVANGELIO


Gálatas 1, 6.:
 Me maravillo de que tan pronto, abandonando al que os llamó a la gracia de Cristo, os paséis a otro evangelio. 7. No es que haya otro; lo que hay es que algunos os turban y pretenden pervertir el Evangelio de Cristo. 8. Pero aunque nosotros o un ángel del cielo os anunciase otro evangelio distinto del que os hemos anunciado, sea anatema. 9. Os lo hemos dicho antes, y ahora de nuevo os lo digo: Si alguno os predica otro evangelio distinto del que habéis recibido, sea anatema. 10. ¿Busco yo ahora el favor de los hombres o el de Dios? ¿Acaso busco agradar a los hombres? Si aún buscase agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo.

viernes, 4 de septiembre de 2020

LOS HEREJES SON LOBOS DISFRAZADOS DE PASTORES



«No debería tolerarse curas o confesores que estén tildados de herejía; y a los convencidos en ella habríase de despojar en seguida de todas las rentas eclesiásticas; que MÁS VALE ESTAR LA GREY SIN PASTOR, QUE TENER POR PASTOR A UN LOBO. Los pastores, católicos ciertamente en la fe, pero que con su mucha ignorancia y mal ejemplo de públicos pecados pervierten al pueblo, parece deberían ser muy rigurosamente castigados, y privados de las rentas por sus obispos, o a lo menos separados de la cura de almas; porque la mala vida e ignorancia de éstos metió a Alemania la peste de las herejías».

San Ignacio de Loyola, Carta a San Pedro Canisio. 13 de Agosto de 1554

domingo, 24 de noviembre de 2019

FE ÍNTEGRA


"Todo el que quiera salvarse, ante todo es menester que mantenga la fe católica; y el que no la guardare íntegra e inviolada, sin duda perecerá para siempre”.

Papa Eugenio IV, Concilio de Florencia.

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viernes, 18 de octubre de 2019

LA FE TIENE QUE SER ÍNTEGRA


 "Es evidente que quien se adhiere a la enseñanza de la Iglesia como regla infalible presta su asentimiento a todo cuanto enseña la Iglesia. De lo contrario, si de las cosas que enseña la Iglesia admite las que quiere y excluye las que no quiere, no asiente a la enseñanza de la Iglesia como regla infalible, sino a su propia voluntad. Así, es del todo evidente que el hereje que de manera pertinaz rechaza un solo artículo no está preparado para seguir en su totalidad la enseñanza de la Iglesia (estaría, en realidad, en error y no sería hereje si no lo rechaza con pertinacia). Es, pues, evidente que el hereje que niega un solo artículo no tiene fe respecto a los demás, sino solamente opinión, que depende de su propia voluntad".

Santo Tomás de Aquino

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viernes, 2 de agosto de 2019

REGLA PARA DISTINGUIR LA VERDAD CATÓLICA DEL ERROR por San Vicente de Lerins


Habiendo interrogado con frecuencia y con el mayor cuidado y atención a numerosísimas personas, sobresalientes en santidad y en doctrina, sobre cómo poder distinguir por medio de una regla segura, general y normativa, la verdad de la fe católica de la falsedad perversa de la herejía, casi todas me han dado la misma respuesta: «Todo cristiano que quiera desenmascarar las intrigas de los herejes que brotan a nuestro alrededor, evitar sus trampas y mantenerse íntegro e incólume en una fe incontaminada, debe, con la ayuda de Dios, pertrechar su fe de dos maneras: con la autoridad de la ley divina ante todo, y con la tradición de la Iglesia Católica».

Es pues, sumamente necesario, ante las múltiples y enrevesadas tortuosidades del error, que la interpretación de los Profetas y de los Apóstoles se haga siguiendo la pauta del sentir católico.

En la Iglesia Católica hay que poner el mayor cuidado para mantener lo que ha sido creído en todas partes, siempre y por todos. Esto es lo verdadera y propiamente católico, según la idea de universalidad que se encierra en la misma etimología de la palabra. Pero esto se conseguirá si nosotros seguimos la universalidad, la antigüedad, el consenso general. Seguiremos la universalidad, si confesamos como verdadera y única fe la que la Iglesia entera profesa en todo el mundo; la antigüedad, si no nos separamos de ninguna forma de los sentimientos que notoriamente proclamaron nuestros santos predecesores y padres; el consenso general, por último, si, en esta misma antigüedad, abrazamos las definiciones y las doctrinas de todos, o de casi todos, los Obispos y Maestros.

EJEMPLO DE CÓMO APLICAR LA REGLA

¿Cuál deberá ser la conducta de un cristiano católico, si alguna pequeña parte de la Iglesia se separa de la comunión en la fe universal?

-No cabe duda de que deberán anteponer la salud del cuerpo entero a un miembro podrido y contagioso. 

-Pero, ¿y si se trata de una novedad herética que no está limitada a un pequeño grupo, sino que amenaza con contagiar a la Iglesia entera?

-En tal caso, el cristiano deberá hacer todo lo posible para adherirse a la antigüedad, la cual no puede evidentemente ser alterada por ninguna nueva mentira.

¿Y si en la antigüedad se descubre que un error ha sido compartido por muchas personas, o incluso por toda una ciudad, o por una región entera?

-En este caso pondrá el máximo cuidado en preferir los decretos -si los hay- de un antiguo Concilio Universal, a la temeridad y a la ignorancia de todos aquellos.

¿Y si surge una nueva opinión, acerca de la cual nada haya sido todavía definido?

-Entonces indagará y confrontará las opiniones de nuestros mayores, pero solamente de aquellos que, siempre permanecieron en la comunión y en la fe de la única Iglesia Católica y vinieron a ser maestros probados de la misma. Todo lo que halle que, no por uno o dos solamente, sino por todos juntos de pleno acuerdo, haya sido mantenido, escrito y enseñado abiertamente, frecuente y constantemente, sepa que él también lo puede creer sin vacilación alguna.

San Vicente de Lerins

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miércoles, 24 de enero de 2018

EXHORTACIÓN AL CARDENAL AGUIAR A RETRACTARSE DE TESIS HERÉTICA



Refutación de la tesis herética expresada por el cardenal Aguiar (durante su visita pastoral al Instituto Zaragoza el 16 de febrero de 2017), citando documentos oficiales de la Iglesia Católica (catecismo de San Pío X, Concilio dogmático de Trento, San Pablo, Concilio dogmático Vaticano primero y magisterio del papa Pío XII). Podríamos extendernos con muchas citas más, pero éstas son más que suficientes. Se suplica filialmente al cardenal Aguiar rectifique por bien de los fieles, de la Iglesia y de su propia alma.

Enseña San Pablo, divinamente inspirado:
"Por un solo hombre, el pecado entró en el mundo, y por el pecado la muerte, y así a todos los hombres pasó la muerte, por cuantos todos habían pecado... Sin embargo, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun sobre los que no habían pecado a la manera de la trasgresión de Adán" (Rom. V, 12-14).


Ver también (haz clic): ¿SON HISTÓRICOS LOS PRIMEROS CAPÍTULOS DEL GÉNESIS?