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lunes, 22 de enero de 2024

SI FUESE HOY, SERÍA TACHADO DE INTOLERANTE RELIGIOSO


San Saturnino, en el tercer siglo, sufrió persecución por evangelizar y celebrar la Santa Misa, siendo encarcelado.

Un día la multitud rodeó amenazadora a san Saturnino y le pretendía obligar a que sacrificara un toro sobre el altar de Júpiter. Ante el rechazo del obispo de sacrificar el animal, y enfurecidos por que san Saturnino dijo que no les tenía miedo a los rayos de Júpiter, ya que era impotente porque no existía.

Fue atado al toro que él no quiso sacrificar al falso dios pagano Júpiter, dando testimonio así de su fe católica.

Picaron al toro para que corriera escaleras abajo del Capitolio arrastrando al obispo. Saturnino quedó con el cuerpo despedazado, muriendo poco después.

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Si fuera hoy, este santo obispo sería llamado intolerante religioso por muchos que se dicen “católicos”. Todavía dirían: “que no sabía dialogar con lo diferente, y que lo importante es el amor, que la religión no salva, y que Cristo no estaría triste si él participara en un sacrificio pagano, pues sería solo algo cultural”.

“Cuando el relativismo entra en la Iglesia no damos más testimonio, ni martirio, sino el escándalo”.

Existe hoy una visión relativista que asegura que no existe la verdad, sino múltiples verdades, se ha convertido en el descalabro moral y espiritual de incontables personas, y esta postura nos ha llevado a creer en un falso respeto donde muchos tienen temor de opinar y de defender la única Verdad. 

Hoy en día tener una fe clara según el Credo de la Iglesia se cataloga a menudo como fundamentalismo. En la actualidad fácilmente se es juzgado de extremista, radical e intolerante; estas han sido las estrategias de la postmodernidad para silenciar a aquellos que han conocido la Verdad y se oponen al discurso dominante. 

No podemos por temor a ser rechazados guardar un cómplice silencio.

Se va constituyendo una dictadura del relativismo que no reconoce nada como definitivo y que usa como criterio último solo el propio "yo" y sus apetitos. 

Nosotros, por el contrario, tenemos otro criterio: el Hijo de Dios, el verdadero hombre. Es él la medida del verdadero humanismo. No es "adulta" una fe que sigue las olas de la moda y la última novedad; adulta y madura es antes una fe profundamente arraigada en la amistad con Cristo. 

Es esa amistad que se abre a todo lo que es bueno y que nos da el criterio para discernir entre lo que es verdadero y lo que es falso, entre el engaño y la verdad. Debemos dejar madurar esta fe adulta.

- Víctor Manuel Rubio

miércoles, 1 de noviembre de 2023

SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS


Esta es la gran celebración de aquellos que comparten el triunfo y la gloria de Cristo por toda la eternidad, por haber sido fieles a la Gracia poniendo el esfuerzo en seguir de cerca al Divino Maestro, en muchos casos hasta el martirio.

Esta fiesta tiene sus orígenes en el siglo IV, cuando el número de mártires de la Iglesia llegó a ser tal que era imposible destinar cada día del año para recordar a un solo mártir. Entonces, la Iglesia optó por hacer una celebración conjunta para honrar a todos los que habían alcanzado el cielo, en un solo día, una vez al año.

Cuando el 13 de mayo del 610, el Papa Bonifacio IV dedicó el Panteón romano al culto cristiano, consagró el nuevo templo a la Bienaventurada Virgen María y a todos los mártires. A partir de entonces, la celebración de Todos los Santos quedó fijada en esa fecha y así permanecería por muchos años, hasta que el Papa Gregorio IV, en el siglo VII, trasladó la celebración al primer día del mes de noviembre. Es muy probable que la decisión del Papa Gregorio haya respondido al deseo de contrarrestar la fiesta pagana del “Samhain” o año nuevo celta, que se celebraba la noche del 31 de octubre y cuyo equivalente actual es Halloween.

¡Que estos héroes y heroínas de Dios intercedan por nosotros y nos ayuden a alcanzar la felicidad eterna como ellos! ‎

martes, 1 de noviembre de 2022

FESTIVIDAD DE TODOS LOS SANTOS


"Debemos conocer la vida de los santos, para afirmar en la corrección de nuestra propia vida, y así el fuego de la juventud espiritual, que tiende a apagarse por el cansancio, revive con el testimonio y el ejemplo de los que nos han precedido".

San Gregorio Magno, Moralia, 24.

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Todos los que están en la presencia del Señor son santos. Unos en los altares, otros anónimos pero no por eso menos cerca del corazón del Padre Eterno.

La Iglesia católica recuerda y venera, en este día, a todos los Santos que están en el Cielo.

El objeto de esta fiesta es agradecer a Dios por la gracia que ha concedido a sus elegidos y movernos a imitar sus virtudes y a seguir su ejemplo o a implorar la divina misericordia por la intercesión de tan poderosos abogados.

Todos los que están en la presencia del Señor son santos. Unos en los altares, otros anónimos pero no por eso menos cerca del corazón del Padre Eterno.

La solemnidad de Todos los Santos es aquella celebración que resume y concentra en un día todo el santoral del año, pero que principalmente recuerda a los santos anónimos aquellos que no reciben culto ni veneración. Son innumerables los testigos fieles del Evangelio, los seguidores de las Bienaventuranzas. Hoy celebramos a los que han sabido hacerse pobres en el espíritu, a los sufridos, a los pacíficos, a los defensores de la justicia, a los perseguidos, a los misericordiosos, a los limpios de corazón.

Los Santos son esa multitud innumerable de hombres y mujeres, de toda raza, edad y condición, que se desvivieron por los demás, que vencieron el egoísmo, que perdonaron siempre. Santos son los que han hecho de su vida una epifanía de los valores trascendentes.

La santidad es la conformidad de la vida con la Voluntad de Dios, es vivir de acuerdo con la misma, ahí se manifiesta la totalidad del espíritu de las Bienaventuranzas, que se leen en el evangelio. La totalidad es pobreza, mansedumbre, justicia, pureza, paz, misericordia. Es apertura y donación.

Cada uno debe seguir a Cristo desde su propia circunstancia y talante; desde su nación, raza y lengua, en los días felices y cuando la tribulación arranca lágrimas del corazón; en la soledad o en el trabajo, escuela o casa; en la salud y aún más en la enfermedad.

Hay santos de todas las edades, de todas las razas y condiciones sociales para mostrarnos que todos los hombres y mujeres podemos y somos capaces de ser santos. Unos nacieron en el lujo de los palacios y otros en humildes chozas. Unos fueron militares, otros comerciantes, magistrados, pescadores, monjas , religiosos, personas casadas, reyes, viudas, esclavos y hombres libres y pecadores.

Los hay que llegaron a la santidad por el martirio y los hay que se santificaron día a día con el cumplimiento de las cosas cotidianas, con las pequeñas cosas. Se santificaron en las circunstancias ordinarias de su vida: lo mismo en la prosperidad que en la adversidad, en la salud o en la enfermedad, en la riqueza o en la pobreza. Siempre supieron hacer, de las circunstancias de su vida un medio de santificación.

En esta fiesta como en las demás conmemoraciones de los santos, es Dios quién constituye el objeto de Adoración y a Él va dirigida fundamentalmente la veneración que tributamos a sus siervos, pues Él es el dador de todas las gracias.

Nuestras oraciones a los santos no tiene otro objeto que el de pedir y alcanzar que intercedan por nosotros ante Dios, por consiguiente el fervor con que celebremos esta fiesta debería ser un culto de reparación por la tibieza con que dejamos pasar todas las fiestas religiosas del año.

Recordaremos a todos los seres queridos que se han ido y que aquellos que, por la gran misericordia y el amor infinito de Dios, estén ya en su presencia, pidámosles que ellos que ya están en el regazo de Padre, nos iluminen para seguir por el camino de salvación.

Mañana, día 2, la Iglesia pedirá por todos los que ya no están con nosotros por ser un día dedicado a los que terminaron su misión en la tierra y que la Iglesia le da el nombre de DÍA DE LOS FIELES DIFUNTOS y que todos conocemos como el Día de Muertos.

