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lunes, 30 de junio de 2025
LA VIRGEN DE LOS REMEDIOS Y EL CERRO DE OTOMCAPULCO EN TOTOLTEPEC
Anochecer del 30 de junio: 505 Aniversario de la llegada de la Imagen de Nuestra Señora de los Remedios a Naucalpan, en medio de la trágica Huida de “La Noche Triste.”
Luego del desorden provocado durante la ausencia de Cortés en la Gran Tenochtitlan, mucho se enojaron los naturales con el emperador Moctezuma II por diferentes razones, una de ellas, por haberles permitido a los españoles colocar la Imagen de Nuestra Señora de los Remedios en lo alto del Templo Mayor.
Ante la muerte de Moctezuma II y el creciente odio de los naturales hacia los españoles, la noche del 30 de junio al 1 de julio de 1520, los conquistadores españoles al mando de Hernán Cortés huyeron de la ciudad de Tenochtitlan, capital del imperio azteca. No sin antes recoger la Imagen que presidía el Templo Mayor, patrona de la Conquista y que había permanecido intacta ante los ataques de los mexicas para destruirla.
Muchos de los españoles sólo intentaron la huída, porque los guerreros indígenas los alcanzaron y su sangre la ofrendaron a sus falsos dioses. Bernal Díaz del Castillo, autor de la “Historia verdadera de la conquista de la Nueva España”, soldado presente en aquel episodio, calcula que fueron como 600 sus compañeros muertos.
Cortés y sus hombres huyeron a la medianoche del 30 de junio de 1520. Cortés dio la señal de partida y bajo la consigna de silencio, marcharon por un puente de canoas en dirección a Tlacopan (Tacuba). Antes de llegar a la calzadas de salida de la ciudad azteca fueron observados por guerreros aztecas, que sonaron la alarma que alertaba de la huida de los españoles. Como los españoles y sus aliados alcanzaron las calzadas de salida, cientos de canoas aparecieron en las aguas junto a los guerreros aztecas.
Los españoles y sus aliados nativos lucharon en su camino de huida bajo la lluvia ante un sinnumero de flechas, utilizando puentes portátiles para cubrir las brechas. Se dice, que durante el combate, los naturales vieron de pronto a un hombre barbado montado sobre un corcel blanco que destellaba una particular luz y que escudaba a los españoles a huir (algunos dicen que se trata del apóstol Santiago, conocido como “Santiago mataindios”; pero también vieron a una Señora con un Niño en brazos, ambos de finos rostros, que echaba tierra a los ojos de los naturales para que perdieran el rastro de los españoles (aquí se cree que se trataba de la Virgen de los Remedios).
Al llegar al territorio de Tacuba, se adentraron a la zona de Totoltepec, donde los indígenas otomíes, hartos de ser dominados y esclavizados por el imperio mexica, arroparon a Cortés y sus hombres proveyéndoles de provisiones y curando sus heridas para que posteriormente retomaran su camino.
La tradición nos dice que al llegar a Totoltepec Cortés se sentó en el pie de un ahuehuete a llorar su derrota ante la Imagen de la Virgen de los Remedios y ante la impotencia que sentía por su fracaso, Cortés por miedo a que profanaran la Bendita Imagen, ordenó al Capitán Juan Rodríguez de Villafuerte (soldado que trajo a la Virgen) la ocultara en lo alto de un Cue, en el Cerro de Otomcapulco. Y no hayó lugar más seguro que la oquedad de un maguey en lo alto del Cerro de Otomcapulco (hoy los Remedios), lugar donde en 1540 el cacique indígena de Totoltepec, don Juan Ce Cuautli, la encontrara.
Resulta extraño pensar, que después de la batalla de la "Noche Triste", el Conquistador y General Español Hernán Cortés, se quedara a llorar su derrota en el árbol ubicado en Popotla, (pues recordemos que los dominios Mexicas, rebasaban incluso esas tierras), como la mayoría de la gente piensa. Por eso, es más factible que este descanso lo hayan hecho en Totoltepec, pues ya era de dominio Otomí.
Cabe destacar que el mencionado Ahuehuete de Totoltepec aún se encuentra en pie, siendo éste uno de los árboles más antiguos que conserva el pueblo.
Autor: Eduardo Baltazar Martínez.
jueves, 15 de septiembre de 2022
miércoles, 1 de septiembre de 2021
1 DE SEPTIEMBRE: SOLEMNIDAD DE LA VIRGEN DE LOS REMEDIOS
Hoy celebramos la Solemnidad de Nuestra Señora de los Remedios. | Patrona de la Ciudad de México. Abogada contra calamidades y epidemias.
La llegada de la Imagen de Nuestra Señora de los Remedios a tierras mexicanas es un acontecimiento de trascendental importancia en la Evangelización de nuestro país y un verdadero motivo de alegría para la Iglesia particular de Tlalnepantla que tiene el privilegio de tenerla físicamente; de honrarla con los títulos de “Patrona” y “Reina”; de gozar su maternal cuidado, protección y de su intercesión eficaz, por lo que debe ser conmemorado dignamente siendo la ocasión para dar a conocer y difundir la grandeza de la devoción a nuestra Madre y hacer real su patrocinio y reinado en la vida de fe en nuestras parroquias.
