En este paisaje rocoso nada es lo que parece. Entre la nieve se esconde un grupo de caballos salvajes con serios problemas de timidez. Nosotros hemos detectado a cinco. ¿Cuántos puedes ver tú?
¿Te has fijado en el lobo de la imagen? Lo cierto es que así, aullando en solitario en pleno monte, el animalillo no parece muy peligroso, ¿verdad? No te confíes: sus compañeros han oído la llamada desde lo alto de las montañas y no tardarán en aparecer. ¿Puedes verlos ya? En la pintura hay más de tres lobos. ¿Cuántos ves? 
¡Otra de lobos! Difícil lo tiene el gato salvaje para salir de ésta con vida. ¿Cuántos lobos persiguen al pobre animal? Uno, dos, tres... Mejor te dejamos a ti el trabajo de contarlos. Si te animas a hacerlo, no olvides al gran lobo que parece dirigirlos a todos. ¡Su cabeza es casi de la cuarta parte de la pintura!
Todos los niños sueñan con un tesoro, y este pequeño granjero no iba a ser menos. ¿O piensas que se conforma con el granero destartalado que contempla? Si afinas la vista descubrirás qué le gustaría tener en realidad. ¿Ya lo viste?
Mira atentamente este dibujo. ¿Ves un rostro? Es el fondo blanco. Hay alguien más, fíjate bien. Una pista: "érase una vez un saxo a una nariz pegado...". ¿Ya? Al rostro lo acompaña un hombre tocando un saxo. Es el fondo negro.
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