Para ellos, nuestro recuerdo lleno de amor y nuestras oraciones. Pedimos por aquellos que aún no han purificado totalmente su alma y aún están en la necesidad de nuestras misas y oraciones para llegar a la presencia del Señor. Rogamos por los que alcanzarán a ser bienaventurados eternamente, por ello es bueno que no olvidemos y recemos por aquellas almas más necesitadas, porque tal vez no tienen a nadie que en este día las recuerde.

Pidamos a Dios la gracia de alcanzar la santidad en esta vida (vivir plenamente conforme a la voluntad de Él) para, junto con todos los santos, verlo y gozarlo eternamente en la otra.

CATEGORÍAS DE CULTO CATÓLICO

Los católicos distinguimos tres categorías de culto:

- Latría o Adoración: Latría viene del griego latreia, que quiere decir servicio a un amo, al señor soberano. El culto de adoración de latría es el culto interno y externo que se rinde sólo a Dios.

- Dulía o Veneración: Dulía viene del griego doulos que quiere decir servidor, servidumbre. La veneración se tributa a los siervos de Dios, los ángeles y los bienaventurados, por razón de la gracia eminente que han recibido de Dios. Este es el culto que se tributa a los santos. Nos encomendamos a ellos porque creemos en la comunión y en la intercesión de los santos, pero jamás los adoramos como a Dios. Tratamos sus imágenes con respeto, al igual que lo haríamos con la fotografía de un ser querido. No veneramos a la imagen, sino a lo que representa.

- Hiperdulía o Veneración especial: Este culto lo reservamos para la Virgen María por ser superior respecto a los santos. Con esto, reconocemos su dignidad como Madre de Dios e intercesora nuestra. Manifestamos esta veneración con la oración e imitando sus virtudes, pero no con la adoración del culto de latría que corresponde sólo a Dios.


martes, 25 de octubre de 2022

BEATO ENRIQUE SUSO (o SUSSO)


Fecha de beatificación: En 1831 por Gregorio XVI.

Místico alemán, nació en Constanza el 21 de Marzo probablemente de 1295; murió en Ulm, el 25 de Enero de 1366.

SU VIDA

Su padre perteneció a una noble familia de Berg; su madre, una santa mujer de la cual él tomó su nombre, a una familia de Sus (o Süs, de ahí el nombre Suso o Susso). A los trece años de edad ingresó al convento de los Dominicos en Constanza, donde realizó estudios de preparatoria, filosofía y teología. De 1324 a 1327 tomó un curso suplementario de teología en el Estudio General de los Dominicos en Colonia, donde se sentó a los pies de Johann Eckhart "el Maestro", y probablemente fue condiscípulo de Tauler, ambos célebres místicos. De regreso a Constanza fue nombrado para el oficio de lector, del cual parece haber sido removido varias veces entre 1329 y 1334. En el último año comenzó su carrera apostólica. Para 1343 fue elegido superior de un convento, probablemente en Diessenhofen. Cinco años más tarde fue enviado de Constanza a Ulm donde permaneció hasta su muerte.

La vida de Susso como místico comenzó a los dieciocho años, cuando, rompiendo con sus malas costumbres de los cinco años anteriores, se hizo a sí mismo "el Sirviente de la Eterna Sabiduría", la cual él identificaba con la esencia Divina y, en una forma concreta, con la persona de la Eterna Sabiduría hecha hombre. De ahí en adelante, una ardiente amor por la Eterna Sabiduría dominaría sus pensamientos y controlaría sus acciones. Tuvo frecuentes visiones y éxtasis, practicó una severa austeridad (la que prudentemente moderó en sus años maduros), y soportó con paciencia inusual las aflicciones corporales, amargas persecuciones y dolorosas calumnias.

Se convirtió en el más destacado entre los Amigos de Dios en el trabajo por el restablecimiento de la observancia religiosa en los claustros. Su influencia fue especialmente fuerte en muchos conventos de mujeres, particularmente en el convento de las Dominicas de Katherinenthal, una famosa escuela de misticismo en los siglos XIII y XIV, y en el de Toss, donde vivía la mística Elsbeth Stagel, quien tradujo algunos de sus trabajos en Latín al Alemán, reunió y preservó la mayor parte de sus cartas existentes, y consiguió de él la historia de su vida, la cual después él mismo desarrolló y publicó.

En muchas partes era muy estimado como predicador, y fue escuchado en ciudades y pueblos de Suavia, Suiza, Alsacia y los Países Bajos. Sin embargo, su apostolado no era con las masas, sino con individuos de todas las clases, quienes le buscaban por su personalidad singularmente atractiva, y para los cuales él se convirtió en el director personal de su vida espiritual.

A menudo se ha dicho incorrectamente que él estableció entre los Amigos de Dios una sociedad llamada la Hermandad de la Eterna Sabiduría. La así llamada Regla de la Hermandad de la Eterna Sabiduría no es sino una traducción libre de un capítulo de su Horologium Sapientiae, y no hizo su aparición hasta el siglo XV.

SUS ESCRITOS

El primer escrito que salió de la pluma de Susso fue Büchlein der Wahrheit, el cual redactó mientras estudiaba en Colonia. Su doctrina fue criticada desfavorablemente en algunos círculos -muy probablemente a causa de la relación tan estrecha de su autor con Eckhart, quien había sido llamado para explicar o retractarse de ciertas proposiciones- pero se encontró que era completamente ortodoxa. Como en éste, en sus otros escritos Susso, aunque revelaba la influencia de Eckhart, siempre evitó caer en los errores del "Maestro". En realidad, el libro fue escrito en parte contra las enseñanzas panteístas de los Beghards, y contra las enseñanzas libertinas de los Brethren del Espíritu Libre. El Padre Denifle lo considera como el "libro pequeño" más complejo entre los escritos de los místicos alemanes.

Mientras en este libro Susso se expresa como un contemplativo intelectual, en su siguiente Das Büchlein der ewigen Weisheit, publicado a principios de 1328, es eminentemente práctico y habla de su rebosante corazón a "hombres comunes que aún tienen imperfecciones por cancelar". Bihlmeyer acepta el juicio de Denifle de que es "el más bello fruto del misticismo Alemán", y lo pone a la par de las Homilías de San Bernardo, y de la Imitación de Cristo de Tomás de Kempis. En la segunda mitad del siglo XIV y en el siglo XV no hubo otro libro de meditación más leído en lengua alemana.

En 1334 Susso tradujo esta obra al Latín, pero aumentando considerablemente sus contenidos, haciendo de este un libro casi completamente nuevo al que dio el nombre de Horologium Sapientiae. Aún más elevado que el original, con un lenguaje acabado, rico en imágenes, ritmo y movimiento, se convirtió en un libro favorito en los claustros a finales de la Edad Media, no solo en Alemania, sino en los Países Bajos, Francia, Italia e Inglaterra.

A este mismo periodo de actividad literaria de Susso podría pertenecer Das Minnebüchlein pero su autenticidad es dudosa.

Luego de retirarse a Ulm, Susso escribió la historia de su vida interior (Vita o Leben Seuses), revisó el Büchlein der Wahrheit, y el Büchlein der ewigen Weisheit, con los cuales, y junto con once de sus cartas (el Briefbüchlein) y un prólogo, formó un libro conocido como el Exemplar Seuses.

Además de los escritos mencionados anteriormente, tenemos también cinco sermones de Susso y una colección de veintiocho de sus cartas (Grosses Briefbuch), las cuales se pueden encontrar en la edición de Bihlmeyer.

Susso es llamado por Wackernagel y otros un "Un poeta de amor en prosa y en el orden espiritual." El amor mutuo entre Dios y el hombre, el cual es su tema principal, le da calidez y color a su estilo. Aprovechó al máximo la flexibilidad del idioma alemán con una rara habilidad, y contribuyó en mucho a la formación de la bella prosa germana, especialmente matizando con nuevos significados palabras empleadas para describir sensaciones interiores. Su bagaje intelectual fue característico de los escolásticos de su época. En su doctrina jamás hubo el menor rastro de tendencias no ortodoxas.

