miércoles, 29 de abril de 2015

"LAS DISCOTECAS SON OCASIÓN PRÓXIMA DE PECADO": MONSEÑOR AGUER

AUMENTA LA «MODA DEL BOLICHE» EN ARGENTINA


El arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, ha decidido hablar sobre un tema «un poco duro» como es la «moda del boliche» (discotecas) tras haber estado confesando a un grupo de jóvenes y dijo haber llegado a la conclusión de que esa moda «es una ocasión próxima de pecado». Una moda que afecta de forma más peligrosa a los adolescentes, que cada vez participan de la misma a edad más temprana.
28/04/15 
Habla con claridad, algo inusual
hoy en día.
InfoCatólica. «Esta expresión que acabo de pronunciar asusta un poco. Digo ocasión próxima de pecado porque uno se mete en eso, participa y hay más posibilidad de hacer alguna macana», advirtió en su reflexión en el programa Claves para un Mundo Mejor
«Yo escuchaba a chicos y chicas buenísimos que se confesaban, pero sin embargo destacaban que cuando iban al boliche se convertían en otras personas. Hay una especie de moda que presiona sobre los chicos, especialmente sobre los adolescentes, cada vez más temprano», agregó. 

Responsabilidad de los padres

El prelado recomendó a «los padres, los padres cristianos especialmente, tienen que cuidar a sus hijos, hablarles con claridad acerca de las cosas fundamentales porque lo que yo veo en esa agitación y, a veces, excitación del boliche, es que se pierde el sentido de la vida, hay un vacío fenomenal allí. Entonces, esos chicos se convierten en otra cosa, en otra persona». 
Asimismo, dijo que eso le recordaba «una frase de Freud que decía que detrás del placer se agazapa siempre el peligro de la muerte, el sentido de la muerte, la atracción de la muerte. Y fíjense las cosas que ocurren, como las riñas a la salida de los boliches todo el tiempo y a veces hasta empiezan dentro también». 

Pérdida de la inocencia

Abundan las drogas y los "ligues" para sexo ocasional.
El alcohol rompe el pudor y el recato. Dentro y fuera de

 la discoteca. Y alcohol es lo que  sobra. Muchos padres
 de familia parecen ignorar todo esto. ¿Ingenuidad o
 irresponsabilidad?
«Muchas veces chicos inocentes pierden la inocencia, conozco casos en que terminan fumando un cigarrito de marihuana además de pasarse con la cerveza. ¿Ustedes creen que esas cosas no dejan huella? ¿Cómo no va a dejar huella? ¿Cómo se va formando la personalidad de esos chicos? ¿Cómo ellos pueden ir como plasmando un sentido de la vida? Parece que esa felicidad pasa inmediatamente y no queda nada, es una felicidad momentánea», comentó. 
Monseñor Aguer consideró que aún dejando «entre paréntesis el problema moral, aquí hay un problema humano, de formación del varón y de la mujer. Esas experiencias tempranas, no se engañen, dejan huellas, huellas malas, y nosotros tenemos que cuidar a esta generación, los padres tienen que cuidar a esta generación porque de esto depende el futuro del país y de la sociedad». 
«Los padres tienen que explicarles muy bien de qué se trata porque hay miles de maneras de divertirse y de divertirse bien, de reunirse con amigos, de bailar en las casas, o tantas otras cosas. ¿Les parece que estoy diciendo una antigualla? Pues no lo creo, en cambio creo que estoy adelantándome al futuro, estoy adelantándome a lo que puede ocurrir. Yo no lo veré, pero quisiera ver que pasará dentro de 20 o 25 años. Les dejo esto para que ustedes piensen, pero también les digo que no piensen mal de mí, no soy un troglodita», concluyó.

1 comentario:

  1. Es la tristeza de los viejos que un día fuimos jóvenes, ver como ahora muchos jóvenes se hacen viejos amargados prematuramente, pues confunden la diversión con la experiencia de vivir al extremo, al limite de perder aspectos que cuando se pierden, no es fácil recuperar.
    Las jóvenes que creen que vivir intensamente es ser atracción de todo el mundo masculino, perdiendo dignidad y ganando una vanidad que las vuelve vanas en su persona , poniendo en riesgo su integridad física y moral.
    Su vanidad no las deja ver que cuando muestran cínica mente su belleza, en
    realidad se exponen como mujeres de poca reputación, y no advierten que los jóvenes -- que igual que ellas --, solo la ven como ellas mismas se exponen, pero no como personas, sino como objeto de atracción sexual.
    Perder la dignidad es no ser digno a pedir lo mismo que no se puede dar.
    Una persona que no se respeta a si misma, no es capas de respetar a otra, y si no respeta a otra persona no es digna de pedir el respeto que ella misma no se tiene.
    Pero las ansias de vivir al extremo de la aparente alegría y felicidad, esa ansia a los jóvenes, no les hace ser prudentes, porque creyendo que ganan, en realidad pierden...y la experiencia de haber vivido lo que no es DIVERSIÓN los hace viejos amargados ....jóvenes-viejos amargados, que pierden la alegría espontanea, la nobleza, la franqueza, honestidad, la frescura sincera propia y genuina de los jóvenes.
    Cuando creen que perdieron todo, se refugian,-- se esconden -- en las drogas el alcohol y caen mas fácil en la lujuria. Y en lugar de salir de esa frustración se hunden mas en ella, perdiendo mas en lugar de libarse de ese infierno.
    La Dignidad se recupera cuando se es honesto primeramente con si mismo, al reconocer que se erro en el camino y que lo justo es rectificar y radicalmente dejar ese estilo de vida, que no es alegría es tristeza, que no es ganar es perder.
    Que el retorno no es fácil, pero que si se quiere reconquistar esa DIGNIDAD perdida, antes habrá que vencer de si mismo la soberbia, la lujuria, la pereza, la avaricia, envidia, gula y resentimiento de odio.
    Tener dignidad es amar y amarse a si mismo.
    Amar es dar todo lo mejor de si, sin la condición de recibir nada.
    Pero sabiendo que cuando se da todo a cambio de nada, el Cielo recompensa devolviendo la dignidad -- o lo que se perdió de ella -- , para retornar a la Verdadera Felicidad que da esa entrega de AMOR sin condición.

    Porque la real juventud aun siendo viejo no se pierde, cuando la dignidad se conserva con esfuerzo propio y La Gracia De Dios principalmente.

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