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martes, 4 de abril de 2023

CORDEROS Y LOBOS


 "No es posible que lobos y ovejas anden revueltos, sin que las ovejas reciban algún daño, sin un milagro de primer orden. Y creo que uno de los venenos más activos y eficaces con que cuenta el infierno, es la mezcla de la verdad y del error, de lo bueno y de lo malo. Y este veneno es el que están tomando muchos, y dándole a tomar a otros, y van muriendo los que lo toman a la verdad y a la virtud, con daño indecible para el Catolicismo.

Yo he gritado contra ese mal, y aun he sufrido por gritar. No me arrepiento de haber gritado. Si en este punto tengo que arrepentirme, será el no haber gritado más."

Mons. Ezequiel Moreno, 

Obispo de Pasto, Colombia, 1905.

NOTA: Hoy estamos mil veces peor que en esa fecha.

lunes, 23 de agosto de 2021

COQUETEOS CON LOS ENEMIGOS DE CRISTO


«Esos católicos tolerantes, condescendientes, blandos, dulces, amables en extremo con los masones y furiosos enemigos de Jesucristo, guardan todo su mal humor para los que gritan ¡viva la Religión! y la defienden sufriendo continuas penalidades y exponiendo sus vidas». Para ellos estos últimos son «exagerados e imprudentes, que todo lo comprometen, con perjuicio de los intereses de la Iglesia» (10-2-1901). /// ... «Es un error, y error funesto a la Iglesia y a las almas, transigir con los enemigos de Jesucristo y andar blandos y complacientes con ellos. (...) ¿Que bienes se han conseguido con las blanduras y coqueteos con los enemigos de Jesucristo? ¿Qué males se han evitado, pequeños ni grandes, por esos caminos? No se consigue otra cosa con esa conducta que afianzar el poder de los malos». (Circular de San Ezequiel Moreno 30-11-1900).

jueves, 27 de diciembre de 2012

LA MEZCLA DE VERDAD Y ERROR ES UN ARMA DEL INFIERNO: MONS. EZEQUIEL MORENO

NO PUEDE HABER CONCORDIA ENTRE LIBERALISMO Y CATOLICISMO


Cuerpo incorrupto de este santo obispo (hoy políticamente
 incorrecto, pero fiel a Dios y a su Iglesia)

“Creo que uno de los venenos más activos y eficaces con que cuenta el infierno es la mezcla de la verdad y el error, de lo bueno y de lo malo(…).  Yo he gritado contra ese mal, y aún he sufrido por gritar; no me arrepiento de haber gritado: si en este punto tengo que arrepentirme, será de no haber gritado más. La fe se va perdiendo: el liberalismo ha ganado lo indecible y esta espantosa realidad proclama con tristísima evidencia el más completo fracaso de la pretendida concordia entre católicos  y liberales. No cabe la tal concordia sin perjuicio del catolicismo”.

Mons. Ezequiel Moreno, Obispo de Pasto, Colombia, 1905.


TEXTO COMPLETO:


«En el papel que queda adjunto con este, dejo unos apuntes que se pueden añadir a mis Instrucciones sobre la conducta que hay que observar con los liberales.
Confieso, una vez más, que el Liberalismo es pecado, enemigo fatal de la Iglesia y reinado de Jesucristo, y ruina de los pueblos y naciones; y queriendo enseñar esto, aun después de muerto, deseo que en el salón donde se exponga mi cadáver, y aun en el templo durante las exequias, se ponga a la vista de todos un cartel grande que diga: EL LIBERALISMO ES PECADO.
Deseo y pido que me entierren con mi santo hábito religioso, como hijo de mi Gran Padre San Agustín, y que me sepulten en tierra en la capilla del Santísimo de la Catedral. En lo demás cúmplase lo que manda la Iglesia en el Pontifical sobre entierro del Obispo. En nada me puedo oponer a esa solemnidad, puesto que es ordenada por la Iglesia.
Pido perdón de mis faltas en el desempeño de mi cargo pastoral; primero, a Dios Nuestro Señor; segundo, a mi amado Clero; tercero, a todos los fieles del Obispado, y a cuantos haya ofendido en el curso de mi vida, o en algo les haya perjudicado de alguna manera, ya sea por comisión, ya por omisión. A todos suplico rueguen a Dios por mi pobre alma.»
«Concluyo diciendo que bajo al sepulcro con la gran pena de ver que se trata de descatolizar a Pasto, y de que bastantes de los que se llaman católicos tienen ya mucho de liberales, siendo éstos los que más contribuyen a que el error progrese, y llegando a tal ceguedad que no ven la luz de la verdad católica que condena ese modo de obrar. Pobres ciegos, conducen a otros ciegos, y todos van cayendo en los hondos abismos del error.
La Concordia, tal como se ha entendido y practicado hasta ahora, ha sido una espantosa calamidad para la fe de estos pueblos. Comprendí los daños que vendrían con la Concordia desde un principio, y por eso protesté contra ella en el día mismo en que los liberales la proclamaban aquí, en una hoja suelta que dieron meses antes de posesionarse el Gobierno actual. No es posible que lobos y ovejas anden revueltos, sin que las ovejas reciban algún daño, sin un milagro de primer orden. Y creo que uno de los venenos más activos y eficaces con que cuenta el infierno, es la mezcla de la verdad y del error, de lo bueno y de lo malo. Y este veneno es el que están tomando muchos, y dándole a tomar a otros, y van muriendo los que lo toman a la verdad y a la virtud, con daño indecible para el Catolicismo.
Yo he gritado contra ese mal, y aun he sufrido por gritar. No me arrepiento de haber gritado. Si en este punto tengo que arrepentirme, será el no haber gritado más.
La fe se va perdiendo; el liberalismo ha ganado lo indecible, y esta espantosa realidad proclama, con tristísima evidencia, el más completo fracaso de la pretendida concordia entre los que aman el altar y los que abominan el altar, entre católicos y liberales.
No cabe la tal concordia sin perjuicio del Catolicismo. Llegará pronto el tiempo en que desaparezca esta alianza aparente, y para vergüenza y castigo de los católicos que se han dejado engañar, no serán ellos los que lancen de sí a los liberales, sino que serán los liberales los que lancen a ellos.
Firmo todo lo que precede en Pasto, a seis de Octubre de mil novecientos cinco.