Durante siglos ejerció gran influencia sobre escritores espirituales. Entre sus lectores y admiradores estuvieron Tomás de Kempis y el Beato Pedro Canisio.

Por: A.L. McMahon | Fuente: Santopedia.com

sábado, 19 de marzo de 2022

FESTIVIDAD DE SAN JOSÉ (el Santo al que todos los Santos le rezaron)                       

 


En aquellos días, el Carpintero enseñaba a rezar a Dios. Y hablaba con Dios cara a cara. Y miraba con sus ojos los ojos de Dios. Y con Dios reía. Y Dios se dormía en sus brazos. Y Dios despertaba con su beso. Y Dios comía de su mano. Y oraba a Dios y le cantaba teniéndole en sus rodillas. Con sus manos tocaba a Dios y llevaba a Dios de la mano. Jugaba con Dios y Dios era feliz con él.

Y ni en la Gloria había más gloria que en la casa de José.

ORACIÓN A SAN JOSÉ:

Oh custodio y padre de Vírgenes, San José, a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María; por estas dos queridísimas prendas Jesús y María, te ruego y suplico me alcances, que preservado yo de toda impureza, sirva siempre castísimamente con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén.

Jesús, José y María, os doy mi corazón y el alma mía

Jesús, José y María, asistidme en mi última agonía.

Jesús, José y María, con Vos descanse en paz el alma mía. 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria. 

Ora pro nobis, Joseph Sanctíssime. Et pro Ecclesia Sancta ora.

sábado, 22 de enero de 2022

NO CONFUNDIMOS AL CREADOR CON LA CRIATURA


"Pero nosotros, católicos, nunca confundimos al Creador con la creatura. Su distinción irrevocable es dogma de nuestra fe. Sabemos y enseñamos y ponemos al alcance del más humilde aprendiz del catecismo, que el culto propiamente de adoración, que se llama latría, es para Dios solo; que el culto a los santos y a la Virgen es de veneración, y tiene por eso significado y nombre diferente. Es ofensiva inepcia -repetida con monótona tozudez en propagandas protestantes- que los católicos adoramos a María como si fuese Dios. Y no menor inepcia ni menos burdo agravio, tildarnos de idólatras por la reverencia a las imágenes: pues es verdad elemental que en ellas reverenciamos la persona que trasuntan, no la piedra o el palo o el lienzo; como al descubrirnos ante la bandera nos descubrimos ante la patria y no ante el trapo; como al besar el retrato de nuestra madre, besamos a nuestra madre y no al cartón". 

 ALFONSO JUNCO, historiador y poeta católico nuevoleonés.

viernes, 23 de abril de 2021

23 DE ABRIL, SAN JORGE


Hoy celebramos a San Jorge, Mártir | Patrón contra enfermedades y pestes. 

 San Jorge nació a finales del siglo III en la Capadocia, actualmente en territorio turco y por entonces parte del Imperio romano.   

  Su nombre significa “agricultor” y en vista de la ausencia de una información definitiva y contundente, que demuestre la obra de su vida, en 1969 su culto fue colocado en la liturgia como memoria opcional. Los pocos datos recibidos están en la «Passio Georgii» de "Decretum Gelasianum del año 496.  

  Según este documento, San Jorge, hijo de Geroncio, oficial del ejército romano, y de Policromía, siendo muy joven se hizo soldado como su padre e ingresó en el séquito del emperador Diocleciano, donde acabó siendo uno de sus guardias personales. Pero en el año 303 la situación cambió radicalmente.  

  Diocleciano puso en marcha un durísimo y violento asedio contra la comunidad cristiana en auge, lo que se conoce como "la gran persecución", y cuando conminó a Jorge a apostatar, este, cristiano confeso, rehusó renunciar a su fe. San Jorge distribuyó sus bienes a los pobres, y luego, en medio de la plaza de la ciudad de Nicomedia arrancó enérgicamente y con mucha furia el edicto y, delante de todos los presentes, lo despedazó, despreciando así la orden del emperador.  

  Ese rechazo hizo que el emperador lo condenara a muerte. En el momento del martirio lo llevaron al templo de los ídolos para ver si los adoraba, pero ante su presencia varias estatuas de los falsos dioses cayeron al suelo y se despedazaron.  

  El santo fue martirizado y mientras lo azotaban, se acordaba de los azotes que le dieron a Jesús, y no abría la boca. Sufrió los castigos en silencio.  

  Las personas al verlo decían que era valiente y que "en verdad vale la pena ser seguidor de Cristo". Al momento de morir el santo dijo: "Señor, en tus manos encomiendo mi alma".  

  Cuando escuchó que le cortarían la cabeza se alegró porque tenía muchos deseos de ir al cielo y estar junto al Señor. El santo siempre estaba en oración y Dios lo escuchaba.  

  El culto del mártir comenzó casi de inmediato. Su tumba se encuentra en el lugar del martirio, en Lida.  

  El heroico mártir de Capadocia se le considera como un símbolo de Cristo, que vence el mal (el diablo), representado por el dragón.  

  San Jorge es el santo patrón de Inglaterra y de regiones enteras en España, Portugal y Lituania. También se le invoca como protector de los caballeros, soldados, exploradores y contra la peste, la lepra, serpientes venenosas y enfermedades de la cabeza.

lunes, 1 de febrero de 2021

LA SABIDURÍA DE LOS SANTOS A TRAVÉS DE SUS CITAS 


“Si quieren que la paz reine en sus familias y en su patria, recen todos los días el Rosario con todos los suyos." - San Pío X

 "Un cristiano fiel, iluminado por los rayos de la gracia al igual que un cristal, deberá iluminar a los demás con sus palabras y acciones, con la luz del buen ejemplo." - San Antonio de Padua

 "La verdadera perfección consiste en esto: hacer siempre la santísima voluntad de Dios." - Santa Catalina de Siena 

 "Sí supiéramos el valor del Santo Sacrificio de la Misa, qué esfuerzo tan grande haríamos por asistir a ella." - Santo Cura de Ars (San Juan María Vianney)

 “Con el Rosario se puede alcanzar todo. Según una graciosa comparación, es una larga cadena que une el cielo y la tierra, uno de cuyos extremos está en nuestras manos y el otro en las de la Santísima Virgen. Mientras el Rosario sea rezado, Dios no puede abandonar al mundo, pues esta oración es muy poderosa sobre su Corazón." - Santa Teresita del Niño Jesús

"Procuremos siempre mirar las virtudes y cosas buenas que vieremos en los otros y tapar sus defectos con nuestros grandes pecados. Tener a todos por mejores que nosotros." - Santa Teresa de Ávila 

 "Quien quiera algo que no sea Cristo, no sabe lo que quiere; quien pida algo que no sea Cristo, no sabe lo que pide; quien no trabaje por Cristo, no sabe lo que hace." -San Felipe Neri 

 "El grado mas perfecto de humildad es complacerse en los menosprecios y humillaciones. Vale mas delante de Dios un menosprecio sufrido pacientemente por su amor, que mil ayunos y mil disciplinas." - San Francisco de Sales

 "No pienses que el agradar a Dios está tanto en obrar mucho como en obrarlo con buena voluntad, sin propiedad y respetos". - San Juan de la Cruz 

 "Este divino Corazón es sólo dulzura, humildad y paciencia, por lo tanto, debemos esperar... Él sabe cuando actuar." - Santa Margarita María de Alacoque 

 "Si no quieres sufrir no ames, ¿pero si no amas para que quieres vivir?" - San Agustín

 “Una sola misa ofrecida y oída en vida con devoción, por el bien propio, puede valer más que mil misas celebradas por la misma intención, después de la muerte.” - San Anselmo

 "Tened gran cuidado en predicar la verdad de tal modo que, si acaso hay entre los oyentes un hereje, le sirva de ejemplo de caridad y moderación cristianas. No uséis de palabras duras ni mostréis desprecio por sus errores." - San Ignacio de Loyola. 

