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miércoles, 13 de junio de 2012

POLEN HALLADO EN LA SÁBANA SANTA ES DE PLANTAS USADAS EN RITUALES FUNERARIOS DE LA ÉPOCA DE CRISTO


I. OLAIZOLA. PALMA La doctora en Biología Marzia Boi, investigadora de palinología (una disciplina de la botánica dedicada al estudio del polen y las esporas) de la UIB, va a presentar un estudio sobre los pólenes presentes en la Sábana Santa en el que desmonta la creencia dada como incuestionable hasta ahora de que la masiva presencia de granos de Gundelia (una planta similar al cardo y habitual en todo el Asia Menor) en la mayor reliquia del Cristianismo demostraba que el lienzo que envolvió a Jesús albergó también la corona de espinas con la que se martirizó al hijo de Dios. Una tiara que, según las teorías manejadas hasta ahora, fue confeccionado con la citada planta. Marzia Boi presentará sus conclusiones en el primer congreso internacional español de Sindonología que se celebrará a finales de este mes en la Universidad de Valencia. 

—¿Qué es lo que ha descubierto estudiando los pólenes de la Sábana Santa?

—Bueno, antes que nada hay que contar los antecedentes. Al botánico suizo Max Frei se le permitió tomar veintitrés muestras de la superficie de la Sábana Santa tras la exposición de la Síndone en el Jubileo de 1973. El lienzo que envolvió a Cristo, que está custodiado en la Catedral de Turín, se muestra a los peregrinos durante aproximadamente un mes todas estas efemérides, que se celebran cuando el día del apóstol Santiago, el 25 de julio, cae en domingo. Pues bien, he estudiado los trabajos de Frei y he encontrado errores en la determinación de los pólenes presentes en la Sábana Santa. 

—¿Qué tipo de errores?

—Bueno, los trabajos de Frei, que fueron corroborados en el año 99 por botánicos israelíes, determinaban que aproximadamente el treinta por ciento de los pólenes hallados en la Síndone pertenecían a una planta, la Gundelia, muy parecida al cardo y presente por todo el Asia Menor. Los estudios llegaban a la conclusión de que la tiara de espinas con la que se coronó a Jesucristo como escarnio estaba confeccionada con esta planta. Así se pretendía demostrar que el cuerpo que había sido envuelto en esa tela había estado por Judea en esa época. 

—¿Y cuál es el error?

—Para empezar, la Gundelia era una planta de uso alimentario, no funerario. Es una especie de cardo que crece en los desiertos de Israel, Turquía y Siria y por todo el Asia Menor que era consumido tanto por hombres como animales. Además, el polen se encuentra en las flores, no en las hojas. Y la corona de espinas presumiblemente se hizo con estas hojas de cardo. Además, si a Jesucristo le enterraron sus familiares y amigos, ¿crees que le inhumarían con la corona de espinas con la que le habían humillado? 

—¿Qué conclusiones ha sacado de sus estudios?

—Para empezar, que los trabajos de Frei no fueron tan exhaustivos como se pretende. En la Sábana Santa había presentes 313 tipos de pólenes y sólo consiguió determinar 204. Como he dicho antes, el polen de Gundelia era el más abundante en la Síndone, un treinta por ciento del total, pero también había otros. Como el de Jara, que suponía el 8% del total de esporas halladas en el lienzo, de Apiáceas, familia de plantas como el apio, el perejil o el hinojo, que se halló en una proporción del 4%, o de la mata pistácea como el lentisco, que estaba presente en porcentajes aproximados del 2%.

—¿Y esto qué determina?

—Que estas otras plantas eran las materias primas para fabricar aceites y ungüentos muy usados hace dos mil años en los ritos funerarios hebreos. Jesús murió un viernes y, para preservar su cuerpo en una región muy afectada por el calor que descomponía la carne con celeridad, se le enterró ese mismo día por la tarde. Y se usaron esos ungüentos, habituales en esa época, para protegerlo de la descomposición y de los insectos. Según los ritos funerarios judíos, la sangre era parte de tu cuerpo y había que enterrarte con ella, sin limpiarla y sin aplicar estos aceites sobre las heridas, por lo que es previsible que los untaran bien por el lienzo para que la sábana evitara la descomposición. Y con la aplicación de los ungüentos se ha preservado la Síndone a lo largo de los siglos ya que también han actuado como repelentes frente a las polillas que podrían haberla dañado.

