jueves, 12 de noviembre de 2020

NO ES NECESARIO ESTAR EN TIEMPO PASCUAL PARA MEDITAR EN LA RESURRECCIÓN

 


Esto es lo que decimos en el Credo: y al tercer día resucitó de entre los muertos. 

San Pablo enseña: - Si Cristo no resucitó, es vana nuestra predicación, es inútil vuestra fe. 

Una vez más volvemos sobre este misterio, fundamento de todo lo que creemos y esperamos y amamos, porque no vamos a amar a un muerto que nos habría engañado. 

Cristo resucitó en su mismo cuerpo. Su CUERPO GLORIFICADO ya no estaba sujeto a las leyes naturales del espacio. Este cuerpo de Jesús es el modelo del cuerpo que tendremos los que resucitemos y seamos transformados en el arrebatamiento.

Si se cree en la Resurrección, hay que admitir todo el Evangelio y hay que darse a Jesucristo. 

Porque sentimos, experimentamos y vivimos todo el misterio de nuestra fe. Esto es de cada día, y no hace falta estar en tiempo pascual para recordarlo y vivirlo, así como meditar que nosotros también resucitaremos para ser juzgados en el Juicio Final. 

¿Cristo resucitó, venciendo la muerte y todas las fuerzas de la naturaleza? Entonces, Jesucristo está sobre todo lo creado. Jesucristo es Dios. 

¿Cristo resucitó, cumpliendo su palabra? Entonces, le creemos a pie juntillas. Era lo que Él decía. Era el Salvador. 

¿Cristo ha resucitado? Entonces, somos con Él hijos de Dios, porque nos ha metido en su misma vida. 

¿Cristo ha resucitado? Entonces, nosotros también resucitaremos, porque estamos unidos a Él en un mismo cuerpo, como los miembros con la Cabeza. 

No es necesario estar en el tiempo pascual para meditar en la Resurrección de Cristo Dios y en la futura nuestra. 

Vivamos teniendo constantemente presente el juicio que Dios hará de nosotros tras nuestra resurrección, para que vivamos siempre firmes en la fe y comportándonos conforme a su voluntad y ese juicio nos sea, así, favorable eternamente.

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