 "No hay lengua capaz de explicar las dulzuras de este Sacramento, pues en la Sagrada Comunión bebemos la dulzura en la propia fuente. La Eucaristía produce una transformación progresiva en el cristiano. Es el Sol de las familias y de las Comunidades." - Santo Tomás de Aquino 

 “A quien Dios quiere hacer muy santo, lo hace devoto de la Virgen María." ‐ San Luis María Grignion de Montfort 

 "Una buena forma de ejercitarnos en el amor a Cristo es manteniéndolo presente en nuestras mentes siempre que sea posible." - San Vicente de Paul 

 "Siempre encontramos que los que caminaban más cerca de Cristo fueron los que tuvieron que soportar las pruebas más grandes." - Santa Teresa de Ávila 

 "Dios golpea sin cesar las puertas de nuestro corazón. Siempre está deseoso de entrar. Si no penetra, la culpa es nuestra." - San Ambrosio

 "La verdadera enseñanza que transmitimos es lo que vivimos; y somos buenos predicadores cuando ponemos en práctica lo que decimos". - San Francisco de Asís

 "Jesús en el pesebre. He aquí una buena lección para aprender que todas las grandezas de este mundo son ilusión y mentira." - San Francisco de Sales 

 "Si quieres una vida alegre y tranquila, procura estar siempre en gracia de Dios". - San Juan Bosco

 "Sin la Santa Misa, ¿que sería de nosotros? Todos aquí abajo pereceríamos ya que únicamente eso puede detener el brazo de Dios. Sin ella, ciertamente que la Iglesia no duraría y el mundo estaría perdido sin remedio." - Santa Teresa de Ávila

 “Si se levanta la tempestad de las tentaciones, si caes en el escollo de las tristezas, eleva tus ojos a la Estrella del Mar: ¡invoca a María! Si Ella te tiene de la mano no te puedes hundir. Bajo su manto nada hay que temer." - San Bernardo

 “Rezar mi Rosario es mi más dulce ocupación y una verdadera alegría, porque sé que mientras lo rezo estoy hablando con la más amable y generosa de las madres." - San Francisco de Sales

 "Sepan, oh Cristianos, que la Misa es el acto de religión más sagrado. No pueden hacer otra cosa para glorificar más a Dios, ni para mayor provecho de su alma, que asistir a Misa devotamente, y tan a menudo como sea posible." - San Pedro Julián Eymard 

 "Nunca hay que decir «no me toca», sino '¡Voy yo!'" - San Juan Bosco 

 "Reza como si todo dependiera de Dios. Trabaja como si todo dependiera de ti." - San Agustín

 "La oración es para el alma, lo que el alimento es para el cuerpo." - San Vicente de Paul

 "La tribulación es un regalo de Dios, uno especial que da a sus amigos especiales." - Santo Tomás 

 "Cuando no puedo asistir a la Santa Misa, adoro el Cuerpo de Cristo con los ojos del espíritu en la oración." - San Francisco de Asís 

 "Deja la tristeza para aquellos que están en el mundo, los que trabajamos para Dios debemos estar alegres." - San Leonardo

 "Aparte de la cruz, no hay otra escalera por la que podamos llegar al cielo." - Santa Rosa de Lima 

 "Acepta lo que te manda el Sagrado Corazón de Jesucristo para unirte a Él." - Santa Margarita María de Alacoque

 "El alma que esta enamorada de Dios es una alma gentil, humilde y paciente." - San Juan de la Cruz

lunes, 23 de noviembre de 2020

23 DE NOVIEMBRE - BEATO MIGUEL AGUSTÍN PRO JUÁREZ S.J.


En las primeras horas del 23 de Noviembre de 1927 se escuchó movimiento por toda la Inspección, y a las diez de la mañana apareció en el calabozo el jefe de las Comisiones de Seguridad, Mazcorro, quien dijo en voz alta: “¡Miguel Agustín Pro!”. El padre poniéndose de pie, se puso el saco, apretó la mano de Roberto y salió al patio de la Inspección. 

No se les había dicho absolutamente nada a los prisioneros, por lo que al salir, y encontrar todo el aparato de ejecución, el padre se sorprendió, pero con toda calma caminó al paredón. El que lo llevaba, Valente Quintana, se acercó y le dijo: “Padre, le pido perdón por la parte que me toca en esto”. Respondió el Padre: “No solo te perdono, sino también te estoy sumamente agradecido”. Condujeron al Padre al lugar donde se hacían prácticas de tiro, los encargados de fusilarlo, soldados de la Gendarmería Montada, formaron el cuadro y se dispusieron a recibir órdenes. 

El mayor Torres le preguntó entonces si tenía algún último deseo, y el sacerdote mexicano le respondió: “Que me permitan rezar”. Torres se retiró, dejándolo solo, y luego de unos minutos arrodillado, besó su Santo Crucifijo y poniéndose de pie, se colocó en posición. Al grito de “¡Apunten!” abrió los brazos en cruz y gritó: “¡Viva Cristo Rey!”. Recibió la descarga y cayó sobre su costado derecho, un sargento se acercó a darle el tiro de gracia. El general Cruz, rodeado de sus lugartenientes y todo un séquito de fotógrafos y reporteros, presenció petrificado la ejecución. Sabía que injustamente había asesinado a un inocente y lo había convertido en mártir de Cristo Rey.

miércoles, 23 de septiembre de 2020

HACE 52 AÑOS MURIÓ EL PADRE PÍO



El Padre Pío nació en el seno de una sencilla, humilde y religiosa familia de agricultores, el 25 de mayo de 1887, en una pequeña aldea del sur de Italia, llamada Pietrelcina. 

A la edad de 15 años hizo su ingreso en el Noviciado de los Frailes Menores Capuchinos, en la localidad de Morcone. Fue ordenado sacerdote el 10 de agosto de 1910, en la Catedral de Benevento. Ocho años más tarde, el 20 de septiembre de 1918, aparecieron visiblemente las llagas de Nuestro Señor en sus manos, pies y costado izquierdo del pecho, haciendo del Padre Pío el primer sacerdote estigmatizado en la historia de la Iglesia. 

Fue heroico en su apostolado sacerdotal, que duró 58 años. Grandes multitudes, de todas las nacionalidades, pasaron por su confesionario. Las conversiones fueron innumerables.

A través de sus cartas al confesor, se descubren insospechables y tremendos sufrimientos espirituales y físicos, seguidos de dicha inefable, fruto de su íntima y continua unión con Dios y de su ardiente amor por la Eucaristía y por la Santísima Virgen. 

El Señor lo llamó al premio celestial el 23 de septiembre de 1968. El Padre Pío fue sepultado en la cripta del Santuario de Ntra. Sra. de las Gracias, en San Giovanni Rotondo, meta de un número cada vez mayor de peregrinos de todo el mundo. 

 Padre Pío, ruega por nosotros.

martes, 25 de agosto de 2020

25 DE AGOSTO: SAN LUIS REY DE FRANCIA. CARTA DEL REY A SU HIJO.


San Luis Rey de Francia representa la figura ejemplar de gobernante cristiano, según el sentido de lo que quiere decir gobernar a los hombres en el tiempo, fundando en la revelación y en la fe cristiana. Pero, también es figura ejemplar como hombre de familia y esto puede verse reflejado en el Testamento Espiritual que deja a su hijo, antes de fallecer:

"Buen hijo, lo primero que te enseño es que dediques tu corazón a amar a Dios, pues sin eso, nadie puede salvarse. Guárdate de hacer nada que desagrade a Dios, es decir, el pecado mortal. Por el contrario, deberás sufrir toda clase de villanías y tormentos antes de cometer un pecado mortal. Si Dios te envía la adversidad, entonces recíbela con paciencia y da gracias a Nuestro Señor y piensa que lo has merecido y que todo se volverá en provecho tuyo. Si te da la prosperidad entonces agradécelo humildemente de suerte que no seas peor por orgullo de otra manera cuando deberías valer más por esa causa, pues no se debe guerrear contra Dios con sus dones.