FR. EZEQUIEL, Obispo de Pasto.»
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jueves, 9 de agosto de 2012

LOS CATÓLICOS LIBERALES "SON MUCHO MÁS PELIGROSOS Y FUNESTOS QUE LOS ENEMIGOS DECLARADOS": S.S. PÍO IX

S.S. Pío IX

El 17 de septiembre de 1861 después del decreto relativo a la canonización de los veintitrés mártires franciscanos del Japón, dijo S.S. Pío IX lo siguiente:

"En estos tiempos de confusión y desorden, no es raro ver a cristianos, a católicos –también los hay en el clero- que tienen siempre las palabras de término medio, conciliación, y transacción. Pues bien, yo no titubeo en declararlo: estos hombres están en un error, y no los tengo por los enemigos menos peligrosos de la Iglesia… Así como no es posible la conciliación entre Dios y Belial, tampoco lo es entre la Iglesia y los que meditan su perdición. Sin duda es menester que nuestra fuerza vaya acompañada de prudencia, pero no es menester igualmente, que una falta de prudencia nos lleve a pactar con la impiedad… No, seamos firmes: nada de conciliación; nada de transacción vedada e imposible".

El mismo Pío IX dirigió al presidente y socios del Círculo de San Ambrosio de Milán el 6 de marzo de 1873, el siguiente mensaje:

"Si bien los hijos del siglo son más astutos que los hijos de la luz, serían sin embargo menos nocivos sus fraudes y violencias, si muchos que se dicen católicos no les tendiesen una mano amiga. Porque no faltan personas que, como para conservarse en amistad con ellos, se esfuerzan en establecer estrecha sociedad entre la luz y las tinieblas, y mancomunidad entre la justicia y la iniquidad, por medio de doctrinas que llaman católico-liberales, las cuales basadas sobre principios perniciosísimos adulan a la potestad civil que invade las cosas espirituales, y arrastran los ánimos a someterse, o a lo menos, a tolerar las más inicuas leyes, como si no estuviese escrito: ninguno puede servir a dos señores. Estos son mucho más peligrosos y funestos que los enemigos declarados, ya porque sin ser notados, y quizá sin advertirlo ellos mismos, secundan las tentativas de los malos, ya también porque se muestran con apariencias de probidad y sana doctrina, que alucina a los imprudentes amadores de conciliación, y trae a engaño a los honrados, que se opondrían al error manifiesto.

"O CATOLICISMO O LIBERALISMO"

Refiriéndose a estos dos textos, San Ezequiel Moreno, comentó el 29 de octubre de 1897:
San Ezequiel Moreno
"(…) Yo, haciendo mías las palabras de Pío IX, y aplicándolas a nuestra actual situación, concluyo este apartado diciendo: Nos hallamos en días de confusión y desorden, y en estos días se han presentado hombres cristianos, católicos –también un sacerdote- lanzando a los cuatro vientos palabras de término medio, de transigencia, de conciliación. Pues bien, yo tampoco titubeo en declararlo: esos hombres están en un error, y no los tengo por los enemigos menos peligrosos de la Iglesia. No es posible la conciliación entre Jesucristo y el diablo, entre la Iglesia y sus enemigos, entre catolicismo y liberalismo. No, seamos firmes: nada de conciliación; nada de transacción vedada e imposible. O catolicismo o liberalismo. No es posible la conciliación.”