—¿Cree que la Sábana Santa envolvió el cuerpo de Cristo?

—No lo sé. Lo que tengo claro ahora es que sí albergó un cuerpo que fue embalsamado con los ungüentos y aceites que se usaban en los tiros funerarios de esa época. Y que la persona que fue inhumada así tuvo un entierro propio de un Rey. 



Doctora en Biología Marzia Boi

—Hay muchas personas que cuestionan todas estas reliquias del Cristianismo. 

—Sí, pero lo de la Sábana Santa es un milagro. Ningún científico hoy en día, con los adelantos que existen, conseguiría impresionar un lienzo con la efigie del cuerpo que envuelve. Bueno, quizá sí. Sometiéndole a una pequeña explosión nuclear. Lo de la Síndone sólo puede entenderse como un milagro. Hay quien llegó a decir que el rostro de Cristo plasmado en la Sábana fue pintado por Leonardo Da Vinci.

—¿Cómo llegó la Sábana Santa hasta la Catedral de Turín?

—La historia cuenta que apareció en el sur de Francia en el año 1355 y pertenecía a un familiar de un templario. Como sabrás, la orden de los templarios protegía y escoltaba a los peregrinos en su camino hacia Jerusalén. Y normalmente regresaban a sus hogares con reliquias procedentes de la ciudad santa. Pues bien, este nieto del templario construyó una iglesia en la que se exponía la Sábana Santa.En torno al año 1500, la reliquia es cedida a la casa de los Saboya y éstos, a su vez, la debieron donar a la Iglesia hasta que recaló en la catedral turinesa.

—¿No hay quién atribuye la edad real de la Síndone al medievo?

—Sí. Hay una teoría que defiende que el lino usado para confeccionar la Sábana Santa era el que se utilizaba en la época medieval pero, ¿cómo se explicaría entonces la presencia en el lienzo de los pólenes de plantas usadas para hacer unos ungüentos usados más de mil años antes? Si alguien hubiera intentado fabricar una reliquia falsa, ¿la habría hecho con tanta perfección como para incluir esos ungüentos que ya no se usaban? Lo dudo mucho. 

—¿Qué trabajo va a presentar en el primer congreso internacional español sobre la Sábana Santa? 

—Las conclusiones de todo lo que hemos hablado. Y llevará como título algo así como El significado etnocultural de las plantas en los rituales funerarios antiguos y sus implicaciones en el caso de los pólenes de la Sábana Santa.


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sábado, 7 de abril de 2012

ESTE SÁBADO SANTO PIDAMOS A DIOS SABIDURÍA

Además: Interesantísimo documental sobre la Sábana Santa y el Rostro de Jesús

Haz click sobre la imagen para ver la explicación
de lo que se celebra el Sábado Santo

Se va cerrando el drama de la Pasión de Cristo, cuyas escenas hemos ido contemplando durante esta Semana Mayor.

Hoy, Jesús yace en su tumba y los apóstoles creen que todo se acabó. Todo el día sábado su cuerpo descansa en el sepulcro. Pero su madre, María, se acuerda de lo que dijo su Hijo : "Al tercer día resucitaré". Los Apóstoles van llegando a su lado, y Ella les consuela.

El Sábado Santo es un día de luto inmenso, de silencio y de espera vigilante de la Resurrección. La Iglesia en particular recuerda el dolor, la valentía y la esperanza de la Virgen María.

El misterio esencial del Sábado Santo es la ausencia del Señor. La Iglesia se encuentra en espera de la resurrección del esposo. Cristo ha ocultado su rostro; ha sustraído su presencia; el Señor está ausente; Jesús misteriosamente está muerto. Esto es lo que le distingue de cualquier otro momento de la vida terrestre y celeste del Redentor.

Cristo no está ya, está muerto y litúrgicamente esta ausencia se presenta como la privación de la Eucaristía. Es imposible celebrarla porque el Señor no está. Este es el único día del año en que no se celebra el Santo Sacrificio de la Misa en ninguna parte del mundo, porque Jesús está muerto.