Confiésate a menudo y escoge un confesor prudente que te sepa enseñar lo que debes hacer y lo que debes evitar y tú, te debes mantener y comportar de tal modo que tu confesor y tus amigos se atrevan a reprenderte por tus malas acciones. Asiste al servicio de la Santa Iglesia devotamente con el corazón y con la boca, especialmente a la Misa, cuando se hace la consagración. Ten el corazón dulce y compasivo con los pobres, con los desdichados y con los afligidos y confórtalos y ayúdalos según puedas. Mantén las buenas costumbres de tu reino y elimina las malas. No tengas codicias contra tu pueblo y no te cargues la conciencia con impuestos. Si tienes alguna aflicción dila enseguida a tu confesor o a algún hombre sensato que no esté lleno de palabras vanas, entonces, las llevarás más fácilmente. Vela por tener en tu compañía gente sensatas y leales, sean religiosos o seglares, que no estén llenos de codicia y habla a menudo con ellos. Y, huye y evita la compañía de los malos.

Escucha de buena gana la palabra de Dios y retenla en tu corazón y busca con gusto oraciones e indulgencias. Ama lo que es provechoso y bueno. Odia todo lo que es malo donde sea. Que nadie sea tan osado que diga delante de ti una palabra que atraiga y excite al pecado ni que maldiga a otro a su espalda por sus murmuraciones. No sufras tampoco que digan delante de ti ninguna villanía de Dios. Da gracias a Dios con frecuencia de todos los bienes que te ha hecho de suerte que seas digno de tener más.

Para administrar la justicia del Derecho a tus súbditos, se leal y rígido, sin volverte a la derecha ni a la izquierda, pero ayuda al derecho y sostén la queja del pobre hasta que sea declarada la verdad. Y, si alguno tiene una acción contra ti, no creas nada hasta tanto no sepas la verdad, pues entonces tus consejeros juzgarán más atrevidamente según la verdad en pro o en contra tuya. Si tienes algo de otro por ti o por tus antepasados y la cosa es segura, devuélvela sin tardar y si es dudosa, manda a hacer una información por gentes sensatas, prudentes y diligentes. Debes poner atención en que tus gentes y tus súbditos vivan bajo ti en paz y con rectitud, sobre todo guarda las buenas villas y las costumbres de tu reino en el estado y en la franquicia en que tus antepasados las han mantenido y si hay algo que enmendar, enmiéndalo y corrígelo y mantenlas en favor y en amor pues a causa de la fuerza y de la riqueza de las grandes villas, tus súbditos y los extranjeros temerán hacer algo contra ti, especialmente tus pares y tus barones. Honra y ama a todas las personas de la Santa Iglesia y cuida de que no les quiten ni disminuyan los donativos y las limosnas que tus antepasados les hayan dado.

A tu padre y a tu madre ten en honor y respeto y guarda sus órdenes, da los beneficios de la Santa Iglesia a personas de bien y de vida limpia y hazlo con el consejo de hombre buenos y de gentes honradas....

...Y finalmente no olvides cantar misas por mi alma y decir oraciones por todo tu reino y, otórgame una parte especial y entera por todo el bien que hagas. Muy querido hijo, te doy todas las bendiciones que un buen padre puede dar a su hijo y que la Santa Trinidad y todos los Santos te guarden y te defiendan de todo mal y que Dios te de la gracia de hacer siempre su voluntad, de suerte que sea honrado por ti y que tu y yo podamos después de esta vida mortal, estar juntos con él y alabarlo eternamente."

viernes, 24 de julio de 2020

HACE 647 AÑOS MURIÓ SANTA BRÍGIDA DE SUECIA


Ayer se cumplieron 647 años de la muerte de Santa Brígida. Madre, esposa, religiosa y fundadora. Patrona de Europa.

Santa Brígida de Suecia nació el 14 de junio de 1303. Su padre Birgerio, fue un gobernador, juez y rico propietario de tierras, y su Madre, Ingeborg, era una mujer profundamente piadosa.

Birgerio era uno de los terratenientes más ricos del país, pero eso no le impidió, al igual que a su esposa, distinguirse por una profunda piedad.

De niña, el mayor gusto de Santa Brígida era oír a su mamá leer las vidas de los Santos. Sus abuelos y bisabuelos fueron en peregrinación hasta Jerusalén y sus padres se confesaban y comulgaban todos los viernes, y como eran de la familia de los gobernantes de Suecia, y tenían muchas posesiones, empleaban sus riquezas en construir iglesias y conventos y en ayudar a cuanto pobre encontraban.

Cuando ella tenía solo 7 años tuvo una visión en la que la Virgen le colocó una corona sobre su cabeza, y a los 10, después de haber escuchado un sermón sobre la Pasión de Jesús, vio en un sueño Cristo herido y sangrando. Estas dos experiencias tuvieron gran influencia en su vida religiosa.

Cuando apenas tenía 6 años tuvo una visión en la que la Sma. Virgen la invitaba a llevar una vida santa, totalmente del agrado de Dios. En adelante, las apariciones celestiales se hicieron tan frecuentes, hasta el punto que ella llegó a creer que se trataba de alucinaciones. Pero consultó con el sacerdote más sabio y famoso de Suecia, y él, después de estudiar detenidamente su caso, le dijo que podía seguir creyendo en esto, pues eran mensajes celestiales.

Cuando tenía 13 años asistió a un sermón de Cuaresma, predicado por un famoso misionero. Y este santo sacerdote habló tan emocionantemente acerca de la Pasión y Muerte de Jesucristo, que Brígida quedó totalmente entusiasmada. En adelante su devoción preferida será la de Jesús Crucificado.

Un día, rezando con todo fervor delante de un crucifijo muy chorreante de sangre le dijo a Nuestro Señor: - ¿Quién te puso así? - y oyó que Cristo le decía: "Los que desprecian mi amor". "Los que no le dan importancia al amor que yo les he tenido". Desde ese día se propuso hacer que todos los que trataran con ella amaran más a Jesucristo.

Su madre murió cuando ella tenía 12 años. Antes de cumplir los 14 años, Santa Brígida fue entregada en matrimonio con un joven de 18 años de edad, el príncipe Ulfo Gunmarsson, con quien disfruto de 28 años de matrimonio.

Tuvo ocho hijos, entre ellos: Santa Catalina de Suecia. Uno de sus varones fue religioso y otras dos de sus hijas también se hicieron religiosas.

Santa Brígida era la dama principal de las que ayudaban a los reyes de Suecia. Pero en el palacio se dio cuenta de que gastaban mucho dinero en lujos y parrandas y que se explotaba al pueblo. Entonces exhortó a los reyes a vivir mejor sus vidas, pero estos no le hicieron caso.

Sucedió entonces que Santa Brígida pidió permiso y se fue con su esposo en peregrinación a Santiago de Compostela, en España. En el viaje, su esposo enfermó gravemente. Brígida oró por él y en un sueño se le apareció San Diosnisio a decirle que se le concedería la curación a su marido, con tal de que se dedicara a una vida santa. El marido se curó y entró de religioso cisterciense y unos años después murió santamente en el convento. Después de su muerte Santa Brígida renunció a su rango de princesa y cambió su hábito.

La vida plena y la gran caridad de Santa Brígida pronto se dieron a conocer a lo largo y ancho del continente. Santa Brígida conoció a varios piadosos teólogos de los cuales aprendió mucho la caridad y humildad, entre ellos a su confesor, Pedro, Prior de Alvastrá, y a Matías, un canónigo muy sabio y experimentado de Linkoping.

Santa Brígida fundó una orden religiosa de monjas, llamada Las Brigidinas, 1346, en Vadstena, Suecia, recibió la confirmación por el Papa Urbano V en 1370.

En 1349 ella viajó a Roma, donde permaneció hasta su muerte, excepto en algunas ocasiones donde se ausentó por las peregrinaciones que hizo a Tierra Santa.

Santa Brígida estableció un hospicio para los estudiantes suecos y peregrinos a Roma. Ella jugó un papel importante en la Iglesia, escribió cartas muy emotivas al Papa Urbano V para que regresara a Roma desde Aviñón (1367).

Finalmente, nuestra Santa se sintió muy débil y el 23 de juilio de 1373, a la edad de 70 años murió en Roma con gran fama de santidad. A los 18 años de haber muerto, fue declarada santa por el Sumo Pontífice. Sus revelaciones eran tan estimadas en su tiempo, que los sacerdotes las leían a los fieles en las misas.

