domingo, 8 de junio de 2014

"¡QUIERO ESTAR DONDE ESTÁ JESÚS!"


Cierto día llegó a Londres un pastor protestante que se sentía muy atraído hacia el catolicismo, pero aún no se atrevía a dar el paso decisivo. Era padre de familia y venía acompañado de una hijita de 5 años. Visitando distintos edificios, entró también con su hijita en una iglesia católica. Asombrose la pequeña al ver la hermosa iglesia; pero lo que más le llamó la atención fue una lamparita primorosa que ardía delante del Sagrario.

-"Papá: ¿por qué está esa lucecita allí?", preguntó con interés la niña.
-Porque en esta iglesia, hijita mía, allí, detrás de esa puertecita dorada está Jesús.
-Yo quiero ver a Jesús, papá.
-Imposible, niña mía, la puerta del tabernáculo está cerrada. Además, Jesús está allí escondido bajo las especies del pan.
Pero la buena niña repetía con insistencia:
-"¡Quiero ver a Jesús!".

Días más tarde la llevó a una iglesia protestante donde no había altar, ni tabernáculo, ni lámpara.
-"Papá..., ¿porqué no tiene esta iglesia una lamparita como aquella otra iglesia que visitamos el otro día?", preguntó la niña.
Con inmensa pena respondió el padre:
-"Porque Jesús no está aquí, hijita mía".
Miróle la niña muy sorprendida y quedó callada y pensativa. 

Desde entonces hablaba continuamente de la iglesia católica y cuando su padre la llevaba al templo protestante no quería entrar, se resistencia diciendo:
 -"¡Yo quiero ir a donde está Jesús!".
Estas palabras tantas veces repetidas con inmensa tristeza por la buena niña impresionaron grandemente al padre. Como su hija, él también empezó a comprender que solamente somos felices estando con Jesús.

Y desde ese instante fue madurando su heroica resolución: IR A DONDE ESTÁ JESÚS. Bien sabía que muchas privaciones y grandes sacrificios le esperaban. Renunciar a la iglesia protestante era renunciar a un sueldo de cinco mil dólares; la única ayuda para él y su familia. Mas, nada le importó. Venció todas las dificultades seguro de que Jesús sería su guía, su sostén, su felicidad. Con todos los suyos volvió al rebaño de Cristo, diciendo con su hija:

"¡QUIERO ESTAR DONDE ESTÁ JESÚS!"

Fuente: Hnas Adoratrices Perpetuas del Santísimo Sacramento
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