Es necesario permanecer sobrecogidos ante la ausencia del Señor. Este es un buen día para pensar en lo que significa que Dios no esté con nosotros. Es una buena oportunidad para revisar nuestra vida con Dios. ¿Cuántas veces somos nosotros los que lo abandonamos? ¿Cuántas veces hemos dejado solo al Señor Jesús?

Hoy Jesús nos deja solos. No por su voluntad, sino porque está muerto.

Sólo puede ser entendida esta muerte en el contexto de la Salvación que Jesús nos ofrece. Sólo es posible entender que Dios Padre permitiera que a su Hijo le pasara algo tan grave porque era necesario que así sucediera para borrar nuestros pecados y alcanzarnos la salvación. Sin muerte no hay redención ni resurrección, no hay vida eterna.

Este día sábado, al caer la noche vamos a celebrar la Vigilia Pascual. La celebración de la Vigilia Pascual es la más importante fiesta del año cristiano. Es la noche santa, es la noche larga, es la noche victoriosa. Cristo resucita en la madrugada del domingo.

Hoy es el día de la esperanza… y en silencio esperamos confiados por una vida nueva: la Resurrección.

DANOS SABIDURÍA, SEÑOR

Preparémonos, desde las profundidades del silencio, a la luz que todo lo ilumina y que emana de su Resurrección. En tanto, permanezcamos junto al sepulcro del Señor, callados, meditando su Pasión y muerte, pidiéndole -durante estos momentos- nos dé Sabiduría.  Es fundamental comprender que la Sabiduría supera al simple conocimiento. Es preciso no confundir la Ciencia con la Sabiduría. El demonio supo de las cosas celestes y no aprovechó ese conocimiento con Sabiduría. Hoy conoce más cosas terrestres que todos los hombres del mundo y... ¿de qué le sirve? Por eso es nuestra súplica: ¡Señor, danos Sabiduría!  En los momentos de prueba, no es un gran cúmulo de conocimientos lo que nos salva, sino la Pasión de Cristo y la aceptación que de ella hagamos. Sin Fe nada valemos y sin obras, nuestra Fe está muerta. Sin Sabiduría es fácil desvariar. Por ello es que pedimos a Cristo que nos la otorgue para vivir la vida cristianamente y sortear las pruebas conforme a su Voluntad. Pidámosla también para nuestros pastores. Agradezcamos a Jesús su Redención mediante su muerte en Cruz. Sigamos en silencio recordando y meditando aquello de "aquel que se salva, sabe; y el que no, no sabe nada".

Mantengámonos, pues, junto al sepulcro del Señor. Supliquemos a Cristo que no nos deje más tiempo solos, proponiéndonos nosotros tampoco volver apartarnos de Él por el pecado. 

Ven, Señor. ¡Resucita y resucítanos a tu Gracia! Sin ti estamos perdidos.

Fuentes: varias.
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EL ROSTRO DE CRISTO CONFORME A LA SÁBANA SANTA


Nuestro Señor Jesucristo quiso dejarnos su imagen en el Sudario de Turín con el que fue envuelto en el sepulcro, y en esa misteriosa imagen podemos recorrer lo que fue toda su Pasión, por eso algunos la llaman devotamente “el quinto evangelio”.

En la Sábana Santa no vemos un cuerpo glorioso y resucitado, vemos un cuerpo lacerado y repleto de llagas, el cuerpo del “Varón de dolores”.

Presentamos a continuación un documental que pretende revelar el verdadero rostro de N.S. Jesucristo utilizando la más moderna tecnologia, basándose precisamente en el Sudario de Turín. Con complejos programas de tercera dimensión nos presentan su resultado:

Video No 1


Video No. 2


Video No. 3


Video No. 4


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jueves, 5 de mayo de 2011

LA SÁBANA SANTA RESCATADA INCREÍBLEMENTE DE UN MAR DE FUEGO


El incendió alteró los resultados del carbono 14

En la noche del 11 al 12 abril de 1997, el fuego terrible amenazó con destruir para siempre una de las reliquias más preciadas del mundo católico: la Sábana Santa de Turín, sudario que envolvió durante tres días el cuerpo de nuestro Señor Jesucristo, después de su crucifixión hasta su gloriosa resurrección. 