En 1999, el Papa Juan Pablo II la nombró patrona de Europa.

lunes, 6 de julio de 2020

SANTA MARÍA GORETTI



El 6 de julio es la fiesta de Santa María Goretti, la niña de once años que fue asesinada de 14 puñaladas por resistirse a una violación y que antes de morir perdonó a su asesino.

El Papa Pío XII en la canonización de Santa María Goretti, señaló:

“Aprenda la alegre niñez, aprenda la animosa juventud a no abandonarse lamentablemente a los placeres efímeros y vanos, a no ceder ante la seducción del vicio, sino, por el contrario, a luchar con firmeza, por muy arduo y difícil que sea el camino que lleva a la perfección cristiana, perfección a la que todos podemos llegar tarde o temprano con nuestra fuerza de voluntad, ayudada por la gracia de Dios, esforzándonos, trabajando y orando”.

El Papa la llamó "una mártir de la santa pureza”. Durante esta ceremonia Su Santidad Pío XII exhaltó la virtud de la santa y sus estudiosos afirman que por la vida que llevó aún cuando no hubiera sido mártir habría merecido ser declarada santa.

Santa María Goretti es la santa más joven reconocida oficialmente de la Iglesia Católica.

Ella es modelo de pureza, un modelo que todos debemos tratar de imitar. Ella se negó a romper los Mandamientos y por eso ella fue recompensada con la vida eterna. Santa María Goretti es un modelo de valentía y de amor a los mandamientos de Dios para todos nosotros, especialmente para los jóvenes.

sábado, 21 de marzo de 2020

21 de marzo: SAN BENITO, ABAD


-Patrono de monjes; personas en órdenes religiosas; ingenieros civiles; trabajadores agrícolas; granjeros; espeleólogos; niños escolares; personas en trance de muerte.

-Protector contra la hechicería; brujería; veneno; fiebre; urticaria; erisipela; enfermedades inflamatorias; enfermedades renales. Se lo invoca en las tentaciones y cuando se ha roto alguna pertenencia de un superior.

San Benito, el Patriarca de los monjes de Occidente, nació en Nursia (Umbría), el año 480; enviado a Roma a estudiar, abandonó el mundo a la edad de 14 años para recluirse en el desierto. Esforzóse el demonio por encender en su corazón el fuego de las pasiones impuras. Para vencer, San Benito revolcábase entre espinas y zarzas. Después de 3 años pasados en una gruta, su fama de santidad extendióse a lo lejos y le atrajo una multitud de discípulos. Fundó doce monasterios, donde los monjes oraban regidos por su Santa Regla, que ha santificado a millares de almas, durante los seis siglos en que la Orden de San Benito era la única existente en Europa. Cuenta entre sus hijos a más de 20 Papas, y muchísimos Obispos, Doctores, Apóstoles, Sabios y Educadores, a quienes mucho deben la humanidad y la Iglesia. Cuarenta días después de la muerte de su hermana Santa Escolástica, estando de pie, en las gradas del altar, del cual acababa de participar mediante la comunión en el augusto Sacrificio, y sostenido por sus monjes que lo rodeaban, entregó al Creador su alma transfigurada por 67 años de austera penitencia y de fidelidad a la Ley divina en el año 547.

*SOBRE LA VIDA Y LA MUERTE DE SAN BENITO*

*I Desde que hubo comprendido la vanidad del mundo, retiróse San Benito a la soledad, y allí mortificó su cuerpo mediante continuas austeridades.

*II San Benito despreció al mundo, y el mundo le honra; los reyes, los príncipes, numerosos fieles acuden a verlo en la soledad, para encomendarse a sus oraciones o para imitar su género de vida.

*III San Benito, vencedor del mundo, lo abandona y muere en una iglesia en medio de sus religiosos, advertidos por él de la hora de su muerte.

*ORACIÓN*
Haced, os lo rogamos, Señor, que la intercesión de San Benito abad, nos haga agradables a Vuestra Majestad, y que obtengamos por sus oraciones lo que no podemos esperar de nuestros méritos.
Por J. C. N. S.

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lunes, 17 de febrero de 2020

SANTA BERNARDITA 


Recordemos a Santa Bernardita Soubirous (1879), la vidente de Nuestra Señora en Lourdes-Francia, a la cual Cristo le conserva su cuerpo incorrupto hasta su Segunda Venida, para devoción de los fieles. 

Bernardita Soubirous nació en Lourdes (Francia) en 1844. Hija de padres supremamente pobres. En el bautismo le pusieron por nombre María Bernarda (nombre que ella empleará después cuando sea religiosa) pero todos la llamaban Bernardita. 

Era la mayor de varios hermanos. Sus padres vivían en un sótano húmedo y miserable, y el papá tenía por oficio botar la basura del hospital. La niña tuvo siempre muy débil salud a causa de la falta de alimentación suficiente, y del estado lamentablemente pobre de la habitación donde moraba. En los primeros años sufrió la enfermedad de cólera que la dejó sumamente debilitada. A causa también del clima terriblemente frío en invierno, en aquella región, Bernardita adquirió desde los diez años la enfermedad del asma, que al comprimir los bronquios produce continuos ahogos y falta de respiración.

Esta enfermedad la acompañará y la atormentará toda su vida. Al final de su existencia sufrirá también de tuberculosis. En ella se cumplieron aquellas palabras de Jesús: "Mi Padre, el árbol que más quiere, más lo poda (con sufrimientos) para que produzca más frutos" (Jn. 15). 

En Bernardita se cumplió aquello que dijo San Pablo: "Dios escoge a lo que no vale a los ojos del mundo, para confundir las vanidades del mundo".

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sábado, 30 de noviembre de 2019

LOS ÚLTIMOS MOMENTOS DE UN MÁRTIR


Le pidieron que renegara de su fe. Al negarse Joselito, le cortaron las plantas de los pies para torturarlo. Pero José -a pesar de ser sólo un adolescente- no se rendía, y en su suplicio seguía invocando a Cristo Rey.

Enfadados, los verdugos lo llevaron caminando descalzo hasta el Panteón Municipal. Por el camino, José gritaba con fuerza: «¡Viva Cristo Rey y la Virgen de Guadalupe!».

Llegados al cementerio, se le señaló su tumba y se le ordenó ponerse en pie sobre ella. Entonces le preguntaron: «¿Qué quieres que le digamos a tus padres?». Inmerso en un terrible suplicio, con las pocas fuerzas que le quedaban, respondió: «Que en el cielo nos veremos, y que ¡Viva Cristo Rey!». 

El verdugo, encolerizado por la respuesta del muchacho, sacó su revólver y le disparó. El cuerpo de José Sánchez del Río cayó a la tumba bañado en sangre. 

"Que mi último grito en la tierra y mi primer cantico en el cielo sea: ¡¡VIVA CRISTO REY!!"

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sábado, 9 de noviembre de 2019

EJEMPLO A SEGUIR


"Debemos conocer la vida de los santos, para afinar en la corrección de la propia vida [...]. y así el fuego de la juventud espiritual, que tiende a apagarse por el cansancio, revive con el testimonio y el ejemplo de los que nos han precedido".

San Gregorio Magno

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viernes, 1 de noviembre de 2019

1 DE NOVIEMBRE - SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS


La Iglesia, que en el transcurso del año va celebrando una por una las fiestas de sus santos, los reúne hoy a todos en una fiesta común. Además de los que puede llamar con su nombre, evoca en una grandiosa visión a toda una muchedumbre incontable de Santos «de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas, de pie ante el trono y ante el cordero, revestidos de blancas vestiduras y con palmas en la mano», que aclaman al que con su sangre los ha rescatado.

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martes, 15 de octubre de 2019

15 OCTUBRE - SANTA TERESA DE ÁVILA


Nació en Ávila en 1515, Dios la dotó de talento, juicio y grandeza de alma maravillosos. Su gran espíritu de mortificación, su deseo extraordinario de sacrificio, su ardiente amor de Dios, sus gracias místicas, su mismo carácter noble y generoso han hecho de la reformadora de la Orden del Carmelo, una figura excelsa, para la cual la oración en la gran arma de conciliación entre Dios y la humanidad pecadora. En medio de las vicisitudes y contrariedades de su vida de fundadora y reformadora, escribió obras admirables de teología mística, que aun en lo humano son obras maestras. Tiene además otro título de gloria; el haber promovido el culto a San José que tuvo gracias a ella un gran incremento. Murió en Alba de Tormes en 1582.