Nuestras tradiciones nos dicen que, como en la Anunciación, Dios quiso enviar a nuestras tierras a su Hijo, Jesús, en los brazos de la Virgen iniciando la evangelización de estas tierras en la pequeñez, sencillez, humildad y fragilidad de la Imagen de Nuestra Señora de los Remedios, hermosa Imagen de madera de 27cm de altura; con el niño Jesús, de 8 cm, en su brazo izquierdo; confeccionada en la zona de Malinas, Bélgica a finales del siglo XV o principios del siglo XVI.
Sabemos que esta Imagen fue traída por un soldado que acompañaba la tripulación de Hernán Cortés en su viaje de conquista, el capitán Juan Rodríguez de Villafuerte, y que desembarcó en tierras mexicanas en lo que hoy es Cozumel, el 14 de febrero de 1519. Sabemos, además, que esta es la imagen de la Virgen más antigua que se conserva en todo el continente americano.
La Imagen de nuestra Señora de los Remedios y la Cruz, fueron el icono, emblema o bandera, de la Primera Evangelización en nuestra tierra mexicana. Estuvo presente en la primera Misa celebrada con naturales en estas tierras y en los primeros bautismos, celebrados en Tabasco, el 17 de marzo de 1519; suscitando así la Fe en nuestros antepasados.
Fue colocada en junio de 1520, sin poder ser retirada por los indígenas en el Templo Mayor de la gran Tenochtitlan, en el lugar del ídolo Huitzilopochtli y eso fue una de las causas del levantamiento de los aztecas contra los españoles en la noche triste, aquel 30 de junio de 1520.
En el transcurso de la Huida, los españoles se refugiaron en un pequeño adoratorio en las faldas del cerro de Otomcapulco (hoy Cerro de los Remedios), en San Juan Totoltepec, llegando al actual territorio de Naucalpan de Juárez en la madrugada del 1 de julio de 1520 y quedando escondida la Imagen por 20 años, bajo un maguey.
Después de ser descubierta, por señales sobrenaturales en el año de 1540 por el cacique de Totoltepec, Ce Cuautli, se le construyó una ermita y luego, en 1575, se edificó el Santuario en el que ha permanecido hasta nuestros días, salvo las 75 ocasiones en que fue llevada en solemnes procesiones hasta la Catedral de la Ciudad de México para solicitar su intercesión en las calamidades que padeció la ciudad, a lo largo de los siglos.
Los españoles celebraron su hallazgo con grandes demostraciones de alegría. Se levantó en el mismo sitio una iglesia, y se le asignó un capellán para que cuidara de la milagrosa imagen. Extendióse su fama por todas partes y se destinaron grandes donaciones para su culto. Un tesorero fue nombrado para la custodia de sus joyas, y un camarista para que cuidase de sus ricos vestidos.
En tiempo de secas la bajaban de la ermita para llevarla en procesión a través de las calles de la Ciudad de México, que, a pie, presidía algunas veces el mismo Virrey. El cochero del carruaje en que se efectuaba la traslación de la Virgen, pertenecía a la nobleza. Se le hacían visitar los conventos principales, y al ser llevada en andas por el interior de los claustros, postrábanse las monjas en acto de humilde veneración. Caían lluvias abundantes después de su llegada.
Durante el segundo imperio, la Imagen de la Virgen de los Remedios también fue bellamente ataviada por los emperadores de México: Don Maximiliano de Habsburgo y su esposa, Carlota. Y se sabe que durante la persecución de la reforma juarista tanto la Imagen como el mismo Santuario de los Remedios, fueron respetados.
Sin duda estos son algunos de los acontecimientos de los que ha sido testigo la Bendita Imagen de la Virgen de los Remedios y hoy, orgullosamente podemos decir que, a pesar del transcurso de los siglos, el amor del pueblo mexicano hacia la Virgen de los Remedios sigue tan vigente como antaño; dando prueba de ello las múltiples peregrinaciones que arriban anualmente hasta su Basílica provenientes de Ayotuxco, Michoacán, Hidalgo, Toluca, Guanajuato, Querétaro, Veracruz, Puebla, España, Estados Unidos e incluso de otros países del extranjero.
¿Conoces esta Imagen? ¿Has ido a verla para experimentar su amor, visitándola en su Basílica? Conocerla es algo obligado para todo mexicano.
Que el amor de nuestra Madre Santísima infunda en nosotros un espíritu de Piedad y obediencia a las palabras de su Hijo, Jesús.
¡Viva la Virgen de los Remedios! ¡Viva la Iglesia Católica! ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva el Señor San José, patrón de la Iglesia!
Recopiló: Eduardo Baltazar Martínez.
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