Sólo después de un largo y extenuante combate con el fuego por parte del departamento de bomberos, el sacrosanto sudario pudo ser salvado de las llamas. Además del Palacio Real, el fuego destruyó casi por completo la capilla de Guarino Guarini -contigua a la Catedral de Turín- que era donde se hallaba la reliquia.

Algunos órganos de prensa italianos han mencionado las sospechas de que el fuego pudiera haber sido un crimen intencional.

En ese momento dramático cuando todo parecía perdido, se vió una de las escenas más bellas de heroísmo: el bombero Mario Trematore se lanzó sin miedo en medio de las llamas, y con una gruesa barra de hierro golpeó varias veces el grueso cristal blindado que protegía la reliquia, logrando su recuperación y rescate. Momentos más tarde, toda la cúpula de la capilla se derrumbó.

Una década después, en el año de 2007,  recordando este hecho y teniendo en cuenta la conmoción que causó esta tragedia en el mundo católico, pues estuvo a punto de perderse la venerada reliquia, Catolicismo pidió a su homólogo de Milán, Roberto Bertogna, que entrevistara al bombero Mario Trematore, para que narrara el emocionante rescate, así como los recuerdos más importantes que este evento dejó en su alma.

A continuación veremos el video del rescate y posteriormente reproduciremos la entrevista mencionada:


Video del incendio y rescate


Entrevista a Mario Trematore, el bombero que la rescató
Mario Trematore con la reliquia preciosa que salvó del fuego
Catolicismo - ¿Podría describir para nuestros lectores la razón por la que decidió hacer frente al fuego, sabiendo muy bien que se exponía a una muerte terrible en las llamas?
Mario Trematore - En la vida, el cristiano tiene la obligación primordial de dar testimonio de su fe y reconocer en Jesucristo a su salvador, la presencia que transforma el precario acontecer de la existencia humana en la historia. Presencia cada día  reavivada por el recuerdo que al morir en la cruz, en Jesucristo participan todos los que creen en Él. Cristo crucificado muere cada día en muchos eventos que conforman la historia del mundo, para resurgir cada vez más presente en el misterio de la fe a los ojos de los hombres.
Su mano providencial está con nosotros siempre. Y fue esa mano que me movió a hacer frente a las llamas que amenazaban la reliquia más preciada del mundo cristiano. En efecto, en aquella afanosa noche en la catedral, luchando contra las llamas para salvar a la Sábana Santa, la fuerza que me obligó a cumplir con esa misión se originó a partir de una voz interior, que probablemente vino de arriba.
C - ¿En qué pensaba cuando golpeó el vidrio resistente del relicario que protegía a la Sábana Santa de Turín?
El hacinamiento en el fuego para salvar la reliquia
M.T. - En esa situación, cuando todo parecía perdido y la fuerza del fuego convirtió en impotente cualquier recurso humano, continué hasta esperar hasta el final, y el pensamiento se transformó en acción. Por un lado, viene el miedo a la muerte inesperada y por un corto tiempo viene a la mente las personas a quien más quieres y los más bellos recuerdos: la dulzura de mi esposa Rita, la sonrisa de mi hijo Iacopo, la gracia de mi hija Chiara.
Por otro lado, pensaba en aquel lienzo y el deber de salvarlo. Jesucristo lo había dejado para la humanidad como un signo del misterio extraordinario del Verbo Encarnado y del Dios que asume toda la condición humana. Pruebas convincentes de un significado: el amor que responde al amor. La prueba visible de su resurrección y el amor infinito de Dios al hombre.
C - Mientras que se enfrentaba a las llamas, usted llegó a creer que la salvación de la Sábana Santa podría depender de la fe y el coraje de alguien, y que esta obligación recaía sobre usted?
M.T. - En la noche del 11 de abril de 1997, no podía pensar que me tocaba a mí con mis colegas salvar la Sábana Santa. En ese momento sentí la angustia y la preocupación de millones de creyentes. La capilla de Guarino caía en pedazos bajo el implacable calor de las llamas.
Uno de los principales pilares que sostenían la bóveda ya había sido destrozada por el calor del fuego. No había mucho tiempo para pensar. De un momento a otro podría caer la cúpula. Tenía que hacer algo. ¿Qué?
Todo intento de eliminar ese fuego maldito fracasaba, y así que sólo pude decir una oración que había aprendido en mi pasado lejano, cuando era un niño de ojos grandes y pelo rizado: "Padre nuestro que estás en los cielos .." 
La forma en que Dios elige a sus instrumentos es siempre sorprendente e insondable. Dios quiere tener necesidad de nuestros brazos y nuestras manos para llevar a cabo su obra. Estoy sorprendido como Él ha querido tener la necesidad de mis pobres brazos y mis manos para salvar a la Sábana Santa.
Recordando los momentos dramáticos, estoy convencido de que el hombre, reconociendo el amor de Dios, se lanza sobre Él con una sensibilidad que se deriva de la conciencia de un deber: que la gran evidencia de aquella faz no se pierda por la debilidad de los que creen, que siga siendo un signo de esperanza para todos, pues de esto tiene necesidad cada hombre.
C - Usted tiene el reconocimiento de personas importantes (y menos importantes), como el Papa. ¿Se siente un héroe?
M.T. - Un hombre no es suficiente en sí mismo y necesita a Cristo. El hablar de heroísmo puede satisfacer mi ego y promueve el orgullo, resultando una falta de confianza en el Creador. No podemos olvidar el ejemplo de Jesucristo el Domingo de Ramos. El Hijo de Dios, Dios mismo, entró en Jerusalén montado en un burro, no en un carro de oro tirado por caballos de tiro de hermosa raza.