Ingresó en Ávila en España en la Orden Carmelita y llegó a ser madre y maestra de una estricta observancia, dispuso en su perfeccionamiento espiritual bajo el aspecto de un ascenso para las grandes almas de Dios; por la reforma de su Orden sufrió muchas tribulaciones, que superó con ánimo invicto; también escribió libros llenos de alta doctrina y cargados de su profunda experiencia. 

Nació en Ávila, en el seno de una familia hidalga con ascendencia judía. Se llamaba Teresa de Cepeda y Ahumada. Con siete años, buscando ser "descabezada por Cristo" intentó huir a tierra de moros con su hermano Rodrigo. Con trece años, quedó huérfana de madre, y tomó a la Virgen por "Madre para siempre". Muy aficionada a los libros de caballerías, coqueta, según nos dice, y "enemiga de ser monja". Ya con 21 años decidió hacerse religiosa. "Cuando salí de casa de mi padre...., del sentimiento me parece que cada hueso se apartaba de por sí... En tomando el hábito, luego me dio el Señor a entender cómo favorece a los que se hacen fuerza para servirle...". En 1536, recibió el hábito en el Carmelo de la Encarnacion de Ávila. El Carmelo la decepcionó por sus blanduras, cayó muy enferma (estuvo a punto de ser enterrada viva) se quedó paralítica durante tres años y después de sanar, gracias a la intercesión de san José, prosiguió un penoso camino de arideces, tentaciones e incomprensiones que fueron edificando su alma, pero hasta los 40 años, su vida fue bastante mediocre. En 1557, después de un encuentro con una “imagen del Cristo muy llagado” llegó su conversión.

Extraordinariamente dotada de ingenio y grandeza de alma, vivió la unión más intensa con Dios y el afán permanente de hacer siempre lo más perfecto, "Nuestro Señor, pide y ama a las almas con coraje y humildes." Fue incomprendida por sus confesores, menos por san Francisco de Borja, que le animó y aseguró que todo lo que le sucedía es “espíritu de Dios” y san Pedro de Alcántara que le animó y confortó. Y así cumplió su misión de reformar en su primer espíritu la Orden del Carmen. 

Cuando quiso reformar la orden carmelitana era ya una mujer madura, con hondas experiencias místicas que le dieron aliento para sus constantes viajes por toda España (a ella no le gustaba nada viajar), afrontando luchas y persecuciones, quebrantada salud y "sin ninguna blanca", pero inflexible en su propósito, porque "nunca dejará el Señor a sus amadores cuando por solo Él se aventuran". Su visión reformadora despertó algunas inquietudes en sus superiores (el Nuncio apostólico la condenó, llamándola "fémina inquieta y andariega, desobediente...”) a causa de los movimientos pseudo místicos del tiempo (especialmente como cómplice de los "alumbrados"), y también por el hecho de que numerosos sacerdotes habían abrazado ese proyecto de reforma espiritual. Al convento de San José de Ávila seguirán otras 16 fundaciones. Defendida en Roma por san Juan de Ávila, por el padre Bañez y por la misma corte de Madrid, pese a la continua oposición a sus nuevas fundaciones, que llevó a la separación de las carmelitas descalzas, de las calzadas, confortada por su consejero espiritual san Juan de la Cruz, Teresa pudo realizar su itinerario místico. 

Escribió numerosas obras: su “Vida”, el “Camino de Perfección”, “Las moradas del alma” (o “Castillo interior”) y otros escritos pedagógicos y líricos inspirados por la mística. Logró llevar a cabo su reforma en todas las nuevas fundaciones dentro de la plena fidelidad al espíritu postridentino. Vivió en la oración las experiencias tristes y gozosas de su tiempo: la reforma católica, los días de Lepanto, los acontecimientos de España, la evangelización de América, recién descubierta. Decía de sí misma: "Teresa sin la gracia de Dios es una pobre mujer. Con la gracia de Dios, una fuerza. En uno de sus viajes, enferma, con 40º de fiebre, debe alzarse para fundar, tiene herida una pierna. Y el carro donde camina, bajo la lluvia, se le rompe una rueda, todos al suelo, al barro, al agua. "Señor después de tantos enojos, ¿era necesario este percance?. -Teresa, yo trato así a mis amigos. - Oh, Dios mío, ahora entiendo por qué tienes tan pocos".  Y tras un despliegue de actividad murió extenuada en Alba de Tormes: "Tiempo es ya que nos veamos, Esposo mío... Te doy gracias, Señor, porque muero hija de la Iglesia”. 

Su canonización tuvo lugar en 1622 por el papa Gregorio XV.

Fuente: Catequesis Tradicional
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lunes, 22 de julio de 2019

SANTA MARÍA MAGDALENA, 22 DE JULIO


María Magdalena era la amiga privilegiada de Jesús. Le servía con sus bienes y le acompañaba a todas partes. Ella honró también magníficamente su Humanidad con sus regalos: Tenía gusto especial en orar a sus pies con el silencio de la contemplación: por todos estos títulos es la patrona y el modelo de la vida de adoración y de servicio a Jesús sacramentado. Estudiemos a María Magdalena: su vida está llena de las mejores enseñanzas.

   Jesús amaba a Marta, a María Magdalena su hermana (de Marta) y a Lázaro; a María especialmente. Sin duda que amaba a los tres, pero sentía especial afecto por María Magdalena.

   Aunque Jesucristo nos ame a todos, sin embargo, tiene sus amigos predilectos, y permite que también nosotros tengamos amigos en Dios. La naturaleza, y aun la gracia misma necesitan de ellos. Todos los santos han tenido amigos de corazón, y ellos mismos han sido los más tiernos y desinteresados amigos.

   Magdalena fué, antes de su conversión, una pecadora pública. Poseía todas las cualidades de cuerpo y espíritu, y al mismo tiempo todos los bienes de fortuna que pueden conducir a los mayores excesos. Y ella se dejó llevar. El Evangelio la rebaja hasta el punto de decir que fué una pecadora pública. Tal llegó a ser su degradación, que túvose como una deshonra para Simón el Fariseo que ella hubiese entrado en su casa. Y aun llegó a dudarse del espíritu profético de Jesús, a causa de haberla tolerado a sus pies.

   Mas esta pobre pecadora, una vez conseguido el perdón de sus culpas, va a remontarse hasta la cumbre de la santidad. Veamos cómo.

   Lo que detiene, sobre todo, a los grandes pecadores, impidiéndoles la conversión, es el respeto humano. Yo no podría perseverar en el bien, dicen; no me atrevo a emprender una cosa en que no me sería posible continuar. Y se detienen desalentados.

   No obró así la Magdalena: sabe que Jesús está en casa de Simón, y no vacila; se dirige directamente a Jesús y hace pública confesión de su vida libertina. Ella se atreve a penetrar en una casa, de donde se la hubiese despedido ignominiosamente y sin miramiento alguno si se la hubiese reconocido al entrar en ella. A los pies de Jesús no profiere palabra alguna; pero su amor habla muy alto. Los pintores la representan con los cabellos esparcidos, desaliñados, y con los vestidos en desorden. Esto es pura imaginación, pues ni hubiese sido digno de Jesús, ni digno de su arrepentimiento.

   Va derechamente a Jesús sin equivocarse. ¿Dónde le ha conocido?¡Ah, es que el corazón enfermo sabe, muy bien encontrar a aquel que ha de consolarle y curarle!

