domingo, 31 de enero de 2010

EL SUEÑO ILUSO DEL MARXISMO HACE MEDIO SIGLO



2010, UN MUNDO COMUNISTA

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El diario moscovita Komsomolskaja Pravda ha vuelto a publicar un artículo en el que, hace 50 años, se imaginaba cómo sería el mundo en 2010: habría triunfado el socialismo real, auguraba entonces.

¿Cómo se viviría en 2010? En todo el mundo estaría ya instalado el comunismo, y en todas partes, se viviría una atmósfera de iluminada felicidad. No existirían ya los Gobiernos, ni los sueldos, ni la economía de mercado...; en su lugar, habría una economía popular y funcionaría el trueque. La guerra fría estaría olvidada desde hace tiempo. La vida no estaría turbada por problemas económicos y sociales. Se habría erradicado la criminalidad. Todo el trabajo manual estaría siendo realizado por máquinas. La gente se ocuparía sólo del progreso tecnológico-científico y de la conquista del cosmos. Desde hace tiempo, se habrían olvidado todas las preocupaciones materiales...

Todo esto venía anunciado en un número especial futurista del periódico soviético Komsomolskaja Pravda, publicado como suplemento de la edición ordinaria del 31 de diciembre de 1959. El texto partía de la ficción de que la fecha de publicación era la del 1 de enero de 2010, es decir, 50 años después de la real, y hablaba sobre el año nuevo en la sociedad comunista. Ahora, aquel documento ha sido publicado nuevamente en un suplemento del Komsomolskaja Pravda de hoy, que ya no es, como aquel de hace medio siglo, el órgano de la juventud comunista soviética.

La sensación que produce la relectura de aquellos artículos es extraña: no se comprende bien si son una tomadura de pelo (cosa no recomendable en la URSS de 1959), o un macroscópico modelo de aquella propaganda ingenuamente infantil propia de la Unión Soviética.

Pero ¿hubiera sido así de feliz el paraíso comunista? De los artículos futuristas de Komsomolskaja Pravda en 1959, se deduce que la sociedad en 2010 se imaginaba como una especie de comuna universal, donde no existiría ninguna forma de pensamiento, excepto el técnico-científico. La única discusión ideológica a la que se alude trata sobre la abolición de los pronombres egoístas: yo, tú, mío, tuyo, etc., que indicarían la «supervivencia del residuo de la mentalidad privada». Nada de yo; sólo nosotros. Ningún mío; sólo nuestro. Frente a ello, interviene un profesor que indica que no se puede decir nuestra novia. «La discusión -concluye el periódico futurista- continúa apasionadamente».

LECHE CORRIENTE EN LAS CASAS

En el artículo de fondo, Moscú y el Año Nuevo, se recuerdan las principales características de esta sociedad: toda la propiedad sería pública, es decir, del Estado. Y aunque existirían los automóviles, no serán de propiedad privada. No habría llaves; es decir, no se podrían cerrar las puertas: cualquiera podría sentarse en el primer coche que encontrara por la calle e irse a hacer sus cosas, dejándolo después donde más le agradara. Se podrían alquilar gratis helicópteros...

A propósito de las llaves, tampoco las habría para las casas y los apartamentos: todas las puertas estarían completamente abiertas, porque reinaría «la confianza entre los hombres». Las llaves y candados se podrían admirar solamente en el museo histórico, donde se conservarían «como viejos símbolos de prohibiciones».

En 2010, según vaticinaba Komsomolskaja Pravda hace 50 años, se haría la compra gratis, y habría «una gran cantidad de productos de consumo», cosa que no se podía decir entonces, en 1959... Para compensar la penuria de aquellos años, con negocios desabastecidos y generalmente descuidados, se imaginaba así un comercio moscovita en 2010: «Un enorme edificio monumental, rodeado en la parte inferior por una banda de cristal de dos plantas, donde se encuentran los productos alimenticios».

Todavía mejor: en las casas, no sólo habría agua corriente, sino que también existiría la leche corriente. En efecto, en las grandes granjas kolkhozianas, las vacas serían ordeñadas y la leche sería transportada inmediatamente a los molokoprovody (contenedores de leche), que llegarían a todas las casas, y la leche se obtendría abriendo el grifo.
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NOTA DE CATOLICIDAD: No obstante el fracaso y lo utópico del marxismo, aún quedan países bajo ese sistema, y lo peor: existen gobernantes que aspiran a imponerlo en países como Venezuela, Nicaragua y Bolivia.

Giovanni Bensi, Avvenire
Traducción: María Pazos Carretero
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Fuente: Alfa y Omega > Nº 673 > Desde la fe
http://www.alfayomega.es/Revista/2010/673/14_reportaje3.html
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1 comentario:

  1. Pensamiento que ha fracasado en todos los lugares del mundo en los que llegó al poder. Y casi siempre en forma de horrores tiránicos y totalitarios y perversidad criminal (al menos en su forma revolucionaria).

    Tanto mal ha causado que uno ya no puede (siquiera) tolerarlo. Para él (igual que para la ciencia) sólo somos objetos, no sujetos.

    : )

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