La reliquia más preciada se saca del fuego ¿intencional?

Quién nos ha creado lo decidía todo, incluso para nosotros, no todo es comprensible. Aunque -con la fuerza de mis manos y una barra de hierro y la ayuda de mis colegas- se ha salvado la Sábana Santa, Jesucristo la hubiera vuelto a resurgir de las ruinas con o sin nosotros.
C - Hoy en día, cuál es el papel de nuestro Señor Jesucristo en su vida?
M.T. - Lo siento a mi lado, como compañero de viaje, incluso en las cosas más simples que hago. Cuando camino por la calle, voy de compras, paseo por el centro de Turín -en los últimos años, aún más bella-, cuando llego por los niños a la escuela y cuando trabajo.
Para Él le hago mis confidencias, le pido consejo; junto a Él me indigno de los males del mundo. Él me lleva, cuando los pies están cansados ​​y no pueden caminar. 
Aprendí y estoy seguro de que nunca estoy solo. Habida cuenta de lo que podría suceder en mi vida, siempre habrá Alguien con quien puedo contar. Es en esa constante presencia de nuestro Señor Jesucristo que nos encontramos con la propia condición que torna al hombre en un ser completamente libre.
El encuentro con Nuestro Señor Jesucristo, a través del rescate de la Sábana Santa, fue una experiencia extraordinaria y me ha permitido entrar en una relación íntima con Él. Esta es una relación humanamente difícil, imperiosa, y a veces dolorosa, ya que es capaz de poner discusión en muchas "certezas". 
Comprender el mal y  rechazar la indiferencia para con Él todos los días de nuestras vidas, enfrentando nuestro egoísmo, nuestros impulsos y las pasiones desordenadas. El amor de nuestro Señor Jesucristo no nos impide el sufrimiento. En Lourdes, la Virgen María dijo a santa Bernardita: "En esta vida te prometo enseñarte a amar, pero no necesariamente a ser feliz."
Es esclarecedor el pasaje evangélico en que Cristo fue tentado por el diablo a convertir las piedras en pan. De hecho, había tres maneras de proceder:
1) Transformar el demonio en piedra, y se habrían resuelto todos los problemas, suyos y  nuestros; 
2) Transformar las piedras en pan, pero de ese modo Él no habría actuado como el Hijo de Dios, pues el verdadero señor habría sido el diablo, del que Cristo habría obedecido la orden; 
3) Cristo respondió eligiendo el camino más difícil y doloroso, es decir, el martirio y la crucifixión, para no crear grietas de su amor al Padre
La fragilidad del hombre no rechaza el pecado, el pecado aliena la libertad humana y separa el encuentro del hombre con Dios. 
Todo cristiano está sometido a estas debilidades muchas veces en su vida. No es el caso para desalentar, sino más bien de luchar para que no nos separamos de todo el bien que Cristo nos enseñó: aprender a amar, no a través de los ojos de la propia cultura, sino con un corazón abierto a nuestro Señor Jesucristo y al prójimo.
C - ¿Qué les recomendaría a los lectores de catolicismo para aumentar la devoción a la Sábana Santa?
M.T. - No es cierto que el "racionalismo" sea la forma más honesta de acercarse a la fe. Por el contrario, bien resulta cuando la razón se utiliza de un modo verdaderamente auténtico, que abra el alma a la percepción de que hay algo más grande que nosotros... un misterio del que todo depende.
Es esta "apertura de corazón" que sugiero a cada uno. Por último, pido a la Virgen para que encuentren todos un tiempo, tal vez un día de fiesta, para venir a venerar la Sábana Santa de Turín, a pesar de que no es visible siempre (no está siempre solemnemente expuesta), pero está en una capilla de la catedral, dignamente custodiada a la veneración de todos. Tenemos la misma necesidad: tocar con las manos, como Santo Tomás, para recibir el ciento por uno, aquí y ahora, y transformar nuestras vidas.
Me gustaría recordar lo que dijo el Papa sobre la Sábana Santa, con ocasión de su visita a Turín: "Una extraña y misteriosa reliquia de control, singular testigo -si aceptamos los argumentos de muchos científicos- de la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Testigo mudo, pero al mismo tiempo sorprendentemente elocuente. "
C - Ahora sabemos que usted ya no es un bombero ...
M.T. - Ser un bombero era mi pasión. Pero pasan los años y el cuerpo envejecido no tolera el estrés y la tensión de un trabajo tan duro y peligroso. Así, en octubre de 2003 dejé el Departamento de Bomberos.
Puesto que soy un licenciado en arquitectura, retomo esta profesión, dedicándome a proyectos que se especializan en el riesgo de la seguridad.
Pero en el fondo de mi corazón falta un sueño, y espero que Dios me ayudará a hacerlo: diseñar una iglesia. Cada iglesia es la casa de Dios, y sólo puede ser bella, como señalaba en el año 1400 Leon Battista Alberti, arquitecto italiano de renombre, en su "De re aedificatoria".