   María no se atreve siquiera a levantar la vista a Jesús; no dice palabra: tal es el carácter del verdadero arrepentimiento, como se ve en el Hijo pródigo y en el publicano. El pecador que mira de frente al Dios a quien ha ofendido, le insulta. María llora, y enjuga con sus cabellos los pies de Jesús rociados con sus lágrimas. He aquí su puesto, a los pies de Jesús. Los pies pisan la tierra, y ella sabe que no es más que polvo de cadáver. Los cabellos, esa vanidad que el mundo adora, ella los desprecia y los hace servir como de trapo, y permanece postrada esperando la sentencia. oye los propósitos de los envidiosos, de los Apóstoles y demás judíos, que no honraban sino la virtud coronada y triunfante. Ellos no amaban a Magdalena, que les da a todos esta lección. Todos habían pecado, pero nadie había tenido valor para pedir perdón públicamente. ¡El mismo Simón se indigna! Pero Jesús defiende a Magdalena. ¡Qué palabras de rehabilitación: Se le han perdonado muchos pecados, porque ha amado mucho! “Ve en paz—le dice el Salvador, —tu fe te ha salvado.” Y no añade: “No peques más”, como dijo a la adúltera, más humillada por haber sido sorprendida en el crimen que arrepentida por haber ofendido a Dios. La Magdalena no necesita de esta recomendación: su amor produce en Jesús la certidumbre de su firme propósito. ¡Qué absolución tan hermosa y conmovedora! Magdalena tiene, pues, una contrición perfecta. Cuando vayáis a los pies del confesor, uníos a la Magdalena, y que vuestra contrición, como la suya, sea producida más por el amor que por el temor.

   La Magdalena se retiró con el bautismo de amor, y con su humildad llegó a ser más perfecta que los Apóstoles. ¡Ah! Después de este ejemplo, menospreciad a los pecadores, si a ello os atrevéis. Un instante basta para hacer de ellos grandes Santos. ¡Cuántos, entre los mayores de éstos, no han sido buscados y habidos por Jesucristo entre el lodazal del pecado! San Pablo, San Agustín y tantos otros son de ello elocuentísimos ejemplos. La Magdalena les abre el camino: supo remontarse hasta el Corazón de Jesús, porque partió de muy abajo y se humilló profundamente. ¿Quién, pues, podrá desesperar?



   Después de su conversión, la Magdalena va a entrar en el amor activo. Esta es una gran lección. Muchos de los convertidos se detienen allí. Quieren permanecer en la paz de una buena conciencia con la práctica de los Mandamientos. No se atreven, no se animan a seguir a Jesús, y acaban por volver a caer. El hombre no vive de lágrimas y suspiros. Habiendo hecho pedazos los objetos que vuestro corazón tenía en tanta estima, aquellos objetos que constituían toda vuestra vida, es necesario reemplazarlos con algo, y este algo ha de ser la vida de Dios. ¿Quedáis arrodillados a los pies de Jesús? Pues cuando se levante, seguidle y marchad con Él. La Magdalena va a seguir a Jesús; ya nunca se apartará de Él. Volveréis a encontrarla a sus pies, escuchando su palabra y meditándola en su corazón. Esta es la gracia de su vida toda: ella no usa otras palabras que las de oración, plegaria, amor. Sigue a Jesús y practica las virtudes de sus diversos estados. La conversión que se limita al sentimiento no es duradera: María comparte con Jesús los diversos estados de ánimo y las diferentes penalidades a que se ve sometido.

   Durante sus viajes, ella le proporciona lo que es necesario para su subsistencia y la de los Apóstoles. Jesús va con frecuencia a casa de sus amigos de Betania para comer allí: en cambio Él les concede el alimento de la gracia y del amor. Cada vez que se presenta en aquella casa, María se echa a sus pies y se entrega a la oración. Marta siente por esto el aguijón de los celos, de la envidia. Así hacen aquellos que creen que sólo hay un estado bueno, que sólo hay una manera de vivir. Todos los estados son buenos: el que tú hayas elegido es bueno; guárdale, pero no desprecies los demás. Marta, trabajando por Jesús, hacía bien; pero hizo mal en mostrarse celosa de su hermana. Ya sabéis cómo le respondió Jesús defendiendo a Magdalena. Mejor es oír su voz que prepararle alimento. Ocurre todavía que las vocaciones activas suelen quejarse de las almas contemplativas: “Sois inútiles —les dicen— venid, pues, a ejercitar la caridad trabajando en favor de vuestros hermanos.” Más Jesús las defiende en este pasaje.

   Pues qué, ¿no hay que ejercitar también la caridad con Jesucristo, pobre y abandonado en su Sacramento? Magdalena oye este diálogo, a las quejas de su hermana no responde palabra: hállase bien a los pies del Salvador y allí continúa.

   Otro carácter del amor activo de Magdalena es el sufrimiento: ella sufre con Jesucristo. Sin duda que había conocido con anticipación la muerte de su Maestro: la amistad no tiene secretos; y si Jesús la reveló a su Apóstoles, tan rudos y groseros, ¿cómo la había de ocultar a Magdalena?

   Ved, pues, a Magdalena sufriendo en su amor. Ella va adonde no osan ir los hombres; sube hasta el Calvario, abandona a su familia querida, y sigue a Jesús hasta el término de su Pasión; y la vemos, con María Santísima, a los pies de la cruz. El Evangelio la nombra expresamente, cosa que tenía bien merecida por cierto. ¿Y qué hace allí? Ama y sufre con Jesús. Aquel que ama quiere compartir las alegrías y las penas de la persona querida. El amor funde dos vidas, dos existencias en una sola. Magdalena no está en pie: recuerda que ha sido pecadora y que debe estar arrodillada. Sólo María permanece a pie firme, inmolando a su hijo querido, a su fiel Isaac.

   La Magdalena espera allí hasta después de la muerte de Jesús. Al amanecer del primer día de la semana vuelve allí. Sabe muy bien que Jesús está sepultado, y quiere todavía sufrir y llorar. El Evangelio encomia el celo, la magnificencia de los presentes de las otras mujeres; de Magdalena sólo cuenta las lágrimas. ¡He aquí la heroína cristiana! Magdalena manifiesta, más que todos los demás santos, la inmensidad de la misericordia divina,

   Después de la Ascensión, ya el libro sagrado no dice nada de Magdalena. Una tradición constante y venerable nos presenta a los judíos colocando a María, Marta y Lázaro en un barco desmantelado, y lanzándolo a alta mar, para que allí encontrasen una muerte segura. Pero el Amigo de otros tiempos los ama siempre: Jesús suple la falta de piloto y gobierno del buque; los condujo basta Marsella, y los confió a sus naturales, que son sus amigos y los hijos mayores de su familia.

   Lázaro murió mártir. Era precio que su sangre regara la hermosa tierra Provenzal para que la fe floreciese en ella. Marta subió hasta Tarascón, y, reuniendo una comunidad de vírgenes, practica la caridad del cuerpo y del alma en todo el país circunvecino.

   Magdalena se retira a una montaña, como para acercarse a Dios. Encuentra allí una gruta, preparada sin duda por la mano de los ángeles. Bien pronto recibe allí visitantes en gran número; y, faltándole tiempo para conversar con su buen Maestro y Señor, sube más arriba, sobre un pico escarpado, y allí alterna con Dios sólo. Allí termina sus días. Ella oraba en aquel paraje, y continuaba en su vida los misterios de Jesucristo. Jesús no cesaba de visitarla. Los sacerdotes cristianos le llevaban la santa Comunión; y, cuando iba a exhalar su último aliento, San Maximino, uno de los setenta y dos discípulos que tuvo el Salvador durante su vida, le dió con su mano la Comunión. Ella había acompañado a Jesús en el trance de la muerte, y este buen Salvador le correspondía con el mismo servicio y con idéntico honor.

   Murió en Francia y de ello se glorían sus buenos hijos. Poseen sus santas reliquias. Esta es una de las pruebas más señaladas del amor que Jesucristo profesa a Francia. Le envió a sus amigos, que están en ella: por esto esperamos que Francia habrá de encontrar en las oraciones y los méritos de María Magdalena un título a la misericordia de Dios, puesto que esta nación imita su arrepentimiento y amor a Jesús, que vive en ella, que habita en sus ciudades y en sus más insignificantes aldeas. Sí, Jesucristo ama con predilección a Francia, como amaba a Magdalena y a la familia de Betania.


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