Por algo el Syllabus del mismo Papa Pío IX condenó la proposición (LXXX) que decía que la Iglesia -a través del Romano Pontífice- debía reconciliarse con el liberalismo. Sin embargo, hoy en día, los modernistas resucitan y practican este viejo y sobado error, y lo enarbolan como bandera de dizque "progreso", cuando en realidad todos los viejos errores son retardatarios.
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sábado, 30 de junio de 2012

EL AFÁN DE INTENTAR CONCILIAR LO CONTRADICTORIO = LA POSTURA LIBERAL CONDENADA POR LA IGLESIA

San Ezequiel Moreno

«Antiguamente la táctica de Lucifer era desunir a los católicos, envidiando que fueran una sola alma para servir a Dios, y tuvieran ellos un solo corazón para amarle; pero hoy ha mudado de táctica, y trata de unir a los que deben estar separados, porque conoce perfectamente que cada paso que avance el liberalismo en el campo católico, es nueva conquista para él... Cuanto más lejos nos coloquemos del error, menos peligros tendremos de caer en él».

San Ezequiel Moreno*.


«Vosotros todos, mis hermanos, si estáis forzados a ver el triunfo del mal, no lo aclaméis jamás. No digáis nunca al mal “eres el bien”; a la decadencia, “eres el progreso”; a la noche, “eres la luz”; a la muerte, “eres la vida”. Santificaos en el tiempo en que Dios os ha colocado. Gemid por los males y desórdenes que Dios tolera. Oponedle la energía de vuestras buenas obras y de vuestros esfuerzos. Mantened toda vuestra vida pura de errores, libre de impulsos malos. De tal manera que después de haber vivido aquí unidos al Espíritu del Señor, seais admitidos a no ser sino uno con Él por los siglos de los siglos».

(...)

«No hay ninguna herida, ninguna lesión en el orden intelectual que no tenga consecuencias funestas en el orden moral e incluso en el orden material, y por esto nos aferramos a combatir el mal en su principio, a terminar con él en su causa, es decir en las ideas. Los mismos cristianos, viviendo en medio de esta atmósfera impura, no evitan completamente el contagio; aceptan con facilidad muchos errores.
Cansados de resistir en los puntos esenciales, a menudo, cansados de luchar, ceden sobre otros puntos que les parecen menos importantes, y no siempre se aperciben, y a veces no quieren apercibirse hasta dónde pueden llegar con su imprudente debilidad. Entre esta confusión de ideas y falsas opiniones, nos toca a nosotros, sacerdotes de la verdad incorruptible, poner obstáculos y protestar con el gesto y de viva voz; dichosos si la rígida inflexibilidad de nuestra enseñanza puede detener el desenfreno de la mentira, destronar los principios erróneos que reinan soberbiamente en las inteligencias, corregir los funestos axiomas que se autorizan ya con la sanción de los tiempos, iluminar en fin y purificar una sociedad que amenaza hundirse, envejeciendo, en un caos de tinieblas y desórdenes, donde sería ya imposible distinguir la naturaleza y todavía menos el remedio de sus males».

«Si se trata de la verdad religiosa, enseñada y revelada por el mismo Dios; si va en ello nuestro porvenir eterno y la salvación de nuestra alma, ya no hay más transacción posible. Me encontraréis inquebrantable y habré de serlo. Es la condición de toda verdad el ser intolerante; pero la verdad religiosa siendo la más absoluta y la más importante de todas las verdades, es por consiguiente también la más intolerante y la más exclusiva».

Cardenal Louis Edouard Pie (1815-1880).



-La Iglesia es intolerante en los principios porque cree; pero es tolerante en la práctica porque ama. Los enemigos de la Iglesia son tolerantes en los principios porque no creen; pero son intolerantes en la práctica porque no aman-

-En el orden de los principios, quien inicia tolerando los errores "menores" puede terminar aceptando los mayores. La caridad es aplicable para quien yerra y no para el error. El error no goza de ningún derecho. El creyente no puede ceder en su fe ni hacerse disimulado ante los errores, mucho menos asimilarlos y adoptarlos bautizándolos con agua bendita. La verdad y el error no pueden promediarse-
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*San Ezequiel Moreno nace en Alfaro, (La Rioja, España) el 9 de abril de 1848. En 1865 profesa en la Orden de los Agustinos Recoletos en Monteagudo, Navarra. Ordenado sacerdote en 1871 en Manila, Filipinas, trabaja durante  15 años como misionero en ese país. Prior de Monteagudo en 1885, en 1888 parte para Colombia donde restaura la Orden de Agustinos Recoletos y reactiva sus antiguas misiones. Nombrado Vicario Apostólico de Casanare en 1893 y Obispo de Pasto en 1895, fue modelo de pastores por su fidelidad a la Iglesia y por su celo apostólico. En 1906 vuelve enfermo a España y muere a consecuencia de un cáncer el 19 de agosto del mismo año en el convento de Monteagudo. Se atribuyen a su intercesión innumerables curaciones, sobre todo de cáncer.
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