"Sentí algo dentro de mí, algo superior que me guiaba"
Cuando se le preguntó cuando se decidió a intervenir, arriesgando su vida en un gesto de valentía y heroísmo, en el rescate de la Sábana Santa de las llamas, Mario Trematore dijo a la prensa:
"¿Cuándo me decidí a intervenir? Cuando vi que todo estaba a punto de caer. En ese momento le dije a mis muchachos, vamos, tenemos que salvar a la Sábana Santa.
"En cierto momento sentí que algo dentro de mí, algo superior me guiaba. Y como si hubiera encontrado la fuerza de ese símbolo, el símbolo de la Sábana Santa, cogí un martillo y empecé a golpear el vidrio a prueba de balas. Golpeaba y golpeaba, pero aquél vidrio no caía. Tal vez fueron un centenar de golpes antes de destruirlo.
"Por fin cedió. Debo haber hecho eso en un cuarto de hora, un ladrón no habría sido tan veloz. ¿Y sabes por qué? Porque yo tenía una convicción muy fuerte y  gracias a ella me crecía la fuerza.
"Estaba un poco asustado. Pero en ese momento yo creo que Dios me dio fuerza para salvar a la Sábana Santa. De lo contrario no sería posible romper el vidrio que es resistente a las balas. 
"Si hubiera sido otro objeto, un cuadro de un valor inestimable, quién sabe, Giotto o Miguel Ángel, no se habría movido un dedo. Nos arriesgamos mucho, mucho, tal vez hayamos sido inconscientes, pero debíamos salvar la Sábana Santa".
(Traducción del portugués: CATOLICIDAD. Fuentes: "Catolicismo" abril de 2007 y "cienciaconfirmaigreja" marzo